LA LÚDICA UNA METODOLOGÍA PARA LA CATEQUESIS DE PRIMERA COMUNIÓN EN LA DIÓCESIS DE CARTAGO PBRO. CÉSAR AUGUSTO MONTOYA RÍOS PBRO. MANUEL JULIÁN QUICENO ZAPATA UNIVERSIDAD CATÓLICA POPULAR DEL RISARALDA LICENCIATURA EN EDUCACIÓN RELIGIOSA FACULTAD DE CIENCIAS HUMANAS, SOCIALES Y DE LA EDUCACIÓN PEREIRA-RISARALDA 2009
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LA LÚDICA UNA METODOLOGÍA
PARA LA CATEQUESIS DE PRIMERA COMUNIÓN
EN LA DIÓCESIS DE CARTAGO
PBRO. CÉSAR AUGUSTO MONTOYA RÍOS
PBRO. MANUEL JULIÁN QUICENO ZAPATA
UNIVERSIDAD CATÓLICA POPULAR DEL RISARALDA
LICENCIATURA EN EDUCACIÓN RELIGIOSA
FACULTAD DE CIENCIAS HUMANAS,
SOCIALES Y DE LA EDUCACIÓN
PEREIRA-RISARALDA
2009
LA LÚDICA UNA METODOLOGÍA
PARA LA CATEQUESIS DE PRIMERA COMUNIÓN
EN LA DIÓCESIS DE CARTAGO
PBRO. CÉSAR AUGUSTO MONTOYA RÍOS
PBRO. MANUEL JULIÁN QUICENO ZAPATA
TRABAJO DE GRADO
UNIVERSIDAD CATÓLICA POPULAR DEL RISARALDA
LICENCIATURA EN EDUCACIÓN RELIGIOSA
FACULTAD DE CIENCIAS HUMANAS,
SOCIALES Y DE LA EDUCACIÓN
PEREIRA-RISARALDA
2009
TABLA DE CONTENIDO
1. PROBLEMATIZACIÓN.....................................................................Pág 10
1.1. DESCRIPCIÓN DEL PROBLEMA (REALIDAD)………………………..10
1.2. JUSTIFICACIÓN…………………………………………………………….18
1.3. OBJETIVOS………………………………………………………………….23
1.3.1. OBJETIVO GENERAL……………………………………………………23
1.3.2. OBJETIVOS ESPECÍFICOS…………………………………………….24
1.4. DELIMITACIÓN DEL PROBLEMA……………………………………….24
CONTEXTO, TIEMPO Y ESPACIO.
1.5. FORMULACIÓN DEL PROBLEMA…………………………………….…25
2. REFERENTE TEÓRICO………………………………………………………26
2.1 ANTECENDENTES TEÓRICOS……………………………………………26
2.2. MARCO CONCEPTUAL……………………………………………………35
2.2.1 NATURALEZA DE LA CATEQUESIS………………………………….35
2.2.2. CATEQUESIS DE PRIMERA COMUNIÓN…………………………….44
2.2.3. LA LÚDICA CREATIVA EN LA CATEQUESIS………………………46
2.2.4. LA CATEQUESIS Y LA LITURGIA…………………………………….61
3. DISEÑO METODOLÓGICO…………………………………………………65
3.1. TIPO DE INVESTIGACIÓN………………………………………………..65
3.2. CLASE DE INVESTIGACIÓN………………………………………….….66
3.3. VARIABLES O CATEGORÍAS…………………………………………...67
3.3.1. ESTRATEGIA LÚDICO CREATIVA……………………………………67
3.3.2. DIMENSIÓN LITÚRGICA DE LA EUCARISTÍA………………………68
3.4. INSTRUMENTOS……………………………………….…………………..71
3.4.1. ENCUESTA………………………………………………………………..71
3.5. TABULACIÓN Y ANÁLISIS…………………………………………….….74
3.6. CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES…………………………….91
• BIBLIOGRAFĺA…………………………………………………………………96
• GLOSARIO………………………………………………………………………98
• ABREVIATURAS……………………………………………………….…….102
• ANEXOS :………………………………………………………….…………..107
No. 1 FORMATO DE LA ENCUESTA APLICADA…………………107
No. 2 MÁSCARAS DEL CATEQUISTA (TALLER)…………..........110
DEDICATORIA
A la memoria de aquellos que nos han enseñado con el libro de sus vidas…
A nuestros compañeros y hermanos sacerdotes, quienes nos han
contagiado de alegría, creatividad, y calor humano…
A los fieles de nuestras comunidades parroquiales que nos han llevado a
vivir la experiencia del Resucitado…
A los Catequizandos y Catequistas quienes son la causa y la razón de ser
de este proyecto…
Al Divino Maestro, Jesucristo, El Gran Catequista en quien somos y por el
que podemos realizar esta tarea cada día mejor.
AGRADECIMIENTOS
A la familia de la UCPR, que nos han brindado la oportunidad, el espacio
para generar desarrollo humano y profesional, por este proceso académico
que han propiciado en nuestro camino de formación permanente en el
ministerio sacerdotal, por la actitud de educabilidad y aprendibilidad que de
nuevo han despertado en nosotros y por la confianza que han despositado
en nosotros para descubrir que sí se puede.
Al Diácono Jorge Enrique Ospina, tutor de este proyecto, que de manera
generosa e incondicional nos ha guiado y ha confiado en esta experiencia;
caminando con nosotros, apoyándonos y dándonos luces para hacer este
trabajo de la mejor forma posible.
Gracias, Gracias, Gracias de corazón.
INTRODUCCIÓN
La Metodología Lúdico-creativa en la Catequesis es un camino, entre tantos,
dentro del espectro educativo. Es una de las propuestas que se puede
articular en la tarea de sembrar La Palabra en el corazón de los niños y
niñas, mediante la utilización de múltiples actividades y técnicas de
enseñanza, tales como juegos, cantos, teatro, arte, dinámicas, expresión
corporal, manualidades. Todos estos elementos propician espacios y se
convierten en instrumentos que permiten generar y transferir conocimientos,
innovando en esta tarea primordial de la Iglesia como es la Catequesis. La
lúdica-creativa, es una metodología para la Catequesis en la Diócesis de
Cartago, es una investigación, que dos presbíteros de la Diócesis, se han
empeñado en realizar, en unos escenarios que pudieran ser mejores, pero
que por las circunstancias de ambiente, trabajo, cooperación, solidaridad, se
hace un tanto difícil. Sin embargo, el empeño por contribuir a una Catequesis
mejorada y de mayor calidad, para esta Diócesis, llevó a estos Presbíteros a
proponer elementos teóricos y estrategias que sirvieran de base para
posteriores mejoras.
Se busca, en verdad hacer un diagnóstico de la realidad de la Catequesis de
la Primera Comunión, con el fin de reflexionar sobre el acto catequístico, por
una parte y sobre sus metodologías, por otra, para poder ofrecer, en la
persona de monseñor Luís Madrid Merlano, una propuesta de una
metodología lúdica creativa que coadyuve, a una mejor alternativa para la
Catequesis tanto en sus estrategias como en sus contenidos.
Existe el convencimiento que se aprende más jugando o con actividades
lúdicas que simplemente memorizando; todos los seres humanos recuerdan
con más facilidad lo que en la escuela o colegio se vivió con el juego; claro
que la lúdica no es simplemente el juego, pero tiene sentido el aprender
haciendo, el aprender jugando, más que el aprender copiando o el aprender
memorizando. Por esto los investigadores partieron de un grupo de
catequistas de algunas de las parroquias de la Diócesis para hacer un
análisis de la realidad; de ahí que se propusieron unas encuestas que dieran
luces sobre la situación catequística y ayudaran a su vez a la formulación de
una propuesta sobre la Lúdica en la Catequesis de la Primera Comunión.
Se tuvo como hilo conductor el hacer una reflexión sobre la implementación
de estrategias que dinamicen los encuentros de preparación de los niños y
niñas a La Primera Comunión con una metodología lúdico- creativa. De
todos es sabido que las Catequesis en la mayoría de las Parroquias de esta
Iglesia Particular o de cualquier otra, son ordinariamente monótonas, a
veces aburridoras, sin alicientes, sin muchos recursos didácticos, sin
ambientes favorables; así se pudo constatar en algunos sondeos de opinión
que se realizaron tanto en el Corregimiento de Villanueva como de Cartago
mismo.
Se tiene la idea o mejor un sueño de ser portantes de una Catequesis de
Primera Comunión que se viva con el dinamismo propio del Evangelio, no
solo por parte de los Catequistas, quienes, la mayor parte de las veces, dan
lo mejor de sí mismos, sino también por los contenidos mismos y por las
estrategias utilizadas. Anima a los investigadores, el anhelo de ver una
Diócesis que centra su mirada en una Catequesis lúdica que permita a
Catequistas y catequizandos, tener la mirada puesta en Cristo, los pies en la
tierra, para saber afrontar las diversas dificultades que la vida les presenta y
sobre todo, poder vivir con alegría y compromiso el Evangelio.
Se tiene puesta la confianza en el Catequista por excelencia: Cristo el
Señor. Él como Catequista Mayor será siempre, en este proceso y en todo
tiempo, el mejor guía, pues se tiene la absoluta seguridad que es Él, el que
hace su obra; el ser humano es simplemente un instrumento dócil en sus
manos. Con Cristo Maestro se podrá llegar muy lejos para que la Iglesia de
Cartago, sienta la alegría de servir a tal Maestro. De ahí que los
investigadores se dieron a la tarea de realizar una encuesta que les
permitiera detectar la realidad y encontrar alternativas de solución para el
problema planteado.
1. PROBLEMATIZACIÓN
1.1. DESCRIPCIÓN DEL PROBLEMA
Basados en investigaciones hechas por Héctor Osorio Sánchez, en la
experiencia de fe como sacerdote, en su labor docente y como estudioso del
fenómeno religioso, en uno de sus trabajos titulado “Cartago y la Catequesis”
(OSORIO, Héctor, 1999), describe el panorama actual frente a la catequesis
y su contextualización en la diócesis:
En su trabajo como investigador él afirma que en épocas pasadas era
mucho más fácil catequizar porque se tenía un ambiente imbuido de
cristianismo. Así mismo añade, que las familias eran mucho más unidas,
creyentes y practicantes de su fe. Había una mayor responsabilidad de los
padres ante la educación religiosa de los hijos. También resalta que existía
mayor temor de Dios, que en todas las regiones de nuestro país, la gente se
identificaba en la proclamación de una sola fe, en una sola religión, la
católica. Había mucho interés de parte de los maestros y docentes, en
general, por inculcar y enseñar las verdades fundamentales de la fe. Los
textos que se utilizaban en las escuelas y colegios eran auténticos
catecismos. Para los docentes “dar” la clase de religión era todo un
privilegio, más aún, era un compromiso serio de cristianos. La preparación
para los sacramentos, particularmente para la primera comunión y la
confesión, se iniciaba en la casa, se reforzaba en la escuela y se continuaba
en la parroquia, en el así llamado “catecismo parroquial”. La Iglesia misma le
daba mucha importancia y trascendencia a las celebraciones del año
litúrgico que servían, pedagógicamente, para despertar entre los niños y los
adolescentes un deseo vivo de conocer a Dios, de amarlo por encima de
todas las cosas y de vivir en su presencia. (Osorio Héctor, 1999).
Si se mira la realidad de antaño, hoy todo parece muy distinto; se ha perdido
la importancia de la preparación para la recepción de los sacramentos de la
penitencia o confesión y la Eucaristía o primera comunión; los padres de
familia se preocupan ya muy poco de la formación en la fe de sus hijos, tanto
que ni siquiera les hablan de Dios, como le sucedió a una señora que narra
que en su casa nunca escuchó hablar de Dios, por la indiferencia religiosa
de sus padres; su madre se convirtió a los setenta años, sesenta años
después de haber recibido la primera comunión. Esta situación hizo que a
pesar de haber formado un hogar y tener unos hijos, por la indiferencia
religiosa y la falta de compromiso, no tuvo un ambiente de familia cristiana
en el que cultivara la fe y por tanto sólo ahora a sus cuarenta años de edad
está iniciando un proceso de conocimiento y madurez en la fe en el Kerigma,
dentro de la estrategia llamada SINE.1 Así mismo, hoy la preocupación
mayor en muchos padres es la preparación de la fiesta posterior a la
recepción del sacramento, lo cual convierte el signo sagrado en un mero
acto social, lleno de protocolos, ostentación más que un acto religioso
cristiano o una verdadera fiesta en la fe.
1 SINE: Sistema Integral de Nueva Evangelización. Es una metodología en la Iglesia para llamar a la conversión y brindar un proceso de crecimiento y madurez en la fe.
En la Parroquia de San José de Villanueva, por ejemplo, muchos padres de
familia se acercan a preguntar: ¿“Padrecito…cuando son las primeras
comuniones y cuanto dura la preparación para la primera comunión?”. Ante
la respuesta muchos padres protestan, se desaniman o ponen objeciones
frente al período de preparación, ya que en esta parroquia existen una
programación y una planeación que dura ocho meses aproximadamente,
entre septiembre y mayo, tiempo que a muchos padres de familia les parece
exagerado, pues consideran que la preparación para recibir la primera
comunión sólo consiste en saberse algunas oraciones tradicionales que se
encuentran consignadas en una hoja o plegable.
De igual forma, en los lugares más apartados de la Parroquia se presenta
una gran dificultad para la preparación de los niños y niñas, ante lo cual, por
la carencia de catequistas idóneos, en muchas ocasiones se pide la
colaboración de los docentes presentes en la vereda que no tiene una
adecuada preparación en este campo y por tanto la enseñanza religiosa
escolar se convierte en una actividad catequística aislada tergiversando la
finalidad de la primera o haciendo superficial esta última. Aunque entre
ambas se da una complementariedad, al mismo tiempo, se dan unas
grandes diferencias en cuanto a los contenidos, a la metodología, a los
agentes y beneficiarios.
Por otro lado en la Parroquia de San Joaquín y Santa Ana de Cartago Valle,
muchos padres de familia después que los niños han vivido el proceso de
preparación, deciden aplazar la recepción del sacramento con el pretexto de
que no cuentan con los suficientes recursos económicos para vestidos,
accesorios y demás cosas que consideran importantes, o en espera de un
familiar que vive en el extranjero y su presencia es más importante que de la
Cristo, porque el aquel pariente será quien corre con todos los gastos de la
fiesta; esto es prueba de la mentalidad de la sociedad de consumo en la que
esta permeado el ambiente social actual y de la que también la Catequesis
no es la excepción.
En el sondeo realizado a los actores del escenario catequístico: catequistas,
párrocos, se evidencia que uno de los factores más comunes que impiden el
desarrollo efectivo del proceso catequístico es que los padres de familia no
son conscientes de su papel como principales responsables en la formación
de la fe de sus hijos, de allí su preocupación más por el aspecto social que
por lo espiritual. El fenómeno manifiesta que los padres de familia no
propician espacios para que el hogar sea escuela de valores cristianos, y a
la que Juan Pablo II llamó “escuela del más rico humanismo” (F.C., 3), por lo
cual, se delega totalmente esta tarea a la escuela, al colegio, a la parroquia
y en últimas al catequista considerándolo como el único responsable.
En cuanto a los niños y niñas, en no pocos casos, la principal motivación no
es en sí misma la recepción del sacramento, manifestado en reconocer a
Jesús eucaristía presente en la hostia consagrada y recibido al comulgar,
sino el mismo hecho social y sólo como costumbre religiosa; la mentalidad
materialista que los padres y el ambiente han infundido en ellos, ha hecho
que el niño o niña, en un gran porcentaje, no comprenda el verdadero
sentido de recibir la primera comunión, motivándose más por la fiesta y los
regalos que van a recibir en ese día, que por la recepción de Cristo
eucaristía en su vida.
Una catequista de la parroquia de San José, Albelly Restrepo afirma : “los
niños, hoy día, vienen con una gran carencia de lo básico… ni siquiera se
saben las oraciones principales, aun más, ni siquiera saben signarse y
persignarse…por lo tanto hay que empezar desde cero y así queda muy
duro”. Esta es una expresión de la crasa ignorancia de muchos padres de
familia con respecto al gravísimo deber que ellos tienen de cultivar la fe de
sus hijos.
Los niños necesitan de un presupuesto cristiano que es ineludible y que sólo
se recibe desde el hogar. Un verdadero proceso de preparación a este
sacramento, y también en los demás, implica un acompañamiento
permanente, paso a paso, en el antes, durante y después de la recepción del
sacramento, que respalde y garantice el fruto y la gracia del mismo.
El problema de la Catequesis también se puede percibir por la falta de
catequistas idóneos. En muchas parroquias “los agentes de la fe” son
jóvenes del grado décimo y decimoprimero que se disponen a pagar unas
horas de labor social para cumplir con un requisito exigido a la hora de
graduarse pero no con la vocación y el carisma para cumplir con esta misión.
En otras parroquias paradójicamente son fieles de muy avanzada edad, de
pensamiento tradicionalista, anquilosados en paradigmas ya superados
porque, en muchos casos, no se han promovido para la renovación y el
cambio por medio de la formación seria y permanente. En tiempos pasados
no se les brindaba preparación adecuada, pues se elegía a los fieles más
piadosos y con eso bastaba, por tanto, no se había creado ni una
mentalidad, ni una necesidad de la gran responsabilidad que se asume a la
hora de realizar esta tarea.
En las Parroquias donde ha trabajado el Pbro. Manuel y el Pbro. César se
presenta también este fenómeno. Existen dificultades con los catequistas en
cuanto que muchos de ellos no tienen una fe suficientemente madura que
les permita asumir esta misión como una verdadera vocación, no basta con
la buena intención, porque esta tarea exige actitudes indispensables que van
más allá de la buena voluntad de los fieles. Además, los que realizan la
catequesis no han tenido una formación pedagógica mínima, que les permita
desarrollar los encuentros catequísticos de manera más dinámica y lúdica,
de acuerdo a los modernos estudios e investigaciones sobre la enseñanza-
aprendizaje, aspectos perfectamente aplicables, no sólo a la Educación
Religiosa, sino también a la Catequesis presacramental.
Ahora, con la nueva doctrina del Vaticano II en la que se resalta la labor del
laico y con el desarrollo más explícito por medio de los documentos
pontificios, tales como: La Exhortación Apostólica sobre los fieles laicos
(Christifideles Laici, 1988), la Carta Encíclica “Ecclesia de Eucharistia” del
Sumo Pontífice Juan Pablo II sobre la Eucaristía en su relación con la
Iglesia, 2003, La Carta Apostólica “Dies Domini” (Día del Señor) sobre el
sentido cristiano y religioso del domingo, 1998, “Mane Nobiscum Domine”,
(“Quédate con nosotros, Señor”) Carta Apostólica de Juan Pablo II, con
motivo del año de la Eucaristía
( Octubre 2004-octubre de 2005); Redemptionis Sacramentum (Sacramento
de Redención) Instrucción sobre algunas cosas que se deben observar o
evitar acerca de la Santísima Eucaristía. Así mismo medios como la
ESPAC,2 y la Universidad Católica Popular del Risaralda, brindan un apoyo
valioso. Estos son caminos que expresan un avance, un intento que
manifiesta la preocupación por mejorar en este campo, pero que necesitan
de más promoción en las parroquias de la Diócesis de Cartago.
Las condiciones y las características demográficas, la falta de una adecuada
infraestructura para impartir la catequesis (salones, muebles y enseres,
material didáctico, recursos catequístico) son también en las parroquias de la
Diócesis de Cartago un factor que dificulta esta tarea, pues no se le brinda al
catequizando un ambiente agradable y acogedor, requisito para disponer la
mente y el cuerpo para recibir adecuadamente la enseñanza de la fe.
La metodología catequística en la gran mayoría de las parroquias de la
diócesis es tradicional, discursiva y poco dialogal, memorística y menos
reflexiva lo que hace de esta tarea algo monótona, pasiva, aburridora.
Existen algunas excepciones: en las parroquias de San José en Villanueva y
San Joaquín y Santa Ana de Cartago Valle, entre otras, se realizan
esfuerzos y se implementan diversos medios para hacer de la Catequesis
una acción innovadora, renovada, un verdadero proceso de formación
integral; pero hay poca difusión y menos aun una sistematización de estas
experiencias significativas.
En síntesis:
Falta unidad en los criterios que guían la práctica de la Catequesis
Parroquial por parte de los responsables, lo cual lleva a la improvisación o la 2 ESPAC: Escuela Parroquial de Catequesis. Es todo un camino de formación para Catequistas que brinda herramientas valiosas en diferentes dimensiones en las que el catequista debe prepararse para responder a la tarea de catequizar.
superficialidad en la práctica por falta de investigación, programación,
planeación, evaluación…
Insuficiente número de “agentes de la fe” y en los que participan falta una
adecuada formación pedagógica, didáctica, doctrinal y espiritual que los
haga más idóneos para esta misión.
Hay poco compromiso de la familia del niño en el proceso de preparación al
sacramento a causa de la ignorancia religiosa creciente, descomposición y
ruptura del núcleo familiar y el consumismo reinante.
La fuerte influencia del secularismo y diversos fenómenos religiosos en el
contexto donde se desenvuelven los niños dificulta el cultivo, crecimiento y
apropiación de los valores cristianos propuestos en el Evangelio.
Todavía pesa mucho sobre las familias, los catequizandos y las parroquias
la tradición antigua de que la catequesis es sólo para niños y niñas y que
sólo es un requisito para prepararse a recibir los primeros sacramentos. Esta
visión recortada de la catequesis impide el desarrollo de verdaderos
procesos de evangelización.
1.2. JUSTIFICACIÓN
La Primera Comunión es definitiva en la madurez de la fe de todo cristiano.
De ahí la importancia de realizar un buen proceso de catequesis en la
comunidad parroquial. Cuando un niño o un joven logra experimentar la
presencia de Jesús y su unión con Él, nunca lo abandonará. Es una vida
diferente, movida por los más altos valores que ofrece la felicidad que todos
anhelamos. Cada año se preparan muchos niños y niñas para este
sacramento pero en la mayoría de los casos ellos no adquieren un
compromiso que los lleve a permanecer y perseverar en este proceso de
crecer y madurar en la fe. ¿En qué se esta fallando? La Iglesia es Madre y
Maestra, rica en doctrina, pero, ¿Es efectiva dicha enseñanza?
Existe todavía mucha ignorancia religiosa, la catequesis no llega a todos y
muchas veces llega en forma superficial, incompleta en cuanto a sus
contenidos, o puramente intelectual, sin fuerza para transformar la vida de
las personas y de sus ambientes, (D.S.D, 41).
La Catequesis ha sido siempre para la Iglesia un deber sagrado y un
derecho de todo bautizado. En ella se brinda la oportunidad de cultivar la fe
de los fieles; en cada Parroquia se espera mucho del trabajo que pueden
llevar a cabo los Catequistas con miras a extender el Reino de Dios,
promoviendo una sociedad más humana y más de acuerdo con el Evangelio.
Por una parte, es un deber desde el punto de vista teológico, ya que todo
bautizado por el hecho de su mismo bautismo tiene el derecho de recibir de
parte de la Iglesia una enseñanza, un proceso que le ayude a madurar la
semilla de la fe que ha recibido y una formación que le permita llevar una
vida verdaderamente cristiana; desde la perspectiva de los derechos del
hombre, toda persona humana tiene derecho a buscar la verdad religiosa y
de adherirse plenamente a ella, libre de toda coacción, al respecto Juan
Pablo II trata ampliamente en la Catechesi Tradendae (C.T., 31).
La Catequesis es de primordial necesidad, no sólo en la Diócesis de
Cartago, sino en todo el mundo, por cuanto ella es el vehículo que la Iglesia
tiene para transmitir la fe, desde la más tierna infancia y en todas las etapas
del desarrollo de la persona y de la vivencia cristiana; la necesidad de
conocer a Dios de todo ser humano lleva a la Iglesia a convertirse en Madre
y Maestra. Como Madre es solícita con el crecimiento en la fe de todas las
personas y como Maestra busca las metodologías más apropiadas que
permitan llevar al niño, al joven y al adulto al encuentro vivo con Jesucristo el
Señor y Salvador.
No existe crecimiento en la fe sin catequesis y por tanto, se necesitan
personas bien preparadas. Aunque la credibilidad de la fe y sus contenidos
no dependen absolutamente de las metodologías, sí se hace necesario la
aplicación de los mejores métodos de acuerdo a un proceso gradual según
las etapas del desarrollo de la persona humana y testimoniarla de modo que
puedan despertar entre la gente la credibilidad en la enseñanza, en la
propuesta de la fe y en la praxis de lo que dice creer y se atreve a proclamar.
La actividad catequética debe propiciar escenarios, desarrollar procesos en
circunstancias favorables de tiempo y lugar, implementando las
metodologías y estrategias para la práctica. La catequesis más que un
contenido teórico de verdades, más que un desarrollo magistral de un tema
de fe es un acompañamiento y cultivo de la fe inicial del cristiano. No sólo se
prepara para un sacramento sino para la vida. Por tanto no es un proceso
sistemático sino un proceso dinámico e integral para todos los momentos de
la vida del cristiano.
Teniendo en cuenta la doctrina desarrollada en Aparecida en la que se
insiste en la necesidad de formar Discípulos y Misioneros, esta V
Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y Caribeño se
propone “la gran tarea de custodiar y alimentar la fe del pueblo de Dios, y
recordar también a los fieles de este continente que, en virtud de su
bautismo, están llamados a ser discípulos y misioneros de Jesucristo” (D.A.,
7 ; D.S.D. 15), con esto se da un paso hacia un nuevo período de la historia
con sus desafíos y exigencias, caracterizado por el desconcierto
generalizado que se propaga por nuevas turbulencias sociales y políticas,
por la difusión de una cultura lejana y hostil a la tradición cristiana, por la
emergencia de variadas ofertas religiosas, que tratan de responder, a su
manera, a la sed de Dios que manifiestan nuestros pueblos.
Después de Aparecida la Iglesia ha convocado a una misión universal, de
allí la urgente necesidad de que los catequistas se preparen adecuadamente
con la Palabra de Dios y con la doctrina actual de la Iglesia para hacerse
idóneos y para que esta misión tenga sentido y el niño de hoy se dignifique
más y adquiera la actitud coherente a los valores del Evangelio. Es
necesario una renovación de la enseñanza de la fe.
El catequista, por ilustrado que sea en todas las ciencias humanas y divinas,
relativas a la fe, en el momento de ejercer su ministerio (servicio), se sitúa
siempre frente al problema pedagógico, el de cómo hacer que el niño pase,
de llenar su inteligencia (mente), de mover su voluntad y disponer su
afectividad (corazón), a una auténtica vivencia de la fe en la verdades
reveladas por Dios (manos). Analizando desde los enfoques pedagógicos
muchos procesos de catequesis de preparación a la primera comunión en
las parroquias de la Diócesis de Cartago se desarrollan en un modelo
tradicional, no tienen en cuenta el contexto lúdico en el que se desenvuelven
los niños y niñas.
El discurso lógico desde el cual los catecismos, en su gran mayoría, se
estructuran es desde lo teórico-doctrinal; la lúdica dinamiza estos procesos
porque es una dimensión vital para el desarrollo de la persona. En este
campo específico de la catequesis de primera comunión se puede constatar
que el niño y la niña, aprenden más por medio de las actividades lúdicas,
que por cualquier otro medio, ya que estas estrategias lo motivan de manera
personal en lo que para su imaginario resulta interesante y vale la pena
según su etapa de desarrollo, y en consecuencia, lo asume
espontáneamente ya que a través de la lúdica se aplican aspectos
fundamentales para el proceso pensar-aprender, tales como la intención, la
atención y la dedicación. 3
La concepción misma de la catequesis tiene que cambiar. No puede seguir
siendo la memorización de unas verdades que nadie entiende sino la
asimilación de la Palabra, de la Persona de Jesús, de la educación y
formación de las personas según el modelo de hombre, que es el mismo
Jesús. Para ello es necesario despertar la conciencia sobre la importancia
que tiene la formación de los catequistas fortaleciendo tres dimensiones
(doctrinal, espiritual y pedagógica). Afrontar este problema es abordar la
ciencia de la metodología y concretamente queremos situarnos frente a la
3 Sobre el proceso de pensar‐aprender de GARCÍA, Salazar José Luis, Creatividad, nos explica más detalladamente, capítulo 2. Funcionamiento de la mente.
pregunta: ¿Cómo hacer más interesante y efectiva la catequesis que se
imparte a los niños que se preparan para el sacramento de la Eucaristía?
Por tanto, implementar en este paso de la Evangelización la Metodología
Lúdico Creativa en la Catequesis.
El propósito principal de este trabajo de investigación es el de contribuir al
mejoramiento de la práctica catequística en la diócesis de Cartago
implementado la metodología lúdico-creativa y así despertar el compromiso
de mejorar para que la Catequesis sea más dinámica, creativa, vivencial y
reflexiva.
1.3. OBJETIVOS
1.3.1 OBJETIVO GENERAL
Generar estrategias que dinamicen la práctica de la Catequesis de
Preparación a la Primera Comunión de la Diócesis de Cartago, mediante una
Metodología Lúdico-creativo, para beneficio de todas las Comunidades
Parroquiales de la Diócesis.
1.3.2 OBJETIVOS ESPECÍFICOS
• Brindar al Catequista de Primera Comunión elementos teóricos y ayudas
prácticas, mediante talleres y charlas, que les permitan realizar más
consciente y efectivamente su tarea evangelizadora.
• Describir estrategias que les permitan a los niños descubrir sus valores,
talentos y demás potencialidades humanas y cristianas proyectándolas en la
comunidad y su ambiente familiar.
• Proponer a la Diócesis de Cartago una Metodología Catequística Lúdico-
creativa para la preparación de los niños y niñas al sacramento de la
Eucaristía.
1.4. DELIMITACIÓN DEL PROBLEMA
El problema queda delimitado conceptualmente al considerar la Catequesis,
no en su generalidad, que por cierto es bien interesante, sino solo de la
Catequesis de Iniciación Cristiana. Y ahí está las experiencias de fe con las
preparaciones a la Primera Comunión. Es aquí donde radica la pregunta y
se fundan los objetivos. La Catequesis de Primera Comunión será entonces
el punto de partida de esta monografía.
• CONTEXTO: Niños entre los ocho y los diez años de edad participante de
la preparación al sacramento de la Eucaristía.
• ESPACIO: - Parroquia de San José y San Joaquín y Santa Ana,
jurisdicción de la Diócesis de Cartago, área urbana, ubicada en la comuna
No. 7 en el municipio de Cartago Valle. – Parroquia de San José,
corregimiento de Villanueva, área rural, municipio de El Águila Valle.
• TIEMPO: Proceso de Catequesis Parroquial para la Primera Comunión,
comprendido entre Septiembre de 2008 y Junio de 2009.
1.5. FORMULACIÓN DEL PROBLEMA
¿Cómo implementar una metodología lúdico-creativa en un proceso de
preparación a la Primera Comunión en las Parroquias de San José y San
Joaquín y Santa Ana de la Diócesis de Cartago?
2. REFERENTE TEÓRICO
2.1 ANTECEDENTES TEÓRICOS:
La Diócesis de Cartago durante treinta y tres años vivió una experiencia
catequística muy significativa que fue implementada y puesta en práctica por
el Excelentísimo Señor Obispo José Gabriel Calderón. El primer obispo de la
Diócesis de Cartago se caracterizó por ser un gran catequista, tarea que
realizó con dedicación, entrega y cariño, proyectándolo en sus homilías, en
el material que editó y publicó por medio de la imprenta Santa Elena.
Monseñor José Gabriel Calderón, el “Obispo Catequista de Colombia”,
dedicó gran parte de su vida y de su labor pastoral a la catequesis y, más
aún, después al ser obispo emérito siguió orientando, iluminando y
realizando Catequesis permanente. Por tanto, destacar todas aquellas
realizaciones, experiencias, publicaciones, programas y propuestas que, a
nivel diocesano, se han vivido y que se han presentado a toda la Nación y
América Latina a modo de experiencia y vivencia catequística se considera
un antecedente valioso para este trabajo de investigación. Cada forma de
hacer Catequesis, cada método, cada ayuda pedagógica y didáctica sirven
como ejemplo, como modelo y como propuesta para ser experimentada y
renovada en cualquier parroquia.
Retomar la obra catequística de monseñor Calderón sirve para reflexionar
sobre, cómo esta inspiró a catequistas y comunidades parroquiales, y cómo
actualmente se podría articular con la estrategia lúdico-creativa para
elaborar y crear material catequístico, idear otros métodos, otras ayudas y
otros caminos para facilitar y hacer más efectiva la labor catequística de los
padres de familia, párrocos, a los catequistas y a los formadores de los
agentes de la catequesis.
Sobre la tarea realizada por monseñor José Gabriel Calderón Contreras,
primer obispo de la Diócesis de Cartago se han recogido algunos
testimonios que evidencian la labor realizada durante su ministerio
episcopal:
“Quiero que ésta sea un homenaje muy sincero de afecto y gratitud al
Excelentísimo Señor Obispo Emérito de Cartago, monseñor José Gabriel
Calderón Contreras (…) Su multiforme servicio pastoral plasmado en tantas
obras (…) estaban marcadas por unas prioridades pastorales definidas, que
le permitieron configurar la jurisdicción según el modelo del Concilio
Vaticano II (…) La catequesis en todos los niveles, elaborando los textos, las
filminas, las obras de teatro y todos los elementos necesarios para hacerla
fructífera”. Lo anterior son comentarios que Monseñor Madrid Merlano hizo
sobre la tarea de Monseñor Calderón en la Catequesis, con motivo del
cuadragésimo aniversario de la diócesis (Revista Diócesis de Cartago: 40
años de servicio, 2002, p. 3).
“La formación de los niños y jóvenes ha sido prioridad en la acción pastoral
de la Diócesis (…) La Iglesia Diocesana en 40 años ha sido Madre y Maestra
para todos, especialmente para la niñez y la juventud. Monseñor Calderón
era conocido (antes de llegar a Cartago) como el “Catequista de los niños”, y
esto lo vino a confirmar y realizar con su fecunda labor educativa de la cual
él mismo era participe como docente en muchos colegios recién fundados,
escribe el Pbro. Jesús Alberto Lozano, Vicario de Pastoral, en un artículo
para la revista mencionada anteriormente (p.33).
Héctor Osorio Sánchez, en su libro “Cartago y la Catequesis”, hace una
crónica detallada sobre la labor catequística de Mons. José Gabriel Calderón
y su metodología catequística por tal razón, algunos de sus apuntes están
consignados en este trabajo a continuación:
“Monseñor José Gabriel Calderón ha sido un catequista a toda prueba, un
catequista por excelencia (…) ha dedicado su vida, su predicación, su
accionar, sus escritos, sus experiencias innovadoras, su tiempo, sus
recursos económicos, su trabajo pastoral a la catequesis (…) Monseñor
Calderón ha sido toda una escuela de catequesis. Vive experimentando y
haciendo catequesis de adultos, de niños y de jóvenes (…) Todo en él es
catequesis porque sabe que el mundo necesita del mensaje de Cristo que
salva, que ordena la vida de las personas y los pueblos y que hace
progresar al hombre según los designios de Dios” (OSORIO, Héctor, 1999,
p. 93).
Monseñor Calderón inventó un método catequístico, que utilizaba en todos
los textos de religión y para la preparación de los sacramentos de iniciación
cristiana, entre los cuales, de manera específica para la preparación a la
primera comunión editó y publicó un folleto con el cual se trabajó durante
muchos años y el cual llevaba por título: “Quien coma este pan vivirá para
siempre” (CALDERON, José Gabriel, 2005). Se puede resaltar en dicho
trabajo catequístico, una gran riqueza doctrinal y espiritual; sin embargo, en
la visión actual de la doctrina de la Iglesia y de las exigencias pedagógicas
del mundo actual se necesita de una renovación en cuanto a
contextualización y su articulación con la estrategia lúdico-creativa.
Es interesante el proceso de renovación de la Catequesis que Monseñor
Calderón realizó al llegar a Cartago (año de 1962) inició una promoción de la
clase de religión. Para ello se difundió el catecismo que el mismo Obispo de
la Diócesis había escrito siguiendo normas, principios y contenidos
expresados por el Concilio de Trento. El inspirador por excelencia de este
Catecismo fue el Padre Astete. Su método de preguntas y respuestas que se
aprendían de memoria fueron un modelo para que los catecismo diocesanos
se escribieran bajo la propuesta de cien preguntas y sus respectivas
respuestas para grado escolar para la Educación Básica Primaria. Pero esta
experiencia no duró mucho tiempo. A partir del Concilio Vaticano II los
Catecismos escritos por Monseñor Calderón cambiaron su metodología y su
contenido. Abandonaron la propuesta por el Padre Astete (método
memorístico).
Monseñor Calderón inventó un método catequístico, que utilizaba en todos
los textos de religión y los encuentros de catequesis. Se inspiró en el pasaje
del Evangelio de San Lucas que narra el encuentro de los discípulos de
Emaús con Jesús resucitado. En él suceden varias cosas:
1. Los discípulos van camino hacia Emaús comentando sobre los
acontecimientos que había sucedido en los días anteriores en Jerusalén. Se
trataba de los acontecimientos humanos de la pasión, muerte y resurrección
de Jesús. Jesús en persona se acercó y se puso a conversar con ellos sobre
los mismos acontecimientos (Lc 24,13-24). Se da un Diálogo.
2. Luego Jesús les recordó la Sagrada Escritura en lo que se refería a los
últimos sucesos de su vida (Lc. 24,25-26).
3. Jesús les explicó las Escrituras e iluminó con ellas los acontecimientos
que acababan de suceder en Jerusalén y sobre los cuales hablaban los
discípulos de Emaús (Lc. 24,27).
4. Luego, Jesús termina su encuentro con los discípulos de Emaús
realizando un acto social (quedarse con ellos y sentarse a la mesa para
comer) y un acto litúrgico (la bendición y fracción del pan). A los discípulos
se les abrieron los ojos y lo reconocieron (Lc. 24,28-31). Los discípulos se
pusieron en camino y fueron a contarle a los once apóstoles y a sus
compañeros lo que les había pasado (Lc. 24,32-35)
El método utilizado por monseñor Calderón se desarrolla en cuatro pasos:
1. Se inicia toda lección con un diálogo (preguntas y respuestas) sobre los
acontecimientos y sucesos de la vida diaria que tienen que ver con el tema
que se va a tratar. Es un diálogo para que reflexionemos juntos,
catequizandos y catequistas, acerca del problema que los inquieta o los
debe inquietar.
2. Se continúa con la selección de un texto bíblico que haga referencia al
tema en cuestión. Después se lee, se reflexiona y se iluminan los hechos
humanos con la Palabra Divina.
3. Se explica, después, la doctrina que se desea comunicar a los
catequizandos. Se puede realizar esta actividad por medio de charlas
doctrinales, exposiciones temáticas, o mediante el uso de cualquier otros
recurso didáctico. Lo importante es que la doctrina de la Iglesia sea expuesta
de la forma más clara y precisa posible.
4. Por último, se da una sugerencia, de orden práctico, que permita llevar a
la práctica de la vida lo que la fe ha enseñado. Las acciones litúrgicas, el
testimonio de vida, la labor apostólica, la vida acorde al evangelio son
formas de poner en práctica la doctrina aprendida.
La catequesis de Jesús resucitado a los discípulos de Emaús es el modelo y
la inspiración de la metodología catequística que Monseñor Calderón
explicita en sus textos de religión.
Como un complemento de las anteriores partes o secciones existe una
página en blanco en donde los catequizandos efectúan una reflexión
personal, ya se a modo de dibujo, de cuadro sinóptico, de reflexión escrita.
En aquella página anotan todas aquellas cuestiones, dudas, comentarios,
análisis, preguntas, compromisos, esquemas y dibujos que se les ocurren a
partir del tema estudiado.
El catecismo del grado segundo enfatiza en la preparación a la recepción del
sacramento de la eucaristía. Tiene como objetivo educar al estudiante para
que celebre el domingo como día del Señor, a través de la participación
activa, consciente y plena en la Santa Misa, recibiendo el pan de la Palabra,
presentando como ofrenda el pan de los hombres y alimentándose
sacramentalmente con el pan de la Eucaristía, con el fin de vivir más santa y
dignamente la vida que Dios le dio. Para ello se profundizan los siguientes
subtemas:
Aprendamos a escuchar la Palabra de Dios
Aprendamos a presentar nuestras ofrendas
Aprendamos a ofrecer el sacrificio de Jesús
Aprendamos a comer el pan de la vida eterna.
Por otra parte, con la llegada del nuevo Obispo de la Diócesis de Cartago,
Monseñor Luis Madrid Merlano, quien llegó a la diócesis el 9 de junio de
1995 y el 10 de junio se posesionó casi a los 33 años de haber llegado
Monseñor José Gabriel Calderón, se inició una nueva etapa en la historia de
la Iglesia Particular de Cartago. Desde ese momento en que inició su
servicio a la Diócesis de Cartago, monseñor Luis infundió en el clero atender
con el mayor respeto, con el mayor cuidado y gratitud a la persona del
obispo Emérito, hasta el día en el que el Divino Maestro, el Gran Catequista
lo llamó a su presencia partiendo a la eternidad y dejando una herencia
catequística valiosa.
La organización del Plan de Pastoral para la Diócesis ha sido una gran
preocupación y un gran aporte del actual obispo; este dinamiza el trabajo
con los laicos, puesto que su objetivo es el de tener una Iglesia diocesana
que viva la comunión y participación en Cristo resucitado y en donde a la
Catequesis se le ha dado una importancia capital.
En la Diócesis de Cartago desde el año 2000 se inició la implementación del
Plan Diocesano de Pastoral. Cada una de las delegaciones pastorales ha
venido trabajando en el cumplimiento del objetivo general del Plan: que “la
Iglesia de Cartago realice un encuentro con Jesucristo vivo” (SINE). En
cuanto se refiere a la catequesis parroquial, se ha comenzado a
experimentar una nueva estructura que comprende 6 niveles: Iniciación,
Confesión, Comunión, Crecimiento, Confirmación, Perseverancia.
Esta nueva estructura recoge orientaciones del Directorio General para la
Catequesis, presentando la evangelización como un proceso en el cual se
destaca la importancia de el Primer Anuncio (nivel de iniciación).
En la diócesis de Cartago se han trabajado propuestas de formación como la
ESPAC que busca fortalecer en el catequista tres dimensiones (doctrinal,
espiritual y pedagógica); se ha comenzado a observar el compromiso y la
entrega de los evangelizadores. Sin embargo, en el momento actual de esta
monografía se evidencia que falta más promoción y más acogida en las
parroquias de este proceso de formación catequístico.
Sobre el tema de la dimensión Lúdica en procesos de educación en la
colección de monografías se ha encontrado un trabajo importante y el cual
se titula: “La Dimensión Lúdica en la Enseñanza Religiosa Escolar en el
Centro Educativo Dosquebradas Municipio de Mistrató”, realizado por
Rosalba Sabogal Alcalde y Beatriz Elena Zuluaga Roldán, en Noviembre de
2006. El objetivo de este trabajo de investigación fue propender por el
mejoramiento de la calidad de la enseñanza religiosa escolar a través de la
lúdica, la investigación se hizo y se aplicaron estrategias a los estudiantes de
grado séptimo; una, entre varias conclusiones afirma que la lúdica en la
enseñanza religiosa escolar es una gran herramienta metodológica que libra
a los estudiantes del stress, los reanima y los renueva, constituyéndose ésta
como una actitud favorable al goce, a la diversión, pasa tiempo que a la vez
les ayuda a comprender y asimilar más fácilmente los contenidos.
2.2. MARCO CONCEPTUAL
2.2.1 NATURALEZA, FINALIDAD Y TAREAS DE LA
CATEQUESIS
NATURALEZA:
En uno de los tantos trabajos preparados por Monseñor Calderón se puede
leer algo de la historia de la catequesis y vale la pena recordar y mencionar
en esta parte porque es un soporte bíblico basado en el libro de los Hechos
de los Apóstoles, “El Evangelio del Espíritu”, en el que se puede interpretar
la naturaleza de la catequesis.
“El día de Pentecostés habló San Pedro, por primera vez en el mundo, del
Señor Jesucristo. Proclamó la gran noticia, que sería luego el anuncio
central de la cual la Iglesia sería portadora a través de todos los siglos:
Cristo ha resucitado, nosotros somos testigos!. Esta, que es la síntesis de la
predicación de los apóstoles, tal como la encontramos en el libro de los
Hechos de los Apóstoles, hizo reaccionar a los oyentes (C.f. Hch. 2,14-39;
3,12-26; 4,9-12; 5,29-32; 10,34-43; 13,16-41).
Surgió entonces la pregunta: ¿Qué hemos de hacer hermanos?. Pedro les
contesto: convertíos y que cada uno de vosotros se haga bautizar en el
nombre de Jesucristo, para remisión de vuestros pecados; y recibiréis el don
del Espíritu Santo” (Hch. 2,37-38).
En este sencillo relato está el comienzo de la historia de la Catequesis. Todo
parte del anuncio, de Jesucristo, que invita a la fe (momento misionero). Ha
de venir luego la INICIACIÓN CRISTIANA, es decir los sacramentos del
Bautismo, la Confirmación, la Eucaristía. Así la persona será introducida en
una comunidad cristiana en la que vivirá su existencia cristiana” expresa
Monseñor Alberto Giraldo, Arzobispo de Medellín cuando escribe sobre
memorias de monseñor Calderón ( GIRALDO, Alberto, Pentecostés de
1999).
La Iglesia es consciente de que Jesús le dio un mandato claro y explícito: Id
por todo el mundo, predicad el evangelio y bautizad a toda criatura en el
nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo (C.f. Mateo 28,18-19). Hay
una misión por cumplir, difundir el evangelio, proclamarlo a toda persona,
llamar a la conversión, dar a conocer a Jesucristo y, finalmente, propiciar el
encuentro con Jesús a través de los sacramentos y de la comunión con los
hermanos.
Lo anterior demuestra como la Iglesia desde sus orígenes, ha considerado la
catequesis como una de sus tareas fundamentales. Dentro de la tradición
viva de la Iglesia, catequesis ha ocupado un puesto muy especial:
“La catequesis ha sido siempre considerada por la Iglesia como una de
sus tareas primordiales… Muy pronto se llamó catequesis al conjunto de
esfuerzos realizados por la Iglesia para hacer discípulos, para ayudar a los
hombres a creer que Jesús es el hijo de Dios, a fin de que, mediante la fe,
ellos tengan la vida en su nombre, para educarlos e instruirlos en esta vida y
construir así el Cuerpo de Cristo. La Iglesia no ha dejado de dedicar sus
energías a esa tarea” (C.T., 1, 1979).
La Catequesis tiene como sujeto a la misma Iglesia, pues ella tiene como
función propia la de evangelizar, la de transmitir el contenido integro del
evangelio, la de suscitar la fe entre las personas y la de llevar como
comunidad creyente a todos al encuentro con el Padre Eterno.
La catequesis es esencialmente un camino, un itinerario que la Iglesia tiene
para cumplir cabalmente la misión encomendada por Jesús, de modo que
una persona incorporada a la comunidad, haciendo un proceso aprenda a
celebrar, vivir, compartir, comunicar y expresar la fe en Jesucristo, Divino
Maestro.
La Catequesis a partir del Concilio Vaticano II:
El impacto del Vaticano II ha sido y sigue siendo muy grande. Aunque este
Concilio no afrontó de manera directa y explícita el tema de la catequesis, sí
se ocupó de forma decisiva de algunos puntos relacionados esencialmente
con ella: La Palabra de Dios, La Fe, La Iglesia, la relación Iglesia-Mundo.
Desde la década de los ochenta se comenzó a vislumbrar un verdadero
proceso de renovación de la Catequesis, a la luz del Vaticano II. Existen
otros documentos de gran valor para la Catequesis de hoy: El Directorio
Catequístico General (1971); Evangelii Nuntiandi (El Anuncio del Evangelio,
S.S. Paulo VI,1975); Catechesi Tradendae ( Exhortación Apostólica, sobre la
Catequesis en nuestro tiempo, Juan Pablo II, 1979); Cartas Encíclicas de
Juan Pablo II como: Redemptoris Hominis (Redentor del hombre) (1979);
Dives in Misericordia (Rico en Misericordia) (1986); Christifideles Laici (Los
Fieles Laicos) (1988); Redemptoris Missio (Misión del Redentor) (1990).
También tenemos El Catecismo de La Iglesia Católica (2003) y el Directorio
General para la Catequesis (1997), junto con los Documentos de las
Conferencias Episcopales Latinoamericanas: Medellín (1968), Puebla
(1978), Santo Domingo (1992) y Aparecida (2007).
Dos documentos del Concilio Vaticano II describen la Catequesis como
instrucción de la doctrina cristiana:
El decreto sobre el oficio pastoral de los obispos Christus Dominus (Cristo El
Señor), describe la catequesis por su finalidad. Habla de la “instrucción
catequética”, “cuyo fin es que la fe, ilustrada por la doctrina, se torne viva,
explícita y activa tanto a los niños y adolescentes como a los jóvenes y
también a los adultos” (CD, 14). Por su parte la declaración sobre la
educación cristiana de la juventud, Gravissimum educationis (El Deber de
Educar), describe la Catequesis por las tareas que desarrolla. El número
cuatro del documento conciliar señala que la Catequesis es un medio a
través del cual la Iglesia realiza su función educadora. Después añade lo
siguiente:
“La instrucción catequética, que ilumina y robustece la fe, nutre la vida con
el espíritu de Cristo, conduce a una consciente y activa participación del
misterio litúrgico y mueve a la acción apostólica” (Vaticano II, “Gozos y
esperanzas”, 4).
FINALIDAD
La Catequesis tiene como fin propio el de propiciar que el catequizando y el
catequista vivan su fe de una manera muy viva, muy activa y efectiva.
De ahí que se puede decir que el objetivo fundamental de la catequesis es
permitir que la persona tenga un encuentro vivo con Jesucristo, comunión
personal y que esta experiencia le lleve a proclamarlo a otros. Madurar la fe
y profundizar en el conocimiento personal de Jesucristo tienen que ser las
dos razones fundamentales para la existencia de la Catequesis: “La
peculiaridad de la Catequesis, distinta del anuncio primero del Evangelio que
ha suscitado la conversión, persigue el doble objetivo de hacer madurar la fe
inicial y de educar al verdadero discípulo por medio de un conocimiento más
profundo y sistemático de la persona y del mensaje de Nuestro Señor
Jesucristo” (C.T., 19)
La Catequesis se propone como meta, como objetivo esencial, a Jesucristo y
su Palabra. La educación en la fe del catequizando sólo se puede hacer
realidad cuando profundiza en las verdades del evangelio, cuando asimila
mejor la enseñanza de Jesús, cuando esta experiencia religiosa transforma
su vida y su entorno: “La finalidad de la catequesis, en el conjunto de la
evangelización, es la de ser un proceso de enseñanza y madurez, es decir,
el tiempo en que el cristiano, habiendo aceptado por la fe la persona de
Jesucristo como el solo Señor y habiéndole prestado una adhesión global
con sincera conversión del corazón, se esfuerza por conocer mejor a ese
Jesús en cuyas manos se ha puesto” (C.T., 20).
TAREAS DE LA CATEQUESIS
Si el objetivo fundamental de la Catequesis es de facilitar el crecimiento y la
madurez de la fe en Jesús, puede surgir la pregunta: ¿cómo hacerlo? Por tal
razón es necesario realizar unas tareas específicas que llevan a esa meta.
Las tareas que la catequesis realiza tienen que ver con la forma como
gradualmente se desarrollan la fe y sus distintas dimensiones. La fe necesita
ser conocida (dimensión teológica), celebrada (dimensión litúrgica), vivida
(dimensión moral), y hecha oración (dimensión espiritual y contemplativa).
Además de las anteriores tareas esenciales existen otras tareas también
importantes de la Catequesis. Entre ellas están la educación para la vida
comunitaria, diálogo, el sentido ecuménico (dimensión eclesial) y la
preparación para la misión (dimensión misionera) llamados a dar razón de la
fe ante los demás.
CATEQUESIS Y ENSEÑANZA RELIGIOSA ESCOLAR (ERE)
El Concilio Vaticano II, le dio un impulso renovador a la Iglesia. Se ha ido
dando un cambio de énfasis en lo que a la educación religiosa se refiere.
Mas concretamente, se ha empezado a mirar la clase de religión dentro del
contexto mismo de la educación integral que se le brinda al estudiante y no
tanto como una actividad catequística aislada.
Prácticamente, la primera educación religiosa que se impartió y se recibió en
Colombia en el siglo pasado y a principios del siglo veinte fue la del
catecismo, enseñanza que seguía las directrices emanadas del Concilio de
Trento. De ahí se pasó a una catequesis escolar, donde el catecismo y el
libro de historia sagrada eran los textos obligados en la clase de religión, que
estaba pensada exclusivamente para católicos. El Concilio Vaticano II ayudó
a mejorar los métodos y los contenidos de la catequesis escolar. En nuestro
país, los catecismos fueron renovados y actualizados de acuerdo a las
directrices y programas de la Conferencia Episcopal Colombiana. Se dejó de
un lado el esquema de preguntas-respuestas, propio del Catecismo del
padre Astete, y se pasó a centrar toda la reflexión y la esquematización de
los contenidos doctrinales a partir de la idea de la Revelación Divina.
Finalmente, a partir de la publicación de Directorio Catequístico General por
parte de la Congregación para el Clero en 1971 y de las exhortaciones
apostólicas Evangelii Nuntiandi, del Papa Pablo VI (1.975) y Catechesi
Tradendae del Papa Juan Pablo II (1978) la reflexión catequística
posconciliar ha distinguido claramente entre catequesis de la comunidad
eclesial (CCE) y enseñanza religiosa escolar (ERE). Entre ambas se da una
complementariedad pero, al mismo tiempo, unas grandes diferencias en
cuanto a los contenidos, a la metodología, a los agentes, a los beneficiarios
y a la utilización de medios pedagógicos, al ámbito en que se imparte al
lugar y al educando mismo. La catequesis está pensada para transmitir una
doctrina sistematizada, ordenada y progresiva con miras a la iniciación en la
fe o a la maduración de la misma fe. Su lugar propio es la parroquia pero
también es la familia, como “Iglesia doméstica (…) los beneficiarios son los
mismos creyentes o los que están en camino a hacer una opción de fe. El
ámbito en que se da la catequesis es el ámbito de la comunidad cristiana
que sostiene, fortalece, anima y contagia la fe a sus hermanos. El lugar
adecuado es el templo, el salón parroquial o la casa familiar. A veces, el
lugar de la catequesis es la escuela en horas extracurriculares.” (OSORIO,
Sánchez Héctor, 1999, p. 42).
Es muy importante hacer la distinción entre Enseñanza Religiosa Escolar
(E.R.E) y la Catequesis de Preparación para La Primera Comunión.
El área de Educación Religiosa no es lo mismo que la Catequesis o la
Educación Religiosa.
No se debe tampoco caer en el extremo de considerar estas acciones
educativas como opu estas y totalmente independientes. No se trata de
contraposición sino de complementariedad entre dichas acciones.
El siguiente cuadro ayuda a comprender la manera como se diferencian y se
complementan (GASOL, R. y TRENTI, Z, 1990, p.105)
2.2.2. CATEQUESIS DE PRIMERA COMUNIÓN
Uno de los aspectos de la Catequesis, quizás el más importante, dado que
es la Eucaristía el Sacramento de los Sacramentos, es sin lugar a dudas las
Catequesis de Primera Comunión. Dice El Catecismo de la Iglesia Católica:
“Los creyentes que responden a la Palabra de Dios y se hacen miembros del
Cuerpo de Cristo, quedan estrechamente unidos a Cristo: “La vida de Cristo
se comunica a los creyentes, que se unen a Cristo muerto y glorificado, por
medio de los sacramentos de una manera misteriosa pero real”. Esto es
particularmente verdad en el caso del bautismo por el cual nos unimos a la
muerte y a la Resurrección de Cristo, y en el caso de la Eucaristía, por la
cual, “compartimos realmente el Cuerpo del Señor, que nos eleva hasta la
comunión con Él y entre nosotros” (C.I.C, 790. L.G, 7; C.f. Rom. 6,4-5;
1Cor.12,13).
La Catequesis de Primera Comunión forma parte de la Catequesis de
Iniciación Cristiana; entender que: “en el Sacramento de la Eucaristía el
Salvador encarnado en el seno de María hace veinte siglos, continúa
ofreciéndose a la humanidad como fuente de vida divina” (M.N.D, 7), es
captar lo esencial de una Catequesis de Primera Comunión, por cuanto,
enseñar a los niños y niñas este Misterio del amor de Dios, es mostrarles
que Dios los sigue amando y sigue esperando lo mejor de ellos para una
vida conforme al Evangelio.
Existen diversas propuestas de Catequesis, a través de diversas etapas,
entre las cuales podemos mencionar:
- “La escuelita de la fe” que es la enseñanza que se imparte a los niños y
niñas de cuatro y cinco años, con el objetivo que ellos pregusten la grandeza
de Dios en la creación, un amor misericordioso y su bondadosa providencia
para con ellos y su familia.
- Existe igualmente Catequesis para los niños y niñas de seis y siete años
que les permiten profundizar en la verdades fundamentales de la fe: “Papito
Creador”, “Los hijos de Dios”, La Pasión Muerte y Resurrección de Cristo y la
Iglesia Comunidad de Fe y Servicio.
- Sigue la preparación a la Primera Comunión propiamente dicha, en la que
se presentan temas tales como: El amor del Padre a través de la Creación,
La persona humana y su dignidad, el pecado como rechazo al amor de
Dios, se propone a Jesucristo como solución; Se exponen las enseñanza de
Jesús y se les muestra como Pan de Vida y la necesidad de estar unido a Él
(C.f Juan 6, Discurso del Pan de Vida; Juan 15,5. La Vid y los Sarmientos)
2.2.3. LA LÚDICA CREATIVA EN LA CATEQUESIS
La lúdica es una metodología y a su vez una estrategia; como metodología
propone un proceso, un camino a seguir que parte de la creatividad del ser
humano, de competencias, habilidades y destrezas que se van desarrollando
de acuerdo a la edad y a las interacciones; como estrategia presenta al
catequista una serie de recursos didácticos tales como dinámicas, imágenes,
que le permiten tanto al catequista como al niño entrar en la comprensión
del amor de Dios de forma amena y novedosa.
“El ser humano es creativo por naturaleza siempre está creando. Consciente
o inconscientemente a cada momento lleva a cabo actividades tanto físicas
como mentales que al no haberlas realizado con anterioridad son creativas,
nuevas y originales” (GARCIA, Salazar, 2002, p. 91), La Lúdica, por tanto, es
una dimensión del desarrollo humano tan importante como la cognitiva, la
social y la comunicativa, ella fomenta el desarrollo psicosocial, la adquisición
de saberes, la conformación de la personalidad, encierra una gama de
actividades donde se cruza el placer, el goce, el movimiento, la expresión
corporal, la actividad creativa y el conocimiento.
Para la Catequesis de Primera Comunión la Lúdica le va a servir al
catequista para estar siempre en actitud innovadora; en cierto sentido es lo
que el Papa Juan Pablo II quiso expresar cuando refiriéndose a la expresión
“Nueva Evangelización” afirmó que había que hacerlo con “renovado
asombro, con nuevo ardor, con nuevos métodos y nuevas expresiones”
(Santo Domingo 1992). Es lo mismo que afirma José Luis García, en
Ingeniería del Pensamiento (2002), desde el campo científico cuando
escribe: “La persona humana al ser inherentemente creativa canaliza hacia
este proceso sus capacidades para originar beneficios tanto para sí misma
como para los que la rodean”.
La Lúdica es una actitud personal frente a la vida, caracterizada por rasgos
tales como la creatividad, la espontaneidad, el optimismo y el buen sentido
del humor, rasgos que afloran en las interacciones personales cotidianas y
que facilitan la integración y la convivencia. Un catequista con actitud lúdica
tendrá que tener presente que el Evangelio siempre será innovador y
renovador; lleva en sí mismo un “discurso oculto” y desde su mismo origen
expresa lo que significa: “Buena Noticia”. Además un catequista con tal
actitud siempre estará pensando y planeando, organizando y ejecutando
estrategias que le permitan a él y a los niños sentir de manera vivencial el
amor de Dios.
La creatividad se asemeja a la lúdica por cuanto permite que cada ser
humano se convierta en una imagen real de su semejanza con Dios: Dios
siempre está creando y recreando y, al ser humano lo hace participe de su
misma imagen y semejanza.
¿Para qué queremos creatividad?
En la gran mayoría de los casos queremos ser creativos para enfrentar y
resolver los retos que la vida moderna pone frente a cada persona,
aconsejan hoy muchos motivadores. Necesitamos creatividad para
administrar nuestra vida, nuestra familia, nuestra sociedad en su conjunto,
en el mundo de hoy muchas veces, lo que falta no es inteligencia sino
sentido común, este es un principio para la creatividad y que mejor que
estimular en los niños y niñas de la Catequesis una manera de aprender a
vivir porque allí radica el principio de la sabiduría.
El famosísimo científico Albert Einstein, digno de admiración, no solo por su
intelecto sino por su filosofía de la vida, en algunos de sus escritos se puede
encontrar pensamientos que ayudan a sustentar el valor de la imaginación,
de la creatividad, el científico afirma: "Soy lo suficiente artista como para
dibujar de mi imaginación. La imaginación es más importante que el
conocimiento. El conocimiento es limitado. La imaginación envuelve al
mundo (…)
"El secreto de la creatividad es saber esconder tus fuentes." - En el contexto
en donde Einstein dijo esto quiso decir que aunque somos influenciados por
otras grandes personas, en el momento de subir a un escenario debemos
dejar atrás a esas personas y convertirnos en un individuo único y original,
que aprende diferentes valores de diferentes personas.
"Lo importante de todo es nunca dejar de hacerte preguntas. La curiosidad
tiene su propia razón de existir." - Con esto Einstein quiso decir que las
personas inteligentes preguntan. No dejes de hacer preguntas a ti mismo y a
otros para encontrar soluciones, pues esto te ayudará obtener conocimientos
y analizar tu crecimiento en todos los caminos de la vida. (EINSTEIN, Albert,
“Diez Lecciones sobre la Vida”, Traducción del Inglés, 2008).
Por otra parte, el autor de Creatividad, La Ingeniería del Pensamiento, José
Luis García ( 2002), señala que existen rasgos y actitudes hacia a
creatividad; que las condiciones necesarias están dentro del individuo
mismo, y se pueden clasificar en dos tipos: rasgos y cualidades de tipo
actitudinal y habilidades específicas.
Rasgos y actitudes hacia la creatividad:
• Tener alta autoestima: si la persona no se quiere a sí misma, será
difícil que intente ser creativa, debe ser independiente y autónoma;
tener un alto grado de tenacidad y paciencia.
• Ambición y motivación hacia un logro específico; gran cantidad de
energía, vigor físico y entusiasmo; buscar el cambio y los nuevos
caminos, ser flexible y tolerantes.
• Las personas creativas no poseen todos los conocimientos, por
tanto, saben ser humildes y manejan adecuadamente sus
limitaciones; tienen un alto grado de espontaneidad y una actitud
proactiva.
• Las personas creativas poseen inclinación hacia la reflexión y el
autoconocimiento.
Habilidades específicas:
• Habilidad para preguntar; capacidad de percepción, empleo en mayor
grado de los cinco sentidos; alta capacidad de intuición; sentido del
humor; gran habilidad para el lenguaje hablado, metáforas, analogías
y sentido figurado; habilidad para manejar algunos de los miedos y
para eliminar los malos hábitos; habilidad en el manejo de las
emociones.
• Habilidad para relacionar cosas nuevas que aprende; gran fluidez
mental para producir ideas y conceptos para analizar y sintetizar,
diagnosticar la información necesaria; definir con claridad los
problemas; habilidad para tomar decisiones y concretar siempre todos
los procesos creativos en acciones específicas para implantar las
obras creadas; adaptar ideas y conceptos antiguos para lograr nuevas
creaciones o innovaciones.
Con base en todo lo anterior, se concluye que adaptándolo y aplicándolo al
contexto de la Catequesis es necesario cambiar los paradigmas y los viejos
moldes en los que hemos encasillado esta tarea primordial de la Iglesia; a
los catequistas encargados de impartir la preparación a la Primera Comunión
es necesario ayudarles a pasar de “enseñadores de oraciones” a ser
animadores y estimuladores de la fe de los niños y niñas; de “jueces
disciplinadores”, la Catequesis es más que un método con el sello de
“prohibido todo”, a ser apoyo, facilitadores del encuentro con Dios en lo
cotidiano; de “transmisores de verdades o doctrina” a exploradores y
formuladotes de preguntas; de memorizadotes a enseñadores de métodos
para pensar, a la manera de Cristo el “Maestro de los maestros”.
Es necesario no confundir lúdica con juego, ya que el juego es lúdico pero
no todo lo lúdico es juego.
¿Qué caracteriza al juego? ¿Qué exige la lúdica?
El ser humano además de homo sapiens y homo faber, el hombre es
también, homo ludens. Esta actividad le ha acompañado durante su proceso
histórico y evolutivo, fundamental e inherente en el desarrollo del individuo,
ha atravesado la cultura, el crecimiento de las comunidades y, por tanto, ha
tenido un seguimiento histórico y un desarrollo teórico a través de diversas
áreas.
Desde mediados del siglo veinte se ha considerado el juego como un
elemento intrínseco de la personalidad humana y un potenciador del
aprendizaje. El juego es una dimensión que nos ofrece todo un universo
alternativo creado por la imaginación, donde se desarrolla la inteligencia
emocional, la inventiva, la capacidad de improvisación. 4
La atracción del juego es un elemento motivador importante en la catequesis
y esto se comprueba cuando se hacen rondas, canciones religiosas con
sentido lúdico y que expresan un mensaje que genera en los niños, también
en los adultos, un clima más ameno, menos tenso y de más jovialidad, esto
dispone, atrae la atención de los participantes y tiene resonancias más allá
del encuentro de catequesis, de un retiro, de la Eucaristía dominical o con
los estudiantes de una Institución educativa. Sobre esta práctica el padre
Manuel Julián afirma: Como docente en el Colegio José María Córdoba y
como pastor, en la parroquia de Villanueva estas estrategias han sido
efectivas porque tanto niños, como jóvenes y también los adultos, recuerdan
más lo que se les enseña cantando, con gestos y/o movimientos que aquello
que se busca enseñar con discursos.
El juego es tan antiguo como el ser humano, jugamos, conscientemente o
no, desde que somos niños; en cuantas ocasiones se escucha que para los
niños y niñas todo es un juego. El juego es fundamental para desarrollar los
procesos de socialización; jugando en grupo, los niños y las niñas aprenden
4 C.f. Sobre este tema en la década de los noventa se adelantaron importantes estudios y dieron paso al desarrollo de toda una ciencia. Entre algunos autores que han hecho aportes valiosos podemos mencionar: GOLEMAN, Daniel, La Inteligencia Emocional, Ediciones B, S.A., 2004; GAMON, David, Ph.D. and BRAGDON, Allen D., Building Mental Muscle, Barnes and Noble Publishing, 1998; CRUZ, Camilo, Los genios no nacen se hacen!, Editorial Planeta Colombiana S.A. Bogotá, 2003.
a respetar las reglas necesarias para la convivencia, a ayudar y a recibir
ayuda, a cooperar y a comprender a las otras y otros.
Gracias a los juegos, se puede desarrollar una sensibilidad para las
diferencias socioculturales, la tolerancia y el respeto. Los juegos y las
actividades lúdicas despiertan un sentimiento de responsabilidad y de vida
social. Los niños y niñas pueden desarrollar una nueva relación gracias a lo
que se expresa y lo que se comparte. En el juego se funde la realidad con la
virtualidad, la realidad con la fantasía.
El juego no es una actividad exclusiva de los niños, ha sido parte del
desarrollo cultural, de propuestas pedagógicas, de estudios psicológicos y,
es parte fundamental en las expresiones del arte. Es por ello que tanto
antropólogos, como sociólogos, psicólogos, pedagogos y filósofos se han
ocupado de su estudio y han reflexionado acerca de él, sobre
investigaciones y trabajos desarrollados en este campo se puede mencionar
a Ovidio Decroly y María Montessori. El juego lo utilizan no sólo los seres
humanos, sino también podemos encontrar expresiones de esta dimensión
en los animales, por ejemplo, los cachorros de muchos mamíferos utilizan el
juego para desarrollar habilidades que les van a ser necesarias a lo largo de
la vida.
“El juego es una acción o una actividad voluntaria, llena de sentido realizada
en ciertos límites fijos de tiempo y lugar, según una regla libremente
consentida pero absolutamente imperiosa, provista de un fin en sí,
acompañada de una sensación de tensión y de júbilo, y de la conciencia de
ser otro modo que en la vida real. Este autor en su concepción de juego y en
el desarrollo de su teoría presenta algunas de sus características, como son:
la socialización, libertad, la inutilidad, la regla e incluye la del como sí que
hace referencia a que el juego, no es la vida corriente, es un espacio y un
tiempo que se crean de antemano por un acuerdo de grupo y en el cual se
realiza una representación y posteriormente plantea: El juego es una de las
actividades humanas más comunes y uno de los hábitos más extendidos;
aún cuando parezca paradójico, jugar es una de las cosas más serias que
hay afirma Johan Huizinga en su obra “Homo Ludens” (1990).
Para Huizinga, el juego es libre, es libertad. No es la vida corriente, o la vida
propiamente dicha, más bien consiste en escaparse de ella a una esfera
temporal de actividad que posee su propia tendencia, que puede absorber
por completo, y en cualquier momento, al jugador”.
La función propia del juego es el juego mismo. Es una característica propia
del juego el no crear ninguna riqueza, ninguna obra. (Calliois, Roger, “El Mito
y el Hombre”, México, 1988). Quede bien entendido que el hombre sólo
juega en cuanto es plenamente tal, y sólo es hombre completo cuando
juega. El juego no es un escape de la vida; constituye parte integrante de
ésta y permite a todos entendernos mejor y comprender nuestras vidas”
(Schiller).
Lo que define al juego es que uno juega sin razón, y que no debe haber
razón para jugar. Jugar es razón suficiente, en él está el placer de la acción
libre, sin trabas, con la dirección que el jugador quiere darle, que tanto se
parece al arte, al impulso creador. (Lin Yutang)
El juego está en las entrañas del hombre, de la cultura y que es tan vasto su
campo, que encierra la mayoría de las actividades y realizaciones del ser.
(León Zuleta R). Aspiramos a un mundo en donde cada día se juegue más.
Un mundo, en el cual los individuos usen su creatividad para jugar y en el
que jugando sean más creativos. Sociedades con espacios y tiempos
especialmente diseñados para la recreación y el juego. Niños, jóvenes y
adultos, acostumbrados a decidir a “qué jugar” sin depender del “con qué
jugar. (RODRIGUEZ, Mauro, “Aprendizaje Creativo Continuo, 2007).
Investigando sobre el juego en el proceso de enseñanza y tomando como
fuente un trabajo titulado: ¨ Los juegos tradicionales del Valle del Cauca”,
realizado por Marcos Millán Libreros5 encontramos datos muy interesantes
que dan razón de lo importante que es esta dimensión y cómo las
tradiciones lúdicas y los valores acercan a las generaciones.
El autor afirma: “La importancia de los Juegos Tradicionales radicaba en que
además de diversión, estos aportaban elementos educativos y propiciaban
situaciones de socialización y verdadera convivencia. Con los juegos
tradicionales aprendimos a contar, sumar, restar, multiplicar, ahorrar,
intercambiar, coleccionar, ser poetas, dar y recibir, compartir, inventar
adivinanzas y a conocer a Colombia. Todo esto mezclado con las rondas
infantiles para fortalecer los conceptos de colectividad y solidaridad.
5 Marco Millán Libreros es un Lic. en Educación Física, Recreación y Salud de la Universidad Central del Valle, nacido en Zarzal Valle del Cauca y Docente de la Cátedra: Proyectos de Recreación Comunitaria desde 1988.
Al investigar los orígenes de estos juegos, vemos como surgen
combinaciones con elementos culturales de la época, encontrando en
general contenidos mágicos, religiosos, y ligados a los dioses que referían
que estos juegos no eran, ni son un mero pasatiempo. El origen de los
juegos es contemporáneo al de las sociedades.
Recordar los Juegos Tradicionales, es referimos a aquellos juegos que
desde muchísimo tiempo atrás siguen perdurando de generación en
generación, manteniendo su esencia, siendo transmitidos de abuelos a
padres y de padres a hijos, guardando la producción espiritual de un pueblo,
y así sucesivamente, sufriendo quizás algunos cambios, pero manteniendo
su esencia... La de la diversión sana.
Al investigar los orígenes de estos juegos, vemos como surgen
combinaciones con elementos culturales de la época, encontrando en
general contenidos mágicos, religiosos, y ligados a los dioses que referían
que estos juegos no eran, ni son un mero pasatiempo. El origen de los
juegos es contemporáneo al de las sociedades. La revolución juguetera
marca el principio del siglo XX, cuando se toma conciencia de que el juguete
es también un medio pedagógico, que servirá al niño para favorecer su
inteligencia y facilitar sus estudios.
Muchos de los Juegos Tradicionales, están estrechamente vinculados a
fiestas religiosas y no religiosas, siendo jugados únicamente en dichos
eventos. Como para mencionar algunos, esperando que no se practiquen
por la maldad que conllevan al realizarlos, tenemos: El niño escondido, los
aguinaldos, el beso robado, dar y no recibir, ni si, ni no, palito o pajita en
boca, zapatico robado, los veintiochos.
El Juego Tradicional, así lo considera Millán Libreros, tiene para las
comunidades un lugar, un tiempo importante y central en la vida pasada.
Corren el riesgo de desaparecer en las grandes ciudades y en las zonas
más industrializadas. De todos depende el apoyarlos, valorarlos y abrir los
espacios para que nuestros muchachos y muchachas los sigan practicando
para el deleite de los adultos”.
Sin esta importante característica del juego, los hombres estarían en constante
tensión, lo que no les permitiría relacionarse de manera adecuada con sus
semejantes. A través del juego, el ser humano logra conocerse, desde diferentes
puntos de vista, los cuales le ayudan a su vez a relacionarse con los demás.
Si el juego no existiera, el hombre sería más tenso, ya que a través de éste, se
puede relajar. A su vez, esta relajación le permite ver las cosas con mayor
claridad, ya que todo lo ve desde un punto de vista pacífico, armonioso como lo es
el juego, y alejado de los problemas que le acontecen en su vida cotidiana.
El jugar ayuda al hombre a desarrollarse íntegramente, ya que muchos juegos
integran distintas facetas del hombre (corporal, cognoscitiva, etc.). A través del
juego puede aprender de mejor manera, ya que éste es una actividad libre, o sea,
el hombre elige por su propia voluntad participar en el juego, por lo que está más
abierto a las ideas que se entreguen durante el juego. Estas ideas, si no
existiesen no podrían ayudar a que el hombre, las llevara a cabo en su vida
cotidiana. Por ejemplo las reglas, deberes y derechos que existen en el juego,
ayudan al hombre a que en su vida cotidiana exista un mayor compromiso
personal y social.
Con Max Neef (“Los recursos para el desarrollo”, 1993), se puede expresar
que la lúdica debe ser concebida no solamente como una necesidad del ser
humano sino como una potencialidad creativa. Esto es que el hombre no
solo requiere de la lúdica para su desarrollo armónico sino que también
puede, y en verdad lo hace, producir satisfactores de dicha necesidad,
durante su desarrollo histórico, social y ontogenético. Lo lúdico es
autotélico. La experiencia lúdica requiere del deseo espontaneo y la
decisión propia. La necesidad o la motivación primaria está dentro del sujeto
y el fin mismo no es otro que el de vivir la emoción placentera, la diversión o
entretención agradable.
El antropólogo Johan Huizinga, a través de su teoría de que el Homo Ludens
(el hombre que juega), crea un puente entre el Homo Faber (el hombre que
fabrica), y el Homo Sapiens (el hombre que piensa), trata de buscar los
orígenes del juego y de la cultura al cuestionarse, si el juego surge en la
cultura o si por el contrario la cultura surge de la actividad de juego "la
cultura brota del juego - como juego- y allí se desarrolla" ; además, amplía la
actividad de juego, no como exclusiva del ser humano, sino que también la
considera parte de la vida animal.
La lúdica también esta sujeta a reglas. Quien posee una actitud lúdica suele
romper esquemas, derribar paradigmas y sus acciones conducen a la
consecución de la libertad y la autonomía, que no pueden llegar a
entenderse como libertinaje o anarquismo. Entonces encontramos la lúdica
ligada al proponer, recrear, imaginar, a la exploración, a la reconstrucción, a
la trasgresión; siempre acompañada de la búsqueda del placer, del disfrute,
del goce y se evidencia cuando se emprenden actividades, acciones,
proyectos que implican riesgo, azar, vértigo, sorpresa.
El término "lúdico" ha sido empleado en sentido predominantemente
descriptivo cuando se ha usado en relación con el examen de la función que
tiene el juego en la vida humana y aun en muchos seres orgánicos. El
impulso lúdico ha sido examinado estética, psíquica, biológica y
culturalmente...
Lo lúdico, al contrario del juego (materialidad fenoménica) es un modo de
ser. En una combinatoria entre deseo y ley, necesidad y azar, se cuela en lo
cotidiano fundando un orden diferente. Implica una ruptura, un despegue de
la realidad, una inclusión de lo imposible - posible en el tratamiento de la
misma, un asomarse al vacío, a la aventura y en especial una disposición
permanente para el cambio. A partir de la lúdica debemos considerar la
forma de convertir nuestra vida acostumbrada en cotidiana y no se trata de
la tarea ardua de crear una nueva vida, se trata de recrear la que se tiene.
Todo lo nombrado anteriormente lleva a la conclusión que la dimensión lúdica es
algo inherente al ser humano y es una actitud que es muy importante desarrollar.
Más allá de lo que se pueda estudiar y saber, es importante aprender a enseñar,
aprender a comunicar lo que sabemos. En la vida actual muchas situaciones y
circunstancias generan cargas emocionales muy pesadas que llevan a la tensión
y al stress lo cual mengua interés y atención para desarrollar el proceso
enseñanza-aprendizaje de manera efectiva, de manera particular en los niños y
niñas, que en este caso son los destinatarios de la Catequesis. La actitud lúdica
ayuda a disipar las tensiones y a disponer mejor la voluntad, la intención y la
atención. Puede asegurarse, con base en lo expuesto, que la lúdica se expresa
en actividades tan diversas como el baile, el paseo, la caminata, las
representaciones de pasajes bíblicos, de situaciones cotidianas; las rondas, las
canciones, leer o declamar poesía, un conjunto de actividades que rompen con la
rutina, lo monótono y que impulsan a la novedad.
2.2.4. LA CATEQUESIS Y LA LITURGIA
La palabra “catequesis” (“katejesis”) se deriva del verbo griego “katejein”,
que significa literalmente “resonar” o “hacer resonar” un ruido, especialmente
el sonido o eco de la voz humana. Etimológicamente, el término “catequesis”
evoca una comunicación oral y dialogada porque se trata de hacer resonar
una palabra en el oído de un oyente que es también un interlocutor; la voz
“katejesis” no aparece en la Sagrada Escritura, en cambio, el verbo “katejein”
sí se menciona en el Nuevo Testamento con un doble significado: narra
(relatar, informar) sucesos y enseñar oralmente los misterios de la fe6 .
6 Estos dos significados se encuentran en los siguientes textos: Hch 18,25; 21,21.24; Gál 6,6; 1Cor 14,19. En el texto de Ga 6,6 aparece el término “catequista”. Posiblemente Pablo introdujo este vocablo, desconocido en el
La catequesis existe desde los orígenes de la Iglesia, como una de las
formas de la predicación cristiana o del ministerio de la Palabra (C.T., 10 al
13). De acuerdo con las fuentes y el testimonio del Nuevo Testamento la
predicación cristiana tiene dos momentos distintos y, a la vez, unidos entre
sí: el primero de ellos corresponde al anuncio o proclamación del mensaje
cristiano (kerigma), con el fin de suscitar la fe y la conversión inicial; el
segundo momento es el de la instrucción, orientado a comprender el centro
del mensaje evangélico y las consecuencias para la vida. Este último
momento es, precisamente, el de la Catequesis.
En la Constitución sobre la Liturgia, en los documentos del Vaticano II, se
hace alusión a Catequesis específicas:
“Incúlquese también por todos los medios la Catequesis más directamente
litúrgica, y, si es preciso, téngase previstas en los ritos mismos breves
moniciones, que dirá el sacerdote u otro ministro competente” (Vaticano II.
Constitución sobre la Sagrada Liturgia. SC, 35).
Conviene centrar la atención en el Ministerio (servicio) Litúrgico de la palabra
eclesial para ponerlo en relación con la Catequesis, siempre con el fin de
iluminar mejor la naturaleza y la calificación específica de esta última. En la
Teología se habla de la “Pedagogía divina” para referirse al camino que Dios
eligió, signos, prodigios y palabras, para darse a conocer al Pueblo de Israel
y que en términos teológicos se denomina Revelación Divina.
judaísmo helenístico y en el Nuevo Testamento, para designar a la persona que enseña el Evangelio.
El concepto de Liturgia se entiende como una realidad muy rica y profunda,
se refiere a aquellos momentos tales como, la homilía, las lecturas de la
Palabra de Dios, la explicación de los signos sacramentales, la oración de
las horas, el canto; si la Catequesis tiene la dimensión de instrucción y la
formación de la fe del cristiano y del futuro creyente, la Liturgia tiene una
dimensión profética y didáctica porque por medio de signos y palabras busca
interpretar, explicar y hacer vivir al creyente, de manera visible e inteligible,
las realidades divinas espirituales que se expresan por medio de acciones y
signos sensibles.
“…Aunque la Sagrada Liturgia sea principalmente culto de la divina
Majestad, contiene también una gran instrucción para el pueblo fiel. En
efecto, en la liturgia Dios habla a su pueblo; Cristo sigue anunciando el
Evangelio. Y el pueblo responde con el canto y la oración” (S.C., 33).
Los signos litúrgicos son al mismo tiempo anuncio, recuerdo, promesa y
solicitación (VAGGAGGINI, C., 1959), pero su significado sólo puede ser
plenamente comprendido por medio de la palabra y el ejercicio de explicar,
de llevar a la comprensión se convierte en toda una Catequesis. “Los
sacramentos, y en especial el de la Eucaristía, suponen siempre la
predicación de la Palabra: no son signos dotados de consistencia propia; son
signos que carecen de valor, si no están en relación con la proclamación del
Evangelio” (LE GUILLOU, M. J, 1964) de allí la importancia de la Catequesis
como momento privilegiado para explicar y llevar a la comprensión del
sentido comunitario de las celebraciones y de su riqueza espiritual,
específicamente en la Eucaristía, fuente, centro y culmen de vida cristiana.
Una conclusión importante en este apartado es que la Catequesis está
intrínsecamente unida a toda acción litúrgica y sacramental, porque es en los
sacramentos y sobre todo en la Eucaristía donde Jesucristo actúa en
plenitud para la transformación de la humanidad. La Catequesis está
siempre en relación con los sacramentos. Por una parte, una forma eminente
de Catequesis es la que prepara a los sacramentos, y toda Catequesis
conduce necesariamente a los sacramentos de la fe. Por otra parte, la
práctica auténtica de los sacramentos necesariamente un aspecto
catequético. En otras palabras, la vida sacramental se empobrece y se
convierte muy pronto en ritualismo vacío, si no se funda en un conocimiento
serio del significado de los sacramentos y la catequesis se intelectualiza, si
no cobra vida en la práctica sacramental.
3. DISEÑO METODOLÓGICO
3.1. TIPO DE INVESTIGACIÓN
El camino a seguir durante este proceso y el conjunto de estrategias que lo
sustentan lo situamos en el campo investigativo cualitativo descriptivo.
Cualitativa:
Esta investigación es cualitativa porque tiene como objetivo la descripción de
las cualidades de un fenómeno; en este caso concreto se trata de describir
lo que existe de Catequesis ludico-creativa en la Diócesis de Cartago, busca
un concepto que pueda abarcar una parte de la realidad. No se trata de
probar o de medir en qué grado una ciertas características se encuentra en
un cierto acontecimiento dado, sino de descubrir tantas cualidades como sea
posible. Se trata de obtener un entendimiento lo más profundo posible. En
esta investigación se busca entonces entender y describir cómo implementar
una metodología lúdico-creativa en un proceso de Primera Comunión sus
cualidades, y no medir sus resultados.
3.2. CLASE DE INVESTIGACIÓN
Descriptiva:
El objetivo de la investigación descriptiva consiste en llegar a conocer las
situaciones, costumbres y actitudes predominantes a través de la
descripción exacta de las actividades, objetos, procesos y personas. Su
meta no se limita a la recolección de datos, sino a la predicción e
identificación de las relaciones que existen entre dos o más variables. Los
investigadores no son meros tabuladores, sino que recogen los datos sobre
la base de una hipótesis o teoría, exponen y resumen la información de
manera cuidadosa y luego analizan minuciosamente los resultados, a fin de
extraer generalizaciones significativas que contribuyan al conocimiento. Es el
tipo de investigación que procura determinar cual es la situación, ver lo que
hay. Describir cual es el asunto o condición sobre un problema. De esta
manera este trabajo pretende hacer este proceso de conocer la situación de
la Catequesis en la Diócesis de Cartago de manera específica en Las
Parroquias de San José de Villanueva Valle y San Joaquín y Santa Ana y la
manera como hemos implementado la Metodología Lúdico-creativa aplicada
en el proceso de Catequesis correspondiente a septiembre de 2008 a junio
de 2009.
En esta experiencia queremos responder a la pregunta ¿Cómo? Y por tanto
esto implica desarrollar una descripción del proceso y el planteamiento de
una propuesta con la cual queremos innovar y renovar el ejercicio de la
Catequesis parroquial con base en un conjunto de experiencias, a través de
una metodología que tiene sus características propias y su aplicación
práctica, en el cual ya hemos venido trabajando en nuestra labor pastoral.
3.3. VARIABLES O CATEGORÍAS
3.3.1. ESTRATEGIA LÚDICO CREATIVA
Se da una explicación de la Catequesis con una metodología lúdico-creativa,
considerando esta como algo inherente a la naturaleza humana, pero que
exige una intelección y luego una comprensión de lo que esto significa y
puede aportar a un proceso de Catequesis.
Respecto a la Lúdica, del Latín: ludere, del Griego: Lúdicra, que significa
juego, no referenciado únicamente como actividad, sino como actitud ante la
vida, que propone movimiento, inquietud, jugueteo, hacia los proyectos que
se emprenden; es una forma de ser, de percibir el mundo, y conlleva a una
dinámica particular de relacionarse con el entorno. La actitud lúdica va unida
al hacer, al pensar y al sentir, está ligada a rasgos de la personalidad como
son: el carácter y el temperamento; hace parte del carisma del individuo y
está íntimamente relacionada con el liderazgo.
Sin el juego, el hombre no sería capaz de crear nuevos mundos. Esto implica que
tampoco habría hombres creativos, interactivos y espontáneos. Otra relevancia
del juego es que permite al hombre darse cuenta de su cuerpo, de su sexualidad.
A través de esto puede conocerse de una mejor manera, ejerciendo así un mayor
autocontrol de su cuerpo.
3.3.2. DIMENSIÓN LITÚRGICA DE LA EUCARISTÍA
Entre los diversos signos litúrgicos de la Iglesia, sobresalen los
Sacramentos7, que constituyen la máxima expresión de la visibilidad de la
gracia y actuación salvadora de Jesucristo, y el punto culminante de la vida
de la Iglesia. La catequesis está llamada a dar a conocer el significado de los
sacramentos como acciones eclesiales que celebran la presencia, la acción
de Dios en la historia, como lugares donde se realiza el encuentro con Cristo
y anticipación del Reino.
La dimensión litúrgica de la Eucaristía es la consideración o reflexión sobre
la Eucaristía como Sacramento central (Signo sensible y acción de Cristo), y
culmen de la vida cristiana. De manera especial, cómo la Catequesis ha de
resaltar el valor de la misma, por ser el centro de comunión con Dios y con
los hermanos; en este apartado, inspirados por la doctrina conciliar, se
presenta la propuesta de hacer de la catequesis de preparación a la Primera
Comunión un espacio que propicie actitudes en los niños y niñas, por la
explicación sencilla y clara de cada uno de los signos, las posturas durante
la celebración y la participación activa y piadosa en la Santa Misa, de modo 7 “Toda la vida litúrgica de la Iglesia gravita en torno al sacrificio eucarístico y los sacramentos” CEC, 1113.
que ellos sean capaces de gustar, probar y experimentar el misterio pascual
en la Celebración Eucarística, por tanto, esto requiere una articulación más
orgánica entre Catequesis y la Liturgia.
El Concilio Vaticano II en la Constitución Sobre la Sagrada Liturgia dice: “La
Liturgia es el medio por el cual “se ejerce la obra de nuestra Redención”,
sobre todo en el sacrificio de la Eucaristía, contribuye en sumo grado a que
los fieles expresen en su vida, y manifiesten a los demás, el misterio de
Cristo y la naturaleza auténtica de la verdadera Iglesia (…) Cristo está
siempre presente en su Iglesia, sobre todo en la acción litúrgica. Está
presente en el sacrificio de la Misa, sea en la persona del ministro,
“ofreciéndose ahora por ministerio de los sacerdotes el mismo que entonces
se ofreció en la cruz”, se sobre todo bajo las especies eucarísticas. Esta
presente con su fuerza en los Sacramentos (…) Esté en su palabra, pues
cuando se lee en la Iglesia la Sagrada Escritura, es Él quien habla (…) La
Liturgia es el ejercicio del sacerdocio de Jesucristo. En ella los signo
sensibles significan y, cada uno a su manera, realizan la santificación del
hombre, y así el Cuerpo Místico de Jesucristo, es decir, Cabeza y sus
miembros, ejerce el culto público íntegro” (S.C., 2 y 7).
De manera más sencilla la Liturgia significa obra o servicio en favor del
pueblo, es el conjunto acciones y signos sensibles (sacramentos) por medio
de los cuales todo bautizado celebra, expresa y manifiesta su fe en Cristo
Resucitado, realiza su santificación, comparte y vive en comunidad los
méritos y las gracias que Cristo Sumo y Eterno Sacerdote derrama sobre su
Iglesia como fruto de su Pasión, Muerte y Resurrección (Misterio Pascual).
La acción por excelencia en la que mejor se expresa la fe y se celebra la
presencia viva, real y verdadera de Cristo por medio de signos sensibles
(Pan y Vino) es la Eucaristía. Estos son los conceptos y esta es la dimensión
en la que se debe instruir y formar a los niños y niñas que se preparan para
la Primera Comunión para que entendiendo esta realidad puedan
perseverar, activa y conscientemente, en la asistencia y participación en la
misa dominical después de recibir el sacramento.
Los niños y niñas, deben entender por medio de la Catequesis que La
Eucaristía no es una cosa que se recibe sino una acción de Cristo en la
Iglesia que se da como alimento; no es solo una ceremonia o acto social
sino una celebración, una fiesta en la fe, no es un rito mágico sino una
acción que debe llevar a un compromiso con el Amigo Jesús: Los
sacramentos parten de la vida (pan y vino) y son sacramentos para la vida.
3.4. INSTRUMENTO DE RECOLECCION DE DATOS
3.4.1. Encuesta
Para la recolección de datos se ha utilizado como instrumento de
información la encuesta, ya que por medio de esta se puede detallar con
mayor precisión la información que se quiere obtener por parte del
encuestado; va dirigida a los catequistas por ser ellos grandes protagonistas
en el escenario de la Catequesis presacramental.
Estos son los ítems de prueba:
1. En la preparación para la Catequesis, tienes en cuenta mayormente:
A. Edad cronológica.
B. La edad psicológica
C. La madurez de la fe
D. Solo los contenidos de la catequesis.
2. Como Catequista, consideras que:
A. Estás suficientemente preparado
B. Parcialmente preparado
C. Poco preparado
D. No me encuentro preparado
3. Tu grado de compromiso como catequista es:
A. Muy comprometido
B. parcialmente comprometido
C. Poco comprometido
D. No soy comprometido.
4. Consideras que tienes una buena metodología:
A. Sí, ¿por qué?
B. No, ¿Por qué?
5. ¿Qué estás haciendo para hacer más interesante y efectiva la catequesis
que se imparte a los niños que se preparan para el sacramento de la
Eucaristía?
A. Les enseñas a memorizar contenidos
B. Te preocupas solo de enseñar oraciones
C. Enseñas de forma dinámica
D. Usas otras estrategias, ¿Cuáles?
6. ¿Haces motivación a los niños (as) para la misa dominical
A. Sí, ¿Cómo?
B. No, ¿Por qué?
7. En el trabajo catequístico, involucra:
A. Al Sacerdote
B. Al Padre de familia
C. Compañeros Catequistas
D. A nadie.
8. Con cuál de estas opciones te identificas más:
A. En la Catequesis se aprende haciendo
B. En la Catequesis se aprende memorizando
C. En la Catequesis se aprende jugando
D. En la Catequesis se aprende con el testimonio.
Como bien se puede observar los ítems 1, 2, 3, 5, 7 y 8 son de selección
múltiple y única respuesta; los demás: 4 y 6 son de respuesta si o no. Pero
muchos de los ítems exigen un por qué.
3.5. TABULACIÓN Y ANÁLISIS DE DATOS
Para la recolección de datos hemos utilizado como instrumento de
información la encuesta, ya que por medio de esta podremos detallar con
mayor precisión la información que se quiere obtener por parte del
encuestado.
LA LÚDICA UNA METODOLOGIA PARA LA CATEQUESIS
DE PRIMERA COMUNIÓN
EN LA DIOCESIS DE CARTAGO
PREGUNTA Nº 1
TABLA 1
1. En la preparación para la catequesis, tienes en cuenta mayormente:
LIT. ITEM Hombre Mujer Total Porcentaje
A Edad cronológica 3 7 10 40%
B Edad sicológica 2 0 2 8%
C La madurez de la fe 1 12 13 52%
D Solo los contenidos de la catequesis 0 0 0 0%
Totales 6 19 25 100%
F
A
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LA LÚDICA UNA METODOLOGIA PARA LA CATEQUESIS
DE PRIMERA COMUNIÓN
EN LA DIOCESIS DE CARTAGO
PREGUNTA Nº 2
TABLA 2
2. Como catequista consideras que estás:
LIT. ITEM Hombre Mujer Total Porcentaje
A Suficientemente preparado 0 4 4 16%
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DE PRIMERA COMUNIÓN
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PREGUNTA 3
CUADRO 3
3. Tu grado de compromiso como catequista es:
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A Muy comprometido 2 13 15 60%
B Parcialmente comprometido 4 6 10 40%
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LA LÚDICA UNA METODOLOGIA PARA LA CATEQUESIS
DE PRIMERA COMUNIÓN
EN LA DIOCESIS DE CARTAGO
PREGUNTA Nº 4
CUADRO 4
4. ¿Consideras que tienes una buena metodología?
LIT. ITEM Hombre Mujer Total Porcentaje
A Si, por qué? 5 15 20 80%
B No, por qué? 1 4 5 20%
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comprensión de las verdades de la fe.
LA LÚDICA UNA METODOLOGIA PARA LA CATEQUESIS
DE PRIMERA COMUNIÓN
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PREGUNTA Nº 5
CUADRO 5
5. ¿Qué estás haciendo para hacer más interesante y efectiva la catequesis que se imparte a los niños y niñas que se preparan para el sacramento de la Eucaristía?:
LIT. ITEM Hombre Mujer Total Porcentaje
A Les enseñas a memorizar contenidos 0 0 0 0%
B Te preocupas solo de enseñar oraciones 0 0 0 0%
C Enseñas de forma dinámica 5 18 23 92%
D Usas otras estrategias. Cuales? 1 1 2 8%
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EN LA DIOCESIS DE CARTAGO
PREGUNTA Nº 6
CUADRO 6
6. ¿Haces motivación a los niños (as) para la Eucaristía Dominical?
LIT. ITEM Hombre Mujer Total Porcentaje
A Si, cómo? 6 16 22 88%
B No, por qué? 3 3 12%
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DE PRIMERA COMUNIÓN
EN LA DIOCESIS DE CARTAGO
PREGUNTA Nº 7
CUADRO 7
7. En el trabajo catequístico, involucras:
LIT. ITEM Hombre Mujer Total Porcentaje
A Al Sacerdote 0 4 4 16%
B Al padre de familia 4 13 17 68%
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EN LA DIOCESIS DE CARTAGO
PREGUNTA Nº 8
CUADRO 8
8. Con cuál de estas opciones te identificas más:
LIT. ITEM Hombre Mujer Total Porcentaje
A En la catequesis se aprende haciendo 2 3 5 20%
B En la catequesis se aprende memorizando 0 0 0 0%
C En la catequesis se aprende jugando 3 8 11 44%
D En la catequesis se aprende con el testimonio 1 8 9 36%
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3.6. CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
Una conclusión a nivel general sobre este proyecto es reconocer que “La
Catequesis es una responsabilidad de toda la comunidad cristiana” (C.f. CT
16, MPD 12. DGC, 220). La praxis catequística no es, pues, una acción
individual o aislada sino profundamente comunitaria.
En el transcurso de este trabajo se ha intentado responder a la pregunta
cómo implementar la metodología lúdico-creativa en la catequesis de
preparación a la Primera Comunión, por tanto, se pueden establecer a partir
de la experiencia cuatro conclusiones que responden a los objetivos
específicos:
- La manifestación más cercana de la Iglesia para todo niño o niña, es su
propia familia, un pilar fundamental, con razón llamada: “Pequeña Iglesia
Doméstica”, la cual tiene una misión ineludible, la Catequesis empieza por
casa, por tanto, es necesario organizar un proceso de Catequesis de
Primera Comunión en donde se involucre la familia y con ellos realizar la
planeación, la preparación, los temas y la evaluación que se va a seguir y
que responda a las expectativas y necesidades de los niños y niñas según
el contexto.
- La Catequesis es una acción educativa de la fe que se debe pone al
servicio del crecimiento de la persona humana vista en su totalidad en sus
dimensiones (psicológicas, socio-comunitaria, éticas y trascendentes).
Consecuentemente, si la acción catequística tiene una dimensión educativa
y está llamada a crear un ambiente educativo (espacio de relaciones
interpersonales armónicas, de libertad, de creatividad, de participación
cordial…) perfectamente podemos articular los métodos y estrategias
tomados de las ciencias de la educación, especialmente de la pedagogía, de
la metodología y de la didáctica los cuales se pueden implementar en todo
proceso de preparación a la Primera Comunión.
- Para implementar la metodología lúdico-creativa se necesita de una gran
colaboración de los párrocos como agentes decisivos de cambio, que
jalonen procesos y propicien espacios para producir y compartir a nivel
parroquial y diocesano los numerosos recursos didácticos y variadas
estrategias para la Catequesis.
- Es de suma importancia conforman equipos de Pastoral de la Catequesis a
nivel parroquial y diocesano, preparando y ofreciendo cursos de formación
para Catequistas para iniciar a unos y fortalecer a otros capacitándolos y
promoviéndolos para que sean más idóneos en esta tarea y misión.
Todo lo anterior manifiesta el interés y una preocupación por mejorar, el
deseo de ofrecer y hacer cada día mejor esta tarea, que el mismo Jesús
quiso confiar a los Apóstoles el mismo día de la Ascensión, que garantizó
con el Espíritu que Él les envió para cumplir esta misión y con la promesa:
“Yo estaré con Ustedes, todos los días, hasta el fin del mundo” (C.f. Mt
28,19s ; 1Jn 1,1; Jn 20,31).
Qué bueno sería que este trabajo de investigación sea una motivación para
revisar el quehacer de la Catequesis parroquial en la Diócesis de Cartago,
de tal forma que todos los esfuerzos estén orientados a formar personas, en
este caso específico de los niños y niñas que se preparan a la Primera
Comunión, que tengan un encuentro personal y profundo con Jesús; que se
entusiasmen por su ejemplo y su mensaje; que experimenten un cambio en
sus vidas (conversión), en sus relaciones con Dios y con los demás (familia,
escuela, barrio); que manifiesten una transformación verdadera en sus vidas;
que opten por Jesús, tomándolo como criterio y norma de vida, haciendo
suyas las actitudes fundamentales del Maestro- según los Evangelios: La
obediencia radical al Padre, la docilidad al Espíritu, el servicio y la entrega
total a las personas, y la solidaridad con los más pobres y débiles-,
asumiendo su estilo de vida y comprometiéndose a continuar, en el hoy y el
aquí, lo que fue su causa y amor apasionado: el reinado de Dios para que
“todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad”
(1Tim.2,4).
De acuerdo a la Investigación realizada, en conformidad con el análisis y los
resultados arrojados por la encuesta se pueden proponer las siguientes
recomendaciones:
Presentar al Obispo de Cartago y al Delegado Diocesano de
Catequesis el presente trabajo de investigación para contar con su
aval y respectivamente socializarlo en reunión del clero para abordar
y presentar esta experiencia académica. Así mismo, socializarlo en el
Seminario Mayor de Cartago, para proponerlo a los futuros
sacerdotes.
Investigar y sistematizar las experiencias más significativas realizadas
en las diferentes parroquias, comunidades o por los diferentes
agentes de la fe como base para realizar un trabajo más seleccionado
y contextualizado.
Organizar una Comisión de Pastoral Catequística para profundizar en
la cuestión de cómo implementar la metodología lúdico-creativa en la
Catequesis de preparación a la Primera Comunión y como fruto de
esta reflexión elaborar un folleto con este estilo, de tal manera que
sirva como medio para apoyar este proceso de educación en la fe.
Unificar los criterios sobre los procesos de Catequesis de Preparación
a la Primera Comunión en todas las parroquias, de manera especial
involucrar a los párrocos como dinamizadores de esta tarea.
Apoyar al Equipo Diocesano de Pastoral Catequística, sugerir que se
programen y se promuevan más frecuentemente los encuentros de
Catequistas, Cursos de formación en catequesis, conversatorios
sobre el ser y el quehacer de la Catequesis, estos serán planeados,
desarrollados y evaluados para generar resonancias que sirvan para
la reflexión de todos los actores y responsables de la Catequesis
parroquial.
Continuar con el boletín de Catequesis como medio para la promoción
de los encuentros y otras actividades en este campo. Así mismo, que
sirva para la difusión de temas sobre la Catequesis que motiven a la
formación permanente de los Catequistas Parroquiales.
Para Mayor Honra y Gloria del Divino Maestro, Jesucristo el Gran
Catequista!
BIBLIOGRAFIA
- ALBERICH, Emilio, “Orientaciones Actuales de la Catequesis”, cuadernos
de pedagogía A1 y A2, Ediciones Don Bosco-CCS, Madrid, 1973.
- CALDERON, José Gabriel, Quien coma este pan vivirá para siempre.
Fundación Librería Catequística Monseñor Calderón, Cartago Valle, 2007.
COMISIÓN DE PASTORAL CATEQUÉTICA DIOCESANA, Diego Fernando
Osorio, Pbro. “Animadores en la fe”, Boletín diocesano, Cartago Valle,
Varios.
- CONFERENCIA EPISCOPAL COLOMBIANA, “Catequesis y Promoción
Humana”, Ediciones Sígueme, Salamanca, 1969.
- DATOS, REFERENCIAS Y TESTIMONIOS
• Datos sistematizados en la celebración del Día de la Vallecaucanidad,
2001.
• Datos y relatos memorísticos: Amanda Pérez y Marcos Millán Libreros.
• Datos y relatos memorísticos sistematizados del aporte de los Catequistas
Parroquiales.
• Documentación Digital.
- DE BONO, Edwar. “Creatividad”, Barcelona, 2005.
- DIEZ DE SOLLANO, Salvador, “Las Máscaras del Catequista”, Ediciones
Dabar, México D.F. 1994.
- GARCÍA, Salazar José Luis, Creatividad, La Ingeniería del Pensamiento.
Editorial Trillas, México, 2002, p. 91. C.f. jluisgarcia.tripod.com/
- GASOL, R y TRENTI, Z. La enseñanza religiosa escolar. Barcelona,
Edebé, 1990, p. 105.
- GONZÁLEZ, Ramírez Javier, Pbro. “Ser y quehacer de la Catequesis”,
CELAM, JAVERGRAF LTDA, Santa Fe de Bogotá, D.C., Colombia, 1998.
- MADRID, Merlano Luis, Revista Diócesis de Cartago: 40 años de servicio
1.962-2.002. Litoruiz Impresores, Cali- Colombia, 2002.
- MASLOW, Abraham H. “La Personalidad Creadora”, Barcelona, 2005.
- OSPINA, Jorge Hernán, Modulo de Catequesis, Plan de la Catequesis,
UCPR, Pereira Risaralda, 2008.
- OSORIO, Sánchez Héctor, Cartago y la Catequésis, Tecnográficas
Impresores, Cali Colombia, 1999.
- RODRIGUEZ, Piedrabuena José Antonio, “La Mente de los Creadores”, Un
estudio de los procesos creativos, desde la neuro-ciencia y la psicología,
Madrid España, 2002.
GLOSARIO
AGENTES DE LA FE: Son los mismos agentes de Pastoral. Estos son
personas bautizadas, debidamente preparadas y capacitadas para
desempeñarse como lideres, animadores, instructores de la fe en las
diversas Parroquias. Son personas que caminan con el Evangelio y los
asiste el mejor anhelo de ver a Cristo en el corazón de todos los que
comparten la fe y el amor.
APRENDIZAJE: Es el proceso por el cual, una persona adquiere
conocimientos, habilidades o destrezas.
CATEQUESIS: es un servicio de la Iglesia, momento importante de la
Evangelización, por la cual, una persona y la comunidad creyente crecen y
llegan a su madurez de fe y de sanas costumbres. La Catequesis se da en
todas las etapas de la vida. Se considera como un instrumento vivo al
servicio de la evangelización. “La Catequesis es un proceso de educación
comunitaria, permanente, progresiva, ordenada, orgánica y sistemática de la
fe” (Documento de Puebla, No. 1011, 1978).
CREATIVIDAD: Es una cualidad inherente a toda persona por la cual se
incentiva el cerebro y se logra la realización de los sueños o ideales o
simplemente la realización de los proyectos
DIDÁCTICA: Es el arte de enseñar. Así mismo, se entiende como la
aplicación práctica que se hace en el escenario educativo de la reflexión y la
teoría que propone la ciencia pedagógica (Comenio, Didáctica Magna o
Tratado del arte universal de enseñar todo a todos,1657.)
EDUCACIÓN EN LA FE: Es el proceso por el cual el niño o niña y en general
cualquier persona, que se ha iniciado en la fe, alcanza su madurez cristiana,
con la ayuda de las Catequesis. El objeto de esta educación es la fe
cristiana, considerada en su totalidad existencial (con todos sus elementos,
niveles y dimensiones) y contempla una realidad dinámica que crece y
madura.
EVANGELIZACIÓN: El Proceso, por el que la Iglesia, movida por el Espíritu,
anuncia y difunde el Evangelio en todo el mundo, a través de diversas
actividades y ayuda a la persona a iniciar, crecer y madurar en su fe. De ahí
que se haya podido definir la evangelización en términos de anuncio de
Cristo a aquellos que lo ignoran, de predicación, de catequesis, de bautismo
y de administración de los otros sacramentos. La Exhortación Apóstolica
Evangelii Nuntiandi, de Su Santidad Pablo VI, al Episcopado , al clero y a
los fieles de toda la Iglesia acerca de la Evangelización afirma: “Evangelizar
significa para la Iglesia llevar la Buena Nueva a todos los ambientes de la
humanidad y, con su influjo, transformar desde dentro, renovar a la misma
humanidad” (Evangelii Nuntiandi, numeral 46 , 1975) .
FORMACIÓN INTEGRAL: Es el resultado final presente en una persona
cuando ha vivido un proceso educativo en el cual se integran y se dinamizan
todas las dimensiones del ser humano.
IGLESIA PARTICULAR: Se denomina Iglesia Particular al conjunto de
Parroquias que conforman una Diócesis; es la Iglesia pastoreada por el
Obispo, con la colaboración con sus presbíteros.
INICIACIÓN CRISTIANA: La iniciación es el proceso que consiste en recibir
los sacramentos del Bautismo, la Confirmación, la Penitencia y la Primera
Comunión.
JUEGO: Es una acción libre, espontánea o asistemático utilizado para
recrearse o divertirse.
KERIGMA: El término “kerigma” hace referencia al anuncio cristiano. Esta
palabra proviene del verbo griego Kerysso, que significa “anunciar”. En la
antigüedad, era usual que el keryx, un pregonero, reclamara desde la plaza
pública la atención de la gente y lanzara su mensaje. ( Modulo Red de
Nueva Evangelización)
LITURGIA: Es el conjunto de ritos y formas por las cuales se hace presente
Cristo en los diversos Sacramentos (Cf. S.C del Vaticano II, sobre la Divina
Liturgia, 5 y 6)
LÚDICA: Es una metodología o estrategia para llegar en forma creativa a las
personas. Es la forma de aprender creativamente; se asemeja a aprender
haciendo o aprender jugando. El término "lúdico" ha sido empleado en
sentido predominantemente descriptivo cuando se ha usado en relación con
el examen de la función que tiene el juego en la vida humana.
METODOLOGÍA: Etimológicamente significa camino. Es el estudio de los
caminos o formas de acceder al conocimiento.
PEDAGOGÍA: Unos la consideran una ciencia otros un arte. Como ciencia
trata de la forma de llevar a los niños y niñas (Paídos) a la adquisición de
conocimientos, habilidades, destrezas, competencias. Como arte es la
habilidad para llegar a los sujetos de la educación para logar de ellos
personas de bien.
SACRAMENTO: Es un signo sagrado, una acción de Cristo Resucitado que
nos confiere o aumenta la gracia divina, por medio de signos y palabras. Es
el regalo de Dios en Jesucristo, alcanzado por los meritos del Misterio
Pascual de Cristo. (CALDERON, José Gabriel, Qué significa ser cristiano,
2005).
ABREVIATURAS
CAL = La Catequesis en América Latina
DECAT-CELAM
19 de Marzo de 1999
CD = Christus Dominus
Decreto del Vaticano II sobre el oficio pastoral de los Obispos
28 de Octubre de 1965
CEC = Catechismus Catholicae Ecclesiae
Catecismo de la Iglesia Católica
11 de Octubre de 1992
CIC = Codex Iuris Canonici
25 de Enero de 1983
ChL = Christifideles Laici
Exhortación apostólica post-sinodal de Juan Pablo II sobre los fieles
Laicos. 30 de Diciembre de 1988
CT = Catechesi Tradendae
Exhortación Apostólica de Juan Pablo II sobre la Catequesis en
nuestro tiempo.
16 de Octubre de 1979
DCG = Directorio Catequístico General
Sagrada Congregación para el Clero
11 de Abril de 1971
DGC = Directorio General para la Catequesis
Congregación para el Clero
15 de Agosto de 1997
DLC = Líneas comunes de orientación para la catequesis en
América
Latina DECAT-CELAM
1985
DM = Documento de Medellín
II Conferencia General del Episcopado Latinoamericano
26 de Agosto – 7 de Septiembre de 1968 (Medellín, Colombia)
DP = Documento de Puebla
III Conferencia General del Episcopado Latinoamericano
27 de Enero – 13 de Febrero de 1979 (Puebla, México)
DSD = Documento de Santo Domingo
IV Conferencia General del Episcopado Latinoamericano
12-28 de Octubre de 1992 (Santo Domingo, República
Dominicana)
FC = Familiaris Consortio
Juan Pablo II, Exhortación Apostólica al clero y a los fieles de
toda la Iglesia sobre la misión de la familia cristiana en el mundo actual.
22 de Noviembre de 1981
IA = Ecclesia in America
Exhortación apostólica post-sinodal de Juan Pablo II
22 de Enero de 1999
EN = Evangelii Nuntiandi
Exhortación apostólica de Pablo VI sobre la evangelización del
mundo contemporáneo
8 de Diciembre de 1975
FR = Fides et Ratio
Carta Encíclica de Juan Pablo II sobre las relaciones entre la fe
y la razón
14 de Septiembre de 1998
GE = Gravissimum Educationis
Declaración del Vaticano II sobre la educación
28 de Octubre de 1965
GS = Gaudium et Spes
Constitución Pastoral del Vaticano II sobre la Iglesia en el
mundo
Actual. 7 de Diciembre de 1965
LG = Lumen Gentium
Constitución Dogmática del Concilio Vaticano II sobre la Iglesia
Papa Pablo VI
21 de Noviembre de 1964
MPD = Mensaje al Pueblo de Dios
Sínodo de los Obispos sobre la Catequesis en nuestro tiempo
28 de Octubre de 1977
PDV = Pastores Davo Vobis
Exhortación apostólica post-sinodal de Juan Pablo II sobre la
formación de los sacerdotes en la situación actual
25 de Mayo de 1992
RM = Redemptoris Missio
Carta Encíclica de Juan Pablo II sobre la permanente validez
del
mandato misionero
7 de Diciembre de 1990
SINE Sistema Integra de Nueva Evangelización
SC = Sacrosanctum Concilium
Constitución del Vaticano II sobre la Sagrada Liturgia
4 de Diciembre de 1963
ANEXOS
1. FORMATO DE LA ENCUESTA
DIOCESIS DE CARTAGO
CATEQUESIS PARROQUIAL
ENCUESTA.
Parroquia : ___________________________________________________
Catequista: ___________________________________________________
Edad ________________ Tiempo como Catequista: __________________
1. En la preparación para la Catequesis, tienes en cuenta mayormente:
A. Edad cronológica.
B. La edad psicológica
C. La madurez de la fe
D. Solo los contenidos de la catequesis.
2. Como Catequista, consideras que:
A. Estás suficientemente preparado
B. Parcialmente preparado
C. Poco preparado
D. No me encuentro preparado
3. Tu grado de compromiso como catequista es:
A. Muy comprometido
B. parcialmente comprometido
C. Poco comprometido
D. No soy comprometido.
4. Consideras que tienes una buena metodología
A. Sí, ¿por qué?
B. No, ¿Por qué?
5. ¿Qué estás haciendo para hacer más interesante y efectiva la catequesis
que se imparte a los niños que se preparan para el sacramento de la
eucaristía?
A. Les enseñas a memorizar contenidos
B. Te preocupas solo de enseñar oraciones
C. Enseñas de forma dinámica
D. Usas otras estrategias, ¿Cuáles?
6. ¿Haces motivación a los niños (as) para la misa dominical
A. Sí, ¿Cómo?
B. No, ¿Por qué?
7. En el trabajo catequístico, involucra:
A. Al Sacerdote
B. Al Padre de familia
C. Compañeros Catequistas
D. A nadie.
8. Con cuál de estas opciones te identificas más:
A. En la Catequesis se aprende haciendo
B. En la Catequesis se aprende memorizando
C. En la Catequesis se aprende jugando
D. En la Catequesis se aprende con el testimonio.
Como bien se puede observar los ítems 1, 2, 3, 5, 7 y 8 son de selección
múltiple y única respuesta; los demás: 4 y 6 son de respuesta si o no. Pero
muchos de los ítems exigen un por qué.
Lo que no se evalúa se devalúa, lo que no se renueva pierde vigencia..
Jesús hace nuevas todas las cosas!
Gracias por tu tiempo y por la tarea tan valiosa que realizas!
2. MÁSCARAS DEL CATEQUISTA
TALLERES DE FORMACIÓN
¿Qué entendemos por máscaras?
¿MASCARAS...? Las máscaras ocultan la realidad, son comportamientos
que cambian y distorsionan el verdadero rostro de las cosas y personas y
falsean nuestras relaciones. Las máscaras o comportamientos que
empleamos en la catequesis ocultan dos cosas:
—Lo que verdaderamente somos en nuestras relaciones con Dios
—Ocultan a Aquél de quien queremos dar testimonio, distorsionan el Rostro
de Dios.
Del catequista "educador en la fe", se requiere que sea como Jesús,
"Testigo fiel y veraz" (Ap 1,5) y que pueda decir como los apóstoles: "Lo que
liemos visto con nuestros ojos, lo que contemplamos y tocaron nuestras
manos... eso anunciamos" (1 Jn 1,1-4).
Se trata de examinar la pedagogía catequística
Este pequeño curso es un "examen de conciencia" que pretende ayudar a
aumentar la capacidad de autocrítica sobre la manera de impartir la
Catequesis, para que se desarrollen las capacidades pedagógicas y mejore
la metodología que se emplea en esta tarea de la Iglesia.
Esto se hace procurando ver "reflejados" en alguno o algunos de estos trece
personajes que allí se presentan, más aún, contemplando a JESÚS
CATEQUISTA y dejando que sus actitudes se vayan volviendo propias.
La tarea del evangelizador involucra toda la persona y la vida entera,
aumenta la “calidad humana” y la profundidad y verdad de la vida.
¿Cómo emplear este material?
Este material contiene 13 dinámicas que ayudan a revisar las actitudes como
catequistas. En forma de "máscaras", se va reflexionando periódicamente
con los catequistas, con el fin de corregir y mejorar las actitudes que a veces
no van acordes con el Evangelio que se anuncia.
Cada dinámica presenta cuatro momentos:
1. El video de mi máscara: es decir, tratar de ver algunas actitudes que con
frecuencia se dan entre los catequistas.
2. Realizo mi autocrítica: una pequeña reflexión sobre cómo debe ser la
verdadera actitud de un catequista cristiano.
3. Miro a Jesús y me comparo: Mirar el evangelio en relación a esas
actitudes que con frecuencia se dan entre los catequistas.
4. Evaluación: en forma breve, tratar de ver qué hay que cambiar.
En la última parte del material incluimos, en esta nueva edición, una serie de
pasos y dinámicas para realizar durante un día entero de evaluación y cierre
de estas reflexiones.
En todo momento queremos insistir en la necesidad de dar
PARTICIPACIÓN. Se trata de ayudar a que los catequistas se sientan libres
de expresar sus limitaciones, problemas y dificultades, más que de reprobar
o ridiculizar. Se trata de dar elementos y pequeñas ayudas para que los
catequistas se los apropien y conjuguen con aportes de su propia cosecha,
experiencia y capacidad, y para hacer cada vez más libre, creativo y propio
de auténticos sujetos, el anuncio del Evangelio.
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2. Realizo mi propia autocrítica
LA MEJOR CATEQUESIS ES EL EJEMPLO
La fuerza y autoridad de Jesús en su enseñanza era que el DECÍA LO QUE
HACIA .hablaba de su propia experiencia; era la palabra que se
encarnaba…
Nosotros procuremos, al menos, ir haciendo lo que decimos. La vida privada
de un maestro, la de cualquier dirigente, la de cualquier promotor, la de
cualquier profe y la del último catequista, no puede entrar en contradicción
con lo que él enseña a los demás, con lo que habla, con la fe que predica.
TIENE QUE SER UN TESTIGO. Ser catequista es UNA VOCACIÓN que
exige COHERENCIA, TESTIMONIO DE VIDA, las 24 horas del día.
Las palabras que no están acompañadas del ejemplo son palabras vacías.
LA MEJOR MANERA DE DECIR, ES VIVIR; LA MEJOR MANERA DE
ENSEÑAR ES HACER.
3. Miro a Jesús y me comparo
Sus acciones manifiestan al Padre y nadie le puede reprochar nada: Juan
10, 37-38.
Y nos advierte que no es el que habla mucho el que entra en el Reino, sino
el que hace la Voluntad del Padre: Mt 7, 21-27.
4. Evaluación del Grupo de Catequistas
LA CATEQUESIS ES TAMBIÉN UNA ENSEÑANZA SISTEMÁTICA Y QUE EXIGE PREPARACIÓN Y MÉTODO
Como toda enseñanza sistemática requiere tres pasos:
1. CONOCIMIENTO INTEGRAL DEL MENSAJE;
2 ELABORAR UN PROGRAMA DE ENSEÑANZA CON CALENDARIO; CON APLICACIÓN A LA VIDA:
3. EVALUAR LOS RESULTADOS: Ver el progreso de la vida cristiana del niño y su familia. Revisar diarios de vida...
A. DIAGNOSTICO DE LA REALIDAD:
¿Conoces a las familias de los niños?
¿Conoces a cada niño y sus problemas?
¿Conoces la situación del barrio donde vive?
¿Conoces la situación de tu país?
B. PLANIFICACIÓN DEL TRABAJO.
¿Qué tiempo dedicas a preparar tus temas?
¿Qué plan de trabajo has elaborado?
C. EVALUACIÓN DE LOS RESULTADOS:
¿Haces exámenes?
¿Te conformas con lo teórico?
¿Evalúas las actividades y la vida del niño?
¿Evalúas tu trabajo?
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