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ESTRATEGIAS PARA COMBATIR LA POBREZA EN AMERICA LATINA.
DIAGNOSTICO Y ENSEANZAS DE POLITICA *
DAGMAR RACZYNSKI
INTRODUCCION
La superacin de la pobreza constituye uno de los grandes desafos
que enfrenta la regin. El logro de esta meta es fundamental por
razones ticas y para la estabilidad econmica, social y poltica de
los pases. El tema ha sido abordado en diversos foros
internacionales y en los programas polticos de varios pases. Sin
embargo, an existen dudas acerca de los requerimientos, el
contenido y las caractersticas de una estrategia para combatir la
pobreza y del marco institucional y de organizacin necesarios para
su exitosa aplicacin.
El proyecto regional cuyos resultados se publican en este libro
incluy un amilisis crtico de los programas para combatir la pobreza
que estn aplk%ndose en cuatro pases de la regin: Argentina, Brasil,
Costa Rica y Chile. En este captulo introductorio se plantean los
temas y los interrogantes que motivaron el proyecto, se seala la
forma en que stos fueron abordados en los estudios nacionales, se
sintetizan los principales resultados y se enumeran las ensenanzas
de polftica que pueden deducirse de la experiencia de los pases
analizados.
LOS TEMA!3 DEL ESTUDIO
El punto de partida del proyecto regional fue la conviccin de
que el debate en abstracto en torno a los requerimientos, el
contenido y las caractersticas de las polticas para combatir la
pobreza es insuticiente y con frecuencia conduce a resultados
errneos. Lo que corresponde es vincular el debate sobre estos
* Este captulo cont con los valiosos aportes de Sonia Miriam
Draibe, Roberto Martnez Nogueira y Juan Diego Trejas, que tuvieron
a su cargo los estudios nacionales sobre Brasil, Argentina y Costa
Rica, respectivamente, y los comentarios de Mara Elisa Bernal,
Maritza Izaguire y Carlos Herrn del BID, Nicols Flafio y Helena
Ribe del Banco Mundial y Rebeca Gqnspan de Casta Rica.
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12 DAGMAR RACZYNSKI
aspectos a la particular situacin de cada pas en cuanto a las
caractersticas de la pobreza, a las instituciones para la poltica
social con que cuenta y su experiencia con programas de lucha
contra la pobreza.
ORIENTACIONES Y CONTENIDO DE LAS POLITICAS PARA COMBATIR LA
POBREZA
En la actualidad estn abandonndose las polticas redistributivas
tradicionales que se basaban en la fijacin de precios y subsidios
generales, y estn introducindose polticas y programas directos
focaliiados en los sectores ms pobres de la poblacin. Las polticas
que se proponen asignan prioridad a la eliminacin de las
distorsiones en las relaciones de mercado y plantean la focalizacin
de la polftica social sectorial (educacin, salud, vivienda) y la
creacin de programas sociales compensatorios para las situaciones
ms extremas de pobreza (subsidios para alimentacin, planes de
emergencia de empleo, distribucin de pensiones asistenciales y
similares). La hiptesis es que los programas compensatorios y la
adopcin de una poltica social sectorial tambin focalizada
resultaran ms eficientes con respecto al objetivo especfico de
reducir la pobreza que los programas de carcter universal.
Al estudiar los programas para combatir la pobreza no es
suficiente analizar los esfuerzos de gasto social que un pafs
realiza y la medida en que el gasto efectivamente llega a los
sectores ms pobres. Es necesario, adems, adentrarse en el contenido
de las polfticas y en la coherencia de los programas con las
caractersticas de la pobreza y los factores que la condicionan.
En lo que concierne al contenido de las polticas de superacin de
la pobreza, pueden distinguirse al menos cinco grandes categoras:
i) polfticas sociales sectoriales: inversin en servicios bsicos de
educacin y salud, y polticas y subsidios para vivienda,
equipamiento comunitario e infraestructura sanitaria; ii) polfticas
que apoyan la capacidad productiva de los sectores pobres:
capacitacin para el trabajo y medidas de reconversin laboral, y
apoyo a actividades productivas en pequea escala (microempresa
rural y urbana, sector informal urbano, apoyo al sector campesino,
etc.); iii) polticas de apoyo a la organizacin social y de
capacitacin en sectores pobres para proveerlos de informacin y
caliicarlos para tener voz y participar en las decisiones que los
afectan; iv) polticas laborales y de remuneraciones, y v) polticas
asistenciales, de empleo de emergencia o de transferencias directas
de dinero y/o bienes (alimentacin principalmente).
El nfasis que los pases asignen a uno u otro tipo de poltica
depende de la magnitud de la pobreza, su localizacin geogrfica, los
sectores y actividades ms afectados (actividades econmicas,
estratos etarios, etc.) y los factores condicionantes de la
pobreza.
La prioridad que se asigne a uno u otro tipo de poltica tambin
est influida por la forma en que un gobierno visualiza la relacin
que existe entre la politica econmica y la social. En Amrica Latina
la situacin econmica de la dcada de 1980 recarg las polticas
sociales al crear ms pobreza, y al mismo
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ETSPRATBGIAS PARA COMBATIR LA POBREZA EN AMERICA LATINA...
13
tiempo rest recursos para fines sociales. La agudizacin de la
pobreza impuls la aplicacin de programas sociales compensatorios, y
la escasez de recursos aceler los esfuerzos por focalizar el gasto
social.
En los aos noventa se reconoce cada vez ms que los programas
sociales compensatorios constituyen un instrumento paliativo
ineludible en situaciones extremas, pero que no representan un
aporte significativo al combate contra la pobreza, ya que ste
requiere programas que provean herramientas a los sectores pobres
para que salgan de la pobreza con su propio esfuerzo y programas
que contribuyan a la creacin de oportunidades efectivas de
integracin social.
CABACTEIUSTICAS DE LA POBREZA
A pesar del mejoramiento que se observa en los indicadores de
desarrollo humano, la pobreza contina siendo un problema agudo en
Amrica Latina. En la mayora de los pases la pobreza de los hogares,
cuantificada por el mtodo de la lfnea de pobreza, aument en los aos
ochenta.
Las caractersticas de los pobres son distintas de las de hace
veinte aos. La pobreza es cada vez ms urbana. La calidad de la vida
de los pobres ha mejorado si se toman en cuenta los indicadores de
las expectativas demogrcas de vida, de alfabetismo y el nivel de
escolaridad, de acceso a los servicios de salud, agua,
alcantarillado y electricidad. En muchos pases la pobreza se ha
tornado mas heterognea. Los pobres tienen inserciones variadas en
la fuerza laboral y en los pases con tradicin de poltica social se
han visto parcial y desigualmente beneficiados por la accin del
Estado. Algunos han logrado acceso a los beneficios de la previsin
social, otros a los beneficios de vivienda, de educacin o de salud.
Algunos han experimentado movilidad social, y otros internalizaron
expectativas de movilidad social para sus hijos. En los aos ochenta
como resultado de la crisis econmica, el aumento del desempleo y la
cada de los salarios se produjo un empobrecimiento de los sectores
pobres y de las capas medias. Al mismo tiempo, la accin estatal en
el mbito social se debilit en trminos de recursos. Se observa un
marcado incremento del sector informal urbano, y a los pobres
crnicos (que tambien se empobrecen) se suman los estratos medios y
medios bajos empobrecidos, los llamados nuevos pobres2. Al mismo
tiempo, se observan modificaciones en el tamao y la composicin de
las familias pobres y no pobres: menor numero de hijos por
Existen numerosos estudios sobre este tema en cada pas y tambin
a nivel regional. Entre estos ltimos, danse CEPAL (1990,199l);
Cardoso y Ilelwege (1992) y Morley (1992). El diagnstico sc
desprende tambikn de los Informar sobre d-csmollo humano del PNUD
(1990, 1992, 1594). Los cuatro estudios nacionales de este proyecto
aportan antecedentes especfficos para cada pas. Ello ha tendido a
expresarse en una frustracin de las expectativas de movilidad
social, la que puede verse agravada por el mayor acceso a los
medios de comunicacin masiva (radio y televisin) y una integracin
simblica a los valores que stos transmiten, al tiempo que viven en
una sociedad que en muchos aspectos es ms desigual y ms segregada.
Respecto a este punto cs ilustrativa la informacindiagnstica que
presentan los informes elaboradas en la CEPAL sobre transformacin
productiva y equidad. Vase CEPAL (1990 y 1992).
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14 DAGMAR RACZYNSKI
mujer, mayor inestabilidad en la relacin de pareja, importancia
creciente de la familia nuclear. Estas tendencias asumen rasgos
diferentes de un pas a otro. Una hiptesis que ha surgido en varios
pases plantea la fcminizacin de la pobreza en el mbito urbano. En
forma paralela a estos cambios, persiste la pobreza en grupos
tnicos especficos como los indgenas.
Tambin han ocurrido cambios en el contexto comunitario en el
cual viven los pobres. Se observa una multiplicacin de
organizaciones sociales de carcter territorial y de agentes o
instituciones que los respaldan: profesionales y tcnicos
(animadores, promotores), organismos no gubernamentales,
instituciones religiosas, etc., que por variados motivos ofrecen
programas sociales en pequea escala y mtodos de trabajo
innovadorcs3. Por otra parte, en las grandes ciudades los pobres
viven en una situacin de creciente segregacin social.
Estas tendencias, que muestran intensidad y caractersticas
distintas en los paises, presentan nuevos desafos y nuevas
oportunidades para el combate contra la pobreza. Los pobres ya no
son en su mayora analfabetos, una parte de ellos se encuentra
organizada, aceptan y se acercan a los servicios de salud, etc. En
los pases ms avanzados en materia social se ha alcanzado la meta
cuantitativa de cobertura de los servicios bsicos (educacin
primaria y salud maternoinfantil), y surgen nuevas prioridades
relacionadas con el mejoramiento de la calidad de los servicios
destinados a los sectores pobres, con los problemas asociados al
envejecimiento de la poblacin y la adecuacin entre el sistema
educacional y el sistema productivo. En el mbito urbano, los
problemas de pobreza se entremezclan con problemas de seguridad
ciudadana y, en el medio urbano y el rural, se acrecienta el nexo
entre la pobreza y el deterioro del medio ambiente.
Las nuevas caractersticas de la pobreza marcada por la
diversidad de situaciones obligan a pensar en la adopcin de
polticas ms diferenciadas (menos homogneas) que en el pasado. La
descentralizacin del aparato estatal y la multiplicacin de agentes
intermedios que actan entre el Estado y la comunidad permiten
redefinir las relaciones entre los sectores pblico y privado y
hacen ms viables los procesos de participacin social, abriendo
nuevas oportunidades de gestin de las polticas.
EL MARCO INSTITUCIONAL Y LA GESTION DE LOS PROGRAMAS
SOCIALES
El marco institucional para la aplicacin de la poltica social en
los pases de la regin ha sido objeto de numerosas crticas. Como se
ver ms adelante, es muy diverso de un pafs a otro. Las propuestas
que se han difundido en los aos ochenta plantean una modificacin
del papel del Estado en materia social, afiimacin que tiene una
dimensin cuantitativa -reduccin del gasto fiscal social, ajustando
su monto a las restricciones fiscales y macroeconmicas y bsqueda de
fuentes alternativas de financiamiento- y otra cualitativa, que
se
3 Vanse los estudios de Campero (1987), Drabeck (1987) y Lewis
(1988).
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ESIR4TEGIAS PARA COMBATIR LA POBREZA EN AMEXICA LATINA... 15
relaciona con el liderazgo del Estado y el papel de otras
instituciones en la formulacin y gestin de la poltica y los
programas sociales.
En la dimensin cualitativa, el esquema tiene dos componentes.
Por un lado, se impulsan procesos de desconcentracin y
descentralizacin del aparato estatal mediante el traspaso de
competencias y recursos desde el nivel central a los niveles
inferiores del Estado, preferentemente al nivel local, a fin de
acercar los servicios y los programas a la poblacin y facilitar los
procesos de participacin social.
Por el otro, se impulsa una rcdcfmicin del papel del Estado,
diferenciando entre las funciones normativas y de formulacin de
polticas generales, las financieras y de asignacin de recursos, las
de ejecucin o aplicacin de programas y las funciones de seguimiento
y evaluacin de polticas, con el traspaso de la responsabilidad por
la ejecucin de programas y servicios sociales que cuentan con
subsidios fiscales a manos de agentes privados, no gubernamentales
y a organizaciones de la propia comunidad. La idea es crear un
espacio virtual para que nuevos actores (la comunidad organizada,
los organismos no gubernamentales de diferente tipo, el sector
privado, los grupos de mujeres, de jvenes, etc.) gestionen sus
propias demandas, aportando a la labor del gobierno local. El
resultado es un efectivo fortalecimiento de los gobiernos locales y
una gestin ms dinmica, eficiente y eficaz de los servicios y
programas a este nivel. En este contexto los temas
-descentralizacin del aparato estatal, colaboracin entre los
sectores pblico y privado y participacin social- se superponen con
el debate sobre el papel que corresponde a cada sector (pblico y
privado) y cada nivel del Estado (nacional, regional y local) y se
insertan en el complejo tema de la modernizacin de la gestin
pblica.
EL ESTUDIO REGIONAL: OBJETIVOS, CONTENIDO Y PAISES
En esta seccin se sintetizan los objetivos de cada estudio
nacional, y se indican los pases y los programas para combatir la
pobreza que se analizaron con mayor profundidad.
Objetivos generales y especfticos
Se realiz un anlisis crtico de los programas para combatir la
pobreza que estn aplicando los pases, insertndolos en el diagnstico
sobre la pobreza en el pas (magnitud, localizacin geogrfica,
caractersticas, condicionantes) y en el contexto de la poltica
econmica y social. Cada estudio nacional contiene tres secciones: -
Un panorama descriptivo de los programas vigentes para combatir
la
pobreza, ubicndolos en el contexto histrico-institucional de la
poltica so- cial en el pas; estudiando los aspectos complementarios
y opuestos entre los principales programas; contrastando los
programas con el conocimiento que existe en el pas acerca de las
caractersticas de los sectores pobres y
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16 DAGMAR RACZYNSKI
analizando la forma en que se plantea y se produce la integracin
de las polticas sociales y las econmicas.
- Un analisis de tres programas especficos dirigidos hacia los
sectores pobres, identificando lo que se hace, por qu, cmo y con
que resultados; sealando factores que facilitan y barreras al diseo
y a la ejecucin de los programas, y profundiiando el anlisis de
tres tpicos especficos: caractersticas de la focalizacibn y
relaciones entre polticas universales y focaliiadas; insercin
institucional, esquema de gestin y modalidad de ejecucin del
programa, en particular en lo que concierne a su naturaleza
descentralizada, la colaboracin entre los sectores pblico y
privado, y la existencia de instrumentos de seguimiento y de
evaluacin de resultados. Las enseanzas de polftica que se obtienen
acerca del diseo y la puesta en prctica de una estrategia efectiva
para combatir la pobreza. El Cuadro 1.1 muestra los tres programas
especficos analizados en cada
pafs. La eleccin de los programas se hizo de acuerdo con el
criterio de los autores de cada estudio nacional. La nica exigencia
del proyecto fue que los programas incluyeran explcitamente
planteamientos de localizacin, que en lo posible abarcaran las
polfticas de diverso tipo (asistenciales, sectoriales, de inversin
social, de apoyo productivo, etc.), que fueran pertinentes -es
decir, que pudieran arrojar enseanzas de polftica- en los temas del
estudio regional y que no hubieran sido estudiadodevaluados
exhaustivamente con anterioridad.
PAISES EN LOS QUE SE REALIZO EL ESTUDIO
El estudio abarca cuatro pases: Argentina, Brasil, Costa Rica y
Chile4. Los cuatro tienen una larga tradicin en polticas sociales,
que se remonta a los anos treinta o antes. En los aos ochenta y
noventa destinaban entre un 12 y un 20 por ciento del PIB a
programas sociales (aceptando la definicin propia de cada pas con
respecto a lo que es gasto social). Cada uno cuenta con
instituciones relativamente consolidadas, encargadas de prestar
servicios y ejecutar programas sociales, las que cuentan con
clientelas y en cuyo funcionamiento intervienen diversos intereses
empresariales, gremiales y polticos. Esta situacin es
particularmente notoria en Brasil y relativamente ms dbil en Costa
Rica.
Dos de los pases son de tamao pequeo (Costa Rica y Chile), uno
es de tamao intermedio (Argentina) y el cuarto es el ms grande de
la regin (Brasil). Argentina y Brasil son pases federales, mientras
que Costa Rica y Chile son unitarios. En los cuatro, con distinto
nfasis y diferente grado de aceptacin, se han puesto en prctica
polfticas sociales focalizadas, cuyo inicio se remonta a los afios
setenta en Costa Rica y Chile, y a la dcada de 1980 en Argentina y
Brasil. Los cuatro pases cuentan con experiencias innovadoras de
colaboracin pblico-privada en la gestin de programas sociales; y en
tres de ellos (la
4 Ias reglas de seleccin de los estudios nacionales definidas po
el programa Red de Centros de Investigacin Econmica Aplicada del
BID, en el que lo principal es la calidad tcnica de la propuesta,
no permitieron la adopcin de algn cnteo sustantivo para elegir los
pases.
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Cuadro 1.1. Programas sociales que se analimron en cada estudio
nacional
Alimentacin Alimentacininutricin (sucesin de diverxcs
programas)
Cupn Alimentario (1991)
Plan de Combate al Hambre y a la Miseria (PCFM) (1993)
Capacitacin laboral
Plan Social Agropecuario (1993)
Talleres Pblicos de Capacitacin Ca acitacin Laboral de Jvenes y
Produccin (1982) de k casos Recursos (1991)
Apoyo organizarin y voz de los pabrcs:
Poltica social sectorial:
Salud Materno infantil (PROMIN) (1993)
Educacin
Vivienda
Formacin Integral del Nio Informtica Educativa (1988)
Plan de Arraigo de wllas (1991) (PROFIC) (1986.93)
Entre Tcdos/FOSIS (1991)
Calidad y Equidad Educacin Bsica (1992)
Fuente: Elaborado por el autor en base a los estudios nacionales
contenidos en este volumen. NOk Los nmeros entre parntess se
refieren al aio en que se inicia la ejecucin de cada programa y el
afro de terminacin cuando corresponde
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18 DAGMAR RACZYNSKI
excepcin es Costa Rica) se han registrado intentos de
descentralizacin mediante la transferencia de responsabilidades
sociales desde el nivel central (o nacional) al regional y
local.
En el contexto latinoamericano, los cuatro pases registran un
nivel medio a alto de ingreso por habitante y, salvo Brasil, que se
ubica en el nivel medio, se encuentran en el estrato alto de
desarrollo humano, junto a otros 47 pases del mundo (Cuadro 1.2). A
pesar de esta buena ubicacin, la pobreza es significativa en los
cuatro pases. Las cifras contenidas en los estudios nacionales no
son comparables entre s. Los datos elaborados por la CEPAL indican
que en trminos relativos Argentina registra un menor porcentaje de
hogares pobres, seguido por Costa Rica. Chile ocupa el tercer
lugar, seguido muy de cerca por Brasil. La magnitud de la pobreza
se agudiz en la dcada de 1980 en tres de los cuatro pases, y en
particular, en Brasil. En Chile se observa una disminucin en la
segunda mitad de los aos ochenta. La trayectoria que sigue el
porcentaje de hogares pobres en cada pas se relaciona con los
ciclos de la economa (crisis de la deuda y estancamiento y
recuperacin posterior). La economa chilena inicih un perodo
ascendente en 1986 y Argentina hizo lo mismo en 1991. Por su parte,
la situacin de Brasil es de estancamiento o deterioro, mientras que
Costa Rica registr un crecimiento moderado desde 1983.
Dos de los pases (Argentina y Chile) tienen un elevado nivel de
urbanizacin, y en consecuencia la pobreza es predominantemente
urbana. A pesar de ello, en ambos existen significativos bolsones
de concentracin de pobreza rural. En Costa Rica la pobreza es
principalmente rural yen Brasil, pas que se caracteriza por una
enorme diversidad regional, la pobreza es predominantemente rural o
urbana dependiendo dc la regin de que se trate.
PRINCIPALES RESULTADOS Y ENSEBANZAS DE POLITICA
En esta seccin se resumen en primer lugar los principales
aspectos de cada estudio nacional, y luego se analizan los
resultados que se desprenden de la comparacin de los cuatro casos y
se enumeran los principales tpicos y enseanzas de polftica.
Argentina
Durante este siglo, en Argentina se consolid un imperfecto
Estado de Bienestar, de cobertura amplia en el contexto
latinoamericano, pero con un sector significativo de excluidos.
Tras una fachada de aspiraciones universalistas, el sistema operaba
con criterios clientelsticos y marginaba a los sectores ms pobres,
en particular aquellos no incorporados al mercado de trabajo formal
y los habitantes rurales. La expansin del sistema estuvo acompaada
de crecientes problemas de financiamiento. El sistema fue vctima de
su propia expansin y termin siendo apropiado por intereses
corporativos.
Como se argumenta en el trabajo, las polticas sociales
estuvieron permanentemente desarticuladas de las macroeconmicas,
experimentaron una
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ESIRATEGIAS PARA COMBATIR LA POBREZA EN AMERICA LATINA... .-
19
Cuadro 1.2. Situacin econmica y social de los pases. Datos
bsicos
149.042
75
13.173
86
Poblari6n 1990 (en miles) 32.322
% poblacin urbana 1990 86
PIB Epita per 1990 3.278 (US de 1980) 1992 3 787
Taa de crecimiento anual PIB per cpifa 1980-W -22
1990 -1,3 1991 726 1992 7-4
47
1.903 1.461 2.483 1.839 1.516 2.774
-0s -0.6 0,9 41 0.7 1,s -0,s -0.4 358 -2-5 42 7,7
1985.90 1.494.834.7 1.975.374,s 119.0 1423 1990.91 171,7 410.6
28.7 21,8 1991.92 24,9 410.6 21.8 15.4
Inflacin PC)
Magnitud de 1992: Gran B.Aires la pobreza (%)a 17,s.19,3
1989 1986 : 18.1 1990 : 34.5 Urbano : 34 Urbano ll,1 Urbano :
34-2 Rural : 45 Rural : 24.5 Rural : 36,2
1970b 8 1980b 9 1986b 13 1990b
Gasto pblico social 1982 176 como % del PIB 1988 15,7
1992 16.8
24 22 25 24
17
38 35
49 39 40 43
15,2 15,s
18,O 20.0 19.0
224 15,2 14.7
Indice de desarrollo humano (1990) Lugar que ocupa entre los
pases
Tasa de mortalidad infantil (%) Fapanza de vida al nacer
Alfabetismo adulto (%) Promedio atios de estudio aprobados
0,83 43
31 71,0
95.3
8,7
OS74 0.84 0,86 59 42 36
60 65,6
81,l
3.9
18 74,9
928
5.7
20 71,s
93.4
7s
Fuente: CEPAL. Anuario Estadstico de Amrica Latina y el Caribe,
1993; y PNUD, Desarrollo Humano: Informe 1992. CEPAL (1992),
estudios nacionales contenidos en este libro.
a Informacin de los estudios nacionales. No es comparable entre
pases. b Informacin de CEPAL (1992).
notable discontinuidad y se caracterizaron por una escasa
relacin entre sus componentes. La pobreza no fue un foco de atencin
prioritario en la poltica social de los sucesivos gobiernos,
principalmente porque hasta fines de los aos setenta el pas no
enfrent un problema estructural de empleo, que recin surgi
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20 DAGMAK RACLYNSKI
en la dcada de 19SC?. El Estado tiene escasa experiencia en la
formulacin y puesta en prctica de programas destinados a los
sectores pobres6. El marco institucional vigente es rgido y est
marcado por intereses corporativos; los recursos disponibles para
fines sociales se encuentran vinculados a programas preexistentes
en el mbito de la seguridad social, la salud y la educacin y
resisten su utilizacin para combatir la pobreza. El gasto social
muestra un comportamiento cclico. En los aos ochenta fluctu entre
un 13 y un 18 por ciento del PIB. En 1991-92 represent alrededor de
un 16 y un 17 por ciento. Casi la mitad del gasto social
corrcspondc a seguridad social y asignaciones familiares. La
distribucin de este gasto, as como el de vivienda, es regresiva. No
sucede lo mismo con el gasto en educacin y salud, en cuyo caso el
quintil ms pobre recibe el 32 por ciento mientras que el quintil ms
rico recibe un 12 por ciento. El gasto social total, no obstante,
no tiene carcter redistributivo, ya que afecta en una proporcin
similar a los hogares en cada quintil de ingreso.
El estudio argumenta que a nivel central y provincial existe
insuficiente capacidad tcnica de diagnstico y diseo de programas
dirigidos a los sectores pobres, particularmente en el nivel
provincial, que en anos recientes ha tenido que asumir
responsabilidades en el mbito social. Aade que quiz el obstculo ms
serio sea la ausencia de una visin compartida en torno al problema
de la pobreza y sus prioridades, como consecuencia de lo cual no ha
habido una decisin nacional explcita ni voluntad polftica para
enfrentar el problema. Existen iniciativas aisladas de programas en
distintas reparticiones pblicas y niveles de gobierno que se
caracterizan por su inestabilidad, escasa coordinacin y por asignar
prioridad a las acciones asistenciales.
El estudio afirma que al iniciarse la dcada de 1990 se observa
un diagnstico ms compartido sobre la situacin, as como intentos por
combinar programas asistenciales con programas de inversin en
capital humano y de apoyo productivo; se realizan esfuerzos por
definir de modo ms preciso los grupos destinatarios y se elaboran
criterios explcitos de focalizacin; se aplican medidas de
fortalecimiento de los gobiernos regionales y locales, y se
favorece una mayor intervencin de organismos no gubernamentales
(ONG) y de organizaciones sociales en la ejecucin de los
programas.
No obstante, como lo ilustran los tres programas especficos que
se estudian en Argentina -el Programa Maternoinfantil (PROMIN), el
Plan Social Agropecuario (PSA) y la regularizacin de asentamientos
humanos precarios establecidos en tierras de propiedad fiscal (Plan
de Arraigo)- los programas enfrentan importantes obstculos tcnicos
y polftico-institucionales en su proceso de formulacin y,
posteriormente, en su aplicacin.
5 La tasa de desempleo abierto y la de subempleo, que eran
respectivamente del 2,6 y el 4,s por ciento en 1980, alcanzan un
8,6 y un 9,3 por ciento en 1990.
6 El estudio nacional indica que en el Gran Buenos Aires los
sectores empobrecidos (insuficiencia de ingresos pero no de
necesidades bsicas) aumentaron del 4,s por ciento en 1980 al 16,8
par ciento en 1988 y al 18,4 por ciento en 1990. Los pobres
estructurales o crnicos, por su parte, en cada caso representan
cerca de un 16 por ciento de la poblacin.
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ESTRATEGIAS PARA COMBATIR 1 .A PORREZA EN AMERICA LATINA...
21
No es posible arribar a conclusiones sobre el impacto de los
tres programas porque son muy recientes (la ejecucin del PROMIN y
del PSA se inici recin en 1993 y el Plan de Arraigo cn 1991), y
porque no han aplicado criterios e instrumentos de seguimiento y
evaluacin. Sin embargo, la comparacin del PROMIN y del PSA, por un
lado, con el Plan de Arraigo por el otro, permite concluir que los
programas no se improvisan, en el sentido de que deben contar con
diagnsticos mnimos sobre la situacin que desean modificar, con
claros objetivos y metas, y una delimitacin precisa del grupo
destinatario. Tambicn permite concluir que para el xito de la
puesta en marcha de un programa es fundamental construirlo
polticamente, crear mecanismos de dilogo y concertacin, aunar
voluntades, e involucrar desde un primer momento a los agentes de
los cuales se espera colaboracin.
El PROMIN y el PSA contaron con un fuerte respaldo poltico y
fueron diseados con rigor tcnico. En ambos se cre una unidad
coordinadora ad hoc a un nivel alto de gobierno, integrada por un
equipo profesional de prestigio que particip en la formulacin y
negociacin del programa, y que luego se encarg de la ejecucin,
asegurando la coherencia global y la persistencia de los objetivos
y criterios. En el caso del PROMIN SC sum el apoyo tinanciero del
Banco Mundial y la colaboracin tcnica de UNICEF y del PNUD,
instituciones que aportaron en cl diseo del programa, impusieron
lmites a la discrecionalidad de las autoridades de turno y
aseguraron la continuidad del programa durante algunos aos
(mientras dura el financiamiento). Con este respaldo, el programa
pudo superar muchos de los obstculos administrativos y de
procedimiento del sector pblico y apoyar la gestin en el nivel
provincial, en particular en lo que se refiere al apoyo a
iniciativas de dilogo y de concertacin poltica, al indispensable
respaldo tcnico y al control (freno) de las prcticas
clientelsticas.
El PSA se apoy tambin en la experiencia acumulada de ONGs que
actan en el mbito rural. La existencia de estos organismos permiti
acelerar la puesta en prctica del programa. No obstante, cn las
zonas ms pobres su nmero era limitado o inexistente y, adems, era
ms dbil la organizacin social de los beneficiarios, lo que dificult
la puesta en marcha del programa en las reas ms necesitadas. Por
otro lado, la marcha del programa enfrent problemas (incertidumbre)
en la oportuna disponibilidad de recursos, la inadecuacin de las
normas y procedimientos pblicos y la existencia de distintas
culturas dc organizacin dentro del sector pblico.
El Plan de Arraigo se llev a cabo a travs de la Subsecretara de
Accin Poltica del Ministerio del Interior. El programa, que se
formul con dos objetivos distintos, asign prioridad a uno de ellos
-la venta de tcrrcnos fiscales (saneamiento del Estado)-, relegando
a segundo plano los objetivos sociales. La entrega de ttulos de
propiedad a las organizaciones comunitarias no se complement con
programas habitacionales, de ordenamiento urbano y de apoyo a la
organizacin social. Por otro lado, la cjccucin del programa SC vio
dificultada por la falta de antecedentes sobre la localizacin y las
caractersticas de las tierras fiscales ocupadas y de sus ocupantes.
A ello se suma la falta de coordinacin entre el nivel central y los
nivclcs provincial y municipal.
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22 DAGMAR RACZYNSKI
Los tres programas muestran una enorme ambigedad en la
distribucin de responsabilidades y en las relaciones entre los
niveles central, provincial y municipal, y una gran desigualdad de
competencias entre las provincias y entre los municipios. El
fortalecimiento institucional para lograr una descentralizacin
efectiva y eficiente constituye una prioridad fundamental.
Por ltimo, el anlisis sugiere que la lransparcncia en la
asignacin y el uso de recursos y el rigor tcnico en la distribucin
de los mismos constituyen mecanismos que permiten aislar
(debilitar) las presiones y las prcticas clientelsticas.
Brasil
Brasil logr construir un denso y muy imperfecto estado de
bienestar, proceso que se inici en los anos treinta y se aceler en
los aos setenta. Los programas tienen carcter masivo como
consecuencia del tamao demogrfico del pas. Los servicios bsicos de
salud y educacin son de muy amplia cobertura, aunque enfrentan
graves dificultades en cuanto a su calidad, productividad y
efectividad. Los programas benefician sobre todo a la poblacin
integrada al mercado formal de trabajo, excluyendo por lo tanto a
cerca de la mitad de la poblacin, en particular la ms pobre. Desde
la posguerra la evolucin del sistema se caracteriz por prcticas
populistas y clientelistas, y tambin se vio afectada por los
intereses corporativos de grupos beneficiarios dotados de poder de
presin y de las burocracias y los profesionales vinculados a los
programas. A pesar de sus imperfecciones, se observ un mejoramiento
de los indicadores sociales.
La crisis econmica de los aos ochenta, el fracaso de las medidas
de estabilizacin, los elevados fndices de inflacin y el desempleo
se han encargado de mantener a crecientes contingentes de hogares y
personas al margen de las polticas sociales. La trayectoria de la
economfa en los aos ochenta y noventa ha sobrecargado las polticas
sociales y al mismo tiempo les ha restado recursos.
Histricamente, el sistema brasileo de polfticas sociales ha
enfatizado el universalismo, los servicios gratuitos de educacin y
salud y la preferencia por los programas asistenciales. Brasil
gasta cerca de un 1.5 por ciento del PIB en los aspectos sociales.
El quintil ms pobre de la poblacin recibe un 7 por ciento del total
de los beneficios, mientras que en el otro extremo, el 4 por ciento
de mayor renta recibe un 18 por ciento de los beneficios. La
distribucin del gasto es claramente regresiva. Ms de un 40 por
ciento corresponde a la seguridad social, algo ms del 20 por ciento
a la educacin y alrededor de un 15 por ciento a la salud.
El estudio muestra la compleja red de instituciones en el mbito
social: mltiples instituciones con objetivos superpuestos,
fragmentadas entre s; procesos decisorios en los que priman los
intereses corporativos, el uso clientelstico de los recursos y la
corrupcin.
Los programas sociales se caracterizan por su alta
discontinuidad, la que obedece principalmente a cambios de gobierno
y/o de autoridades sectoriales y a
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ESIRATEGIAS PARA COMBATIR LA POBREZA EN AMERICA LATINA... 23
restricciones en los recursos. En materia de educacin y salud se
observa una mayor continuidad y se han consolidado recursos,
competencias burocrticas y fuertes tradiciones culturales internas,
con voz y poder de presin (profesores, mdicos y otros grupos
profesionales), lo que ha conducido a una mayor continuidad en las
polticas, pero no a una mayor orientacin hacia los sectores ms
pobres.
El rasgo distintivo del sistema ha sido la centralizacin al
nivel federal. En aos recientes se ha puesto repetidamente como
meta la descentralizacin y municipaliiacin de los programas
sociales. No obstante, estos procesos representan ms un desafo que
una realidad. El estudio indica que habra indicios acerca de las
bondades de la descentralizacin (desburocratizacin, simpliicacin de
procedimientos, menores resistencias corporativas, seleccin ms
certera de los beneliciarios), pero aade que existen numerosos
obstculos. Entre ellos, pueden sealarse los conflictos de
competencia entre los papeles que corresponden a la Unin, a los
estados y a los municipios en los programas descentralizados; la
enorme heterogeneidad de los municipios en cuanto a su capacidad
financiera, administrativa, dc recursos tcnicos y humanos; la
ausencia de coordinacin y actividades conjuntas entre rganos
pblicos; la escasa disponibilidad de recursos no pblicos, de
organizacin social y de ONG que pueden movilizarse, y la ausencia
de instrumentos para combatir las tradiciones populistas,
clientelsticas y de corrupcin en los programas sociales.
A estas restricciones se suman el deterioro econmico (fracaso de
las medidas de estabilizacin) y la incertidumbre del sistema
poltico.
Los programas que se analizan -una secuencia de programas de
alimentacin y nutricin, el Programa de Formacin Integral del Nio
(PROFIC) y el reciente Plan de Combate al Hambre y la Miseria
(PCFM)- muestran la enorme dispersin y discontinuidad de los
programas en Brasil, el carcter asistencial de los mismos y la
dependencia de factores econmicos y del ciclo poltico, as como de
las tensiones entre diferentes culturas institucionales.
La tradicin y experiencia de Brasil en materia de programas de
alimentacin y nutricin se inicia en la dcada de 1940. Desde esta
fecha se ha montado una importante y compleja maquinaria
burocrtica, la que a travs de mltiples instituciones desarticuladas
entre s, con clientelas superpuestas y programas discontinuos,
atenda cn 1990 a 51 millones de beneficiarios. Las instituciones
muestran una enorme resistencia a la innovacin. La expcricncia de
estos programas ilustra los resultados positivos que pueden
obtcncrse en cuanto a cobertura al asociar la distribucin de
alimentos con la prestacin de servicios bsicos de salud. No
obstante, indica que es necesario flexibilizar los programas de
modo de abrir posibilidades dc adaptacin a las necesidades,
condiciones y caractersticas dc cada ciudad y regin. Es urgente
descentralizar, pero, como se vio, ello no ser fcil.
El PROFIC, un programa aplicado en el Estado de Sao Paulo entre
1986 y 1993, introdujo actividades extracurriculares para nios
pequeos en la red pblica de enseanza. El programa muestra que la
asociacin entre organismos no gubernamentales y las prefecturas
municipales permite llevar a cabo
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24 DAGMAR RACZYNSKI
programas focalizados que sean innovadores y dc bajo costo. Por
otro lado, revela las dificultades de introducir modificaciones en
la red pblica dc enseanza, ya que despus de casi siete aos de
funcionamiento el programa fue desmontado fcilmente.
El PCFM intenta superar algunos de los problemas de las polticas
destinadas a combatir la pobreza en Brasil, apoyndose en la
movilizacibn de la sociedad civil e impulsando la participacin de
todos los ministerios en el programa. El componente de la sociedad
civil ha funcionado a travs de la movilizacin de comits de accin
ciudadana contra la miseria y por la vida. En el plano
gubernamental se han registrado avances parciales, pero el panorama
general es desalentador: restricciones presupuestarias, la
precariedad en el funcionamiento de las instituciones pblicas y las
dificultades de articulacin, entre las que pueden mencionarse la
ausencia de instrumentos para combatir la corrupcin y el
clientelismo y resistencias a colaborar efectivamente con la
sociedad civil.
El interrogante que surge se relaciona con la continuidad de
este Plan y su viabilidad como estrategia para combatir la pobreza.
Las medidas puestas en prctica hasta ahora son la distribucin de
alimentos a diferentes sectores de la poblacin pobre. Los programas
se aplican con ms intensidad en el medio urbano y en los
territorios en los cuales la indigencia es menos elevada. No est
clara la continuidad de estas medidas en cuanto a los recursos, a
la posibilidad de alcanzar efectivamente a las zonas y los sectores
ms pobres y en cuanto a la difcultad de generar a partir de ellas
programas de capacitacin y apoyo a la generacin de ingreso en los
sectores pobres.
Una duda que asalta a los funcionarios involucrados en el
programa, tanto del sector pblico como del privado, es la
dificultad de proseguir con el mismo en el mediano plazo si no SC
produce un cambio en la situacin macroeconmica que cree las
condiciones necesarias para la erradicacin de la miseria mediante
el control de la inflacin, la recuperacin del crecimiento de la
economa y la generacin de fuentes efectivas de trabajo y de ingreso
para los sectores ms postergados. Como recalcan los autores del
estudio, probablemente el mayor aporte del PCFM es que permite
plantear el problema de la pobreza en cl pas y tornar ms
transparente la discusin sobre los medios necesarios para
enfrentarla.
Los autores concluyen que la prioridad de una poltica para
combatir la pobreza en Brasil son, por un lado, restablecer el
crecimiento econmico y generar oportunidades de empleo productivo
y, por el otro, hacer realidad el papel estratgico que revisten las
redes pblicas gratuitas de educacin y salud para los sectores ms
pobres, lo que requiere una cstratcgia dc focalizacin que se adecue
al tamao y la situacin particular de Brasil. Los autores advierten
la tensin que existe entre un avance rpido y decidido en la
focalizacin del gasto social, y la estabilidad y el mantenimiento
de un sistema poltico abierto, y agregan que en los programas
masivos como los de Brasil, con millones de beneficiarios, los
instrumentos de focalizacin que toman como unidad a la familia o el
hogar seran muy costosos.
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F2TRATEGIA.S PARA COMBATIR LA POBRIZ4 Eh AMERICA LATINA...
Costa Rica
Costa Rica muestra una historia acumulativa de polticas sociales
que se remonta a los aos cuarenta. Despus de la guerra civil de
1948 se configur un estilo de desarrollo que buscaba cl complemento
explcito entre el crecimiento econmico y cl mejoramiento de las
condiciones de vida de la poblacin. Se observ una
tecnificaciniprofesionalizacin del Estado, que asumi un papel de
liderazgo en lo econmico y ampli su horizonte de accin en el mbito
social. La meta de la accin social del Estado fue universalizar la
cobertura de los servicios prestados, cspccialmente la educacin y
la salud, y la creacin de instituciones autnomas en diversos campos
-vivienda y urbanismo, desarrollo agropecuario, capacitacin-, cada
una con programas propios de su campo.
En la dcada dc 1970, que en lo econmico se caracteriz por el
agotamiento del estilo de crecimiento incrementado por la crisis
cncrgtica, a los esfuerzos por alcanzar mxima cobertura en los
programas de educacin y salud se sumaron a esfuerzos pioneros de
focaliiacin del gasto social. En 1971 se cre el Instituto Mixto de
Ayuda Social (IMAS) y en 1974 el Fondo de Desarrollo Social y
Asignaciones Familiares (FODESAF), que antecedieron en ms de una
dcada a los actuales fondos de inversin social.
En la dcada de 1980, la crisis econmica condujo al diseo de
programas compensatorios e implic un deterioro en los recursos y,
por ende, la calidad de los servicios de educacin y salud. Con el
apoyo de recursos externos se llevaron a cabo programas de ayuda
alimentaria y de crdito y capacitacin del sector informal urbano y
campesino; se adoptaron medidas destinadas a mejorar la eficiencia
administrativa y la coordinacin interinstitucional e
intersectorial. Se cre el Consejo Social, que pas a ser la
autoridad en este campo. El mismo, no obstante, funcion con
subdivisiones sectoriales similares a la organizacin del sector
pblico en ministerios, y aparentemente no logr muchos avances.
Tambin, en esta dcada, se asign en forma incipicntc tm mayor papel
al sector privado en la ejecucin de programas destinados a los
sectores pobres. El papel del sector privado se expandi en los
primeros aos de la dcada de 1990, cuando, junto con una contraccin
de la poltica social tradicional, el gobierno formul nuevos
programas asistenciales focalizados en los sectores ms pobres.
El gasto social alcanz un 19 por ciento del PIB en 1992. La
composicin sectorial, a dicrcncia dc lo que sucede en Argentina,
Brasil y Chile, muestra un peso relativamente bajo de la seguridad
social (alrededor de un 25 por ciento), con una ponderacin fuerte
de salud (37 por ciento) y educacin (27 por ciento). Las
estimaciones existentes sobre los beneficiarios del gasto social
muestran que los programas de salud y educacin bsica son
progresivos.
Para 1993, el estudio identifica 38 programas dirigidos hacia
los sectores ms pobres, que absorben aproximadamente el 17 por
ciento del gasto social e incluyen un amplio espectro de tipos de
polticas. En materia de recursos y cobertura, sobresalen las
polticas sociales sectoriales (salud, vivienda y educacin) y los
programas asistenciales y compensatorios. Existen programas de
capacitacin y apoyo productivo, pero stos canalizan muchos menos
recursos
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26 DAGMAR RACZYNSKI
y muestran coberturas reducidas. Dos programas procuran aumentar
la organizacin y la voz de los pobres en la solucin de sus
problemas. Igual que los de capacitacin y apoyo productivo, estos
programas absorben escasos recursos y alcanzan a un nmero reducido
de beneficiarios. La informacin para el perodo 1989-91 semla que cn
esa fecha la proporcin del gasto que llega al quintil ms pobre de
la poblacin era similar a la del perodo 1980-82. No se cuenta con
informacin para 1993.
El estudio indica que existe una congruencia entre los programas
y el perfil de la pobreza en Costa Rica, sealando al mismo tiempo
que hay reas fundamentales con desarrollo incipiente y escasa
cobertura, en particular en zonas rurales, que es donde se
concentra la pobreza en Costa Rica. Asimismo, concluye que el pas
no tiene una estrategia clara para combatir la pobreza, pero que su
larga tradicin en materia de polticas sociales complementarias a
las econmicas ha preparado el terreno para configurar una
estrategia cuyo eje son los programas universales de inversin en el
campo de los recursos humanos (salud y educacin); los programas de
capacitacin y apoyo productivo y los programas asistenciales para
situaciones extremas.
El estudio analiz en profundidad tres programas especficos: i)
los talleres pblicos de capacitacin para produccin y formacin de
pequeas empresas que se iniciaron en 1982; ii) el programa de
informtica educativa, creado en 1988 con el objeto de gcncrar en
los maestros y los estudiantes de las escuelas de los sectores
pobres una nueva actitud frente a la ciencia y la tecnologa; y
estimular procesos de aprendizaje, creatividad y pensamiento lgico,
a travs de la utilizacin de la microcomputacin; y iii) el cupn
alimentario, que se cre en 1991 como instrumento para mejorar el
ingreso familiar en hogares en situacin de extrema pobreza; el
programa entrega a ancianos sin asistencia, incapacitados y madres
solas con menores a cargo un bono canjeable en el comercio por
alimentos.
El anlisis de los tres programas indica que los mismos logran
cumplir sus objetivos inmediatos, pero que, con diferente grado de
intensidad, enfrentan dificultades de cooperacin
intcrinstitucional, lo que se traduce en una situacin que se
caracteriza por la fragilidad del apoyo complementario que
requieren para tener un impacto ms permanente sobre la condicin
social de los beneficiarios7. El desafo es lograr un mayor
encadenamiento y, a travs del mismo, aumentar la coherencia de los
programas. El estudio sugicrc que es importante involucrar a las
instituciones en las primeras etapas del programa. La participacin
desde la formulacin y el diseo crea compromisos y facilita
posteriormente la cooperacin interinstitucional.
El estudio revela que los nuevos programas han estado sometidos
a incertidumbres presupuestarias, debido principalmente a cambios
en las
7 Como en los otros tres pases incluidos en el estudio, no est
clara la forma de determinar (medir) el Impacto que los programas
tienen sobre la condicin de los usuarios en el corto y mediano
plazo.
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JZXRATEGIAS PARA COMRATIR 1 A POBREZA EN AMERICA LAlINA...
27
autoridades ministeriales o gubernamentales. La excepcin son los
programas que cuentan con apoyo internacional.
Los programas funcionan cuando cuentan con una unidad central
que los coordina y gestiona con autoridad y conviccin. Cuando la
gestin se traslada a los niveles inferiores del Estado, los
programas tienden a perder liderazgo y SC debilitan.
El estudio, igual que en los otros pases, muestra un enorme vaco
en lo que concierne al seguimiento y la evaluacin de los
resultados. Los esfuerzos que existen se limitan casi
exclusivamente a la caracterizacin socioeconmica de los usuarios, a
tin de determinar la presencia de filtraciones. No se realizan
evaluaciones que profundicen en los resultados y el impacto de los
programas sobre las condiciones de vida de sus beneficiarios.
Tampoco SC realizan estudios que determinen la cobertura efectiva
del grupo destinatario e identifiquen a los sectores excluidos.
El anhsis ilustra la forma cn que las caractersticas del diseo
de un programa afectan la seleccin (autoseleccin) de beneficiarios
(horarios, aportes de tiempo o materiales que se exigen al
beneficiario y requerimientos de organizacin comunal). Ilustra
tambin acerca de la inconveniencia de focalizar utilizando fichas
socioeconmicas de los hogares que son trasposiciones mecnicas de
otros pases y otras realidades.
Por ltimo, el estudio muestra el aporte innovador que puede
realizar el sector privado sin fines de lucro para proteger un
proyecto de la dinamica lenta y burocrtica del sector pblico, y
como catalizador de esfuerzos y recursos que nacen en distintos
mbitos de la sociedad. No obstante, la colaboracin del sector
privado no asegura el xito de un programa. Lo importante parecera
ser la capacidad tcnica y gerencial del equipo a cargo del mismo,
sea pblico o privado. Es preciso contar con un equipo humano de
alto nivel, que tenga prestigio y legitimidad, as como con
capacidad para motivar y comprometer a los distintos agentes
involucrados.
Chile
El gobierno democrtico que asumi el poder en marzo de 1990
formul una estrategia social explcita cuyos componentes fueron la
disciplina fiscal y la estabilidad del crecimiento; la integracin y
la complementariedad entre los aspectos econmicos y los sociales;
la negociacin y la conccrtacin de intereses; una reforma tributaria
que aument la disponibilidad de recursos para fines sociales; un
plan laboral que devolvi a los trabajadores parte de su poder
frente aI empresario; la profundiiacin del proceso de
descentralizacin y de la delegacin de responsabilidades al sector
privado y a los organismos no gubernamentales y la aplicacin de
polticas sociales especkas.
La lucha contra la pobreza es prioritaria en la estrategia
social del gobierno, pero la polftica social no se reduce a
combatir la pobreza y este combate no es nicamente responsabilidad
dc la poltica social. Los elementos que conforman la estrategia
para combatir la pobreza son un buen desempeo econmico
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28 DAGMAR RACZYNSKI
(crecimiento sostenido, creacin de empleos productivos,
equilibrio fiscal) combinado con polticas sociales cspccficas, con
componentes universales y focalizados, que ofrezcan oportunidades a
los sectores pobres para intcgrarsc al desarrollo. Estas polticas
asignan prioridad a la inversin en capital humano (calidad de la
educacin, capacitacin laboral de los jvenes, servicios bsicos de
salud), el apoyo a unidades productivas de pcquca escala
(microempresas urbanas y rurales) y actividades que involucren la
transferencia dc informacin, calificacin y organizacin a los
sectores pobres con el fin de proponer y gestionar soluciones a sus
necesidades.
La estrategia social se concentra en una profundizacin de la
descentralizacin y una mayor colaboracin del sector privado. Los
programas se disean a nivel central y son ejecutados por un ente
dcsccntralizado del Estado o por el sector privado (ONG,
organizaciones sociales y gremiales, universidades, sector
comercial, establecimientos educacionales, etc.). Dependiendo del
programa y de las lneas de accin especficas, hay espacio para la
iniciativa y el aporte creativo a nivel descentralizado o privado.
La decisin de quienes colaboran en la ejecucin se define por
concursos y licitaciones en los que los diversos agentes compiten
con proyectos, que se someten a evaluaciones tcnicas y se
seleccionan de acuerdo con su calidad y pertinencia.
La articulacin de la estrategia social del gobierno del
Presidente Aylwin se vio posibilitada por una acumulacin de
circunstancias, entre las que se destacan las siguientes: i) la
insercin del tema de la pobreza en la agenda pblica y en la campana
presidencial dc 1989, lo que cre un consenso nacional acerca de la
urgencia del problema; ii) la experiencia chilena de 1970-73 (y,
posteriormente, la de algunos pases vecinos) que evidenci los
peligros -presiones inflacionarias, estancamiento de la economa,
incremento de los ndices de pobreza al cabo de uno o dos aos- de
las polticas populistas y de un manejo econmico que no respete las
restricciones fiscales; iii) la larga tradicin dc polticas sociales
de Chile, gracias a la cual el aparato pblico mostraba una fuerte
orientacin social, con un gasto significativo, programas sociales
de cobertura amplia y acumulacin de experiencias; iv) los
resultados de la poltica social asistencial (red social) del
gobierno militar, que, por un lado, mostr que un pas debe disponer
de una red social para situaciones y perodos de crisis, pero tambin
que sta no constituye un instrumento para combatir la pobreza; y
que, por el otro, difundi y legitim en el mundo poltico y acadmico,
y en la opinin pblica en general, el tema de la focalizacin del
gasto social, la importancia de delinir con precisin los grupos
destinatarios y de buscar medios efectivos para llegar a ellos; v)
las reformas y medidas de descentralizacin y privatizacin del
gobierno militar, que eliminaron inercias de larga data y abrieron
la discusin a nuevos temas como el papel del Estado, la colaboracin
de los sectores pblico y privado, la descentralizacin, la relacin
entre polticas universales y focalizadas; y vi) los cambios en las
caractersticas de los sectores pobres, en particular la mayor
diversidad de las organizaciones sociales y la proliferacin de ONG,
organismos de la Iglesia, etc., que los apoyan.
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ESTRATEGIAS PARA COMBATIR LA POBREZA L?N AMLXICA LATINA...
29
El estudio de Chile analiza cn profundidad tres programas
especficos innovadores en la larga historia de la poltica social en
el pas: el Programa de Mejoramiento de la Calidad y Equidad de la
Educacin Bsica (MECE-bsica), el de Capacitacin Laboral de Jvenes
(Chile Joven) y Entre Todos del Fondo de Solidaridad e Inversin
Social (FOSIS). Los tres forman parte de la estrategia de lucha
contra la pobreza, al intervenir sobre variables y procesos que la
reproducen: elevar el nivel dc aprcndizajc y superar las brechas
sociales en la calidad de la educacin bsica, disminuir la exclusin
laboral de los jvenes de escasos recursos, y aumentar la voz, la
informacihn y la destreza de las organizaciones sociales de
localidades pobres para que participen en el diseo y en la ejecucin
de proyectos sociales.
Los tres programas SC pusieron en marcha, registraron
importantes adelantos y lograron sus objetivos de corto plazo. Los
tres se aplicaron en el marco del aparato estatal y lograron
introducir cambios en las prcticas habituales de ste. Entre los
factores que posibilitaron este desarrollo el estudio identifica
los siguientes: i) la prioridad que los programas revisten para el
gobierno y el hecho de que los temas que abordan constituyen una
urgencia nacional reconocida por todo el espectro de los partidos
polticos; ii) el diseo y la gestin de cada programa estuvo en manos
de una Unidad Coordinadora, que se insert al ms alto nivel de
gobierno. La Unidad Coordinadora -sus integrantes- conform un
equipo dinmico y relativamente pequerio de profcsionalcs que
provena del sector privado, el mundo acadmico y las ONG, convencido
de la urgencia y la bondad de su programa, y con ideas claras
acerca de su filosofa, sus objetivos y sus propsitos; iii) la
excelencia tcnica del diseo del programa y el hecho de que se
basaba en un trabajo previo de diagnstico del problema que quera
solucionarse y de los aspectos positivos y las debilidades del
marco institucional dentro del cual el programa deba operar; iv) la
transparencia y la eficiencia con la cual se llev a cabo cada uno
de los programas; v) la existencia de direcciones provinciales y
regionales, que pudieron encargarse de algunas de las tareas,
asegurando la presencia del programa en todo el pas, y que
funcionan con relativa autonoma de los vaivenes y clientelismos
polticos y que estn libres de conductas generalizadas de
corrupcin.
Ninguno de los programas fue improvisado. En cada uno exista
diagnstico inicial vlido y una explicitacin de los supuestos con
respecto a la pobreza; una formulacin clara de los objetivos, la
mayora de los cuales se traduca en lneas de accin, metas y tiempos
concretos (en aquellos objetivos cn los cuales ello no se hizo, el
programa no funcion); una definicin concreta del o los grupos
destinatarios y una identificacin del camino para llegar a ellos.
Tambin se consider la insercin institucional ms adecuada para el
programa, la identificacin dc los agcntcs que intcrvicncn cn la
cjccucin y, si era necesario, de las medidas complementarias de
fortalecimiento institucional, capacitacin, mejoramiento de los
sistemas de informacin, etc.
No obstante, los programas enfrentaron obstculos y muestran
insuficiencias. Su naturaleza es similar a lo observado en los
otros pases: inadecuacin cntrc cl modelo dc gestin que se consolid
a lo largo de este siglo
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30 DAGMAR RACZYNSKI
-centralizado, dividido sectorialmente, con programas homogneos
y estandarizados, nfasis en los procedimientos y la programacin de
las acciones y en la fiscalizacin de los mismos- y los
requerimientos que impone un sistema descentralizado, que asigna
prioridad a la colaboracin entre los sectores pblico y privado y a
la participacin social, que abre las puertas para programas
geogrfica y socialmente diferenciados, que favorece la innovacin y
otorga prioridad a los resultados; y yuxtaposicin o adicin de
iniciativas en vez de su integracin, lo que debilita la maduracin
de las inversiones. Los tres suponan una vinculacin con el
municipio, que fue difcil y con frecuencia no SC logr. El
fortalecimiento de los gobiernos regionales y del sistema municipal
aparece como urgencia prioritaria. Simultneamente, urge aclarar y
poner en prctica una redefinicin de las funciones que corresponden
al gobierno central (nacional) en un modelo descentralizado.
Descentralizar no significa debilitar al gobierno central, sino que
exige la presencia de un centro fuerte con tareas que son
parcialmente distintas de las del pasado.
Los tres programas lograron irrumpir en el aparato pblico porque
tuvieron un centro fuerte que los impuls a nivel interno y a nivel
poltico. Para el xito de un programa, son igualmente importantes el
manejo interno y el apoyo externo (manejo poltico).
La estrategia propicia la colaboracin de los sectores pblico y
privado y la participacibn social. El modelo opera a travs de
concursos y licitaciones pblicas y funciona en la medida en que
exista un mercado de ONG, de organismos de capacitacin, de
escuelas, etc., con inters y flexibilidad para participar, y
suficientemente consolidado como para proveer servicios de calidad.
Como en los otros tres pases, se detecta que en las zonas ms pobres
existe una escasez de organismos intermedios slidos.
Los proyectos, cursos y otras tareas que se licitan son en
general de corta duracin. Ello dificulta que los organismos
intermedios acumulen experiencia y formen equipos de trabajo idneos
y estables. Por otro lado, la multiplicacin de concursos puede
significar la ausencia de continuidad dc programas para un segmento
social 0 una zona geogrfica. Para que los programas tengan un
impacto efectivo sobre las condiciones de vida y el comportamiento
en zonas de pobreza se requieren proyectos de ms larga duracin o
secuencias de proyectos encadenados entre s.
Los sistemas de seguimiento y evaluacin de los resultados y el
impacto de los programas son incipientes. Cada dos o tres aos se
realiza una encuesta nacional (encuesta de caracterizacin econmica
CASEN) orientada a evaluar a los beneficiarios de los principales
programas y el nivel de focalizacin alcanzado. Por otro lado,
existe un instrumento nacional que mide el estado de nutricin de
los nios menores de seis aos y las mujeres embarazadas que asisten
a los controles de salud, y otro que cada dos aos mide el
aprcndizajc de objetivos educacionales mnimos (la prueba SIMCE). No
obstante, por regla general, el diserio dc los programas no incluye
una descripcin de criterios precisos de operacin que permitan ir
haciendo el seguimiento de los resultados parciales y, despus de un
cierto tiempo, del impacto de los programas.
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EXIRATEGIAS PARA COMBAIIK LA POBREZA EN AMERICA LATINA...
Si los programas SC conciben como parte de un plan para combatir
la pobreza, es fundamental conocer el impacto que ejercen. En este
mbito surge un aspecto fundamental relacionado con la
conceptualizacin y la medicin de la pobreza. En Chile la pobreza se
ha conceptualizado y medido fundamentalmente a travs de un enfoque
de carencias concentrado rx las brechas que falta cubrir (lnca dc
pobreza, insatisfaccin de necesidades bsicas). La pobreza adems
tiene una cara sociocultural y psicosocial que se manifiesta en
actitudes, conductas y formas de interaccin social que facilitan u
obstaculizan una integracin ms plena en la sociedad. Resulta
indispensable incorporar esta dimensin al evaluar el impacto de los
programas sociales, en adicin a indicadores que revelan la situacin
material de los hogares y las personas.
La experiencia chilena aporla importantes elementos en cuanto a
alternativas y formas diferentes de entcndcr la focalizacin de los
programas sociales, y pone de relieve la importancia de contar con
programas de cobertura universal para poder disear programas
focalizados muy eficaces.
TEMAS Y ENSEANZAS DE POLITICA
En esta seccin de describen las enseanzas concretas que pueden
extraerse de la cxpcricncia de los cuatro pases en materia dc
polticas sociales y programas para combatir la pobreza.
Sobre el nivel, la magnitud y la evolucin de la pobreza
prevaleciente en un pas (cualquiera sea el indicador que se
utilice) inciden no slo la poltica social, sino la situacin y las
polticas econmicas, laborales, de ingresos, de precios y subsidios,
de infraestructura y obras pblicas, etc. Tambin son condicionantes
los rasgos culturales y sociales (actitudes, conductas, recursos)
de los propios sectores pobres, las caractersticas del sistema
poltico y de las instituciones pblicas y privadas que se orientan a
satisfacer necesidades bsicas. En consecuencia, slo existe una
estrategia para combatir la pobreza en un pas, si forma parte de
una estrategia global de desarrollo, y no es simplemente la suma de
acciones y esfuerzos aislados.
Los cuatro pases muestran diferencias marcadas en sus actuales
polticas sociales y dc combate contra la pobreza. Ello ocurre a
pesar de que los cuatro se encuentran en un nivel alto de
desarrollo humano, que gastan un porcentaje similar de su PIB en
programas sociales (entre un 15 y un 20 por ciento) y que el origen
y las caractersticas iniciales de sus polticas sociales Cueron
relativamente similares.
De los cuatro pases, Chile es el que ms se acerca a una
estrategia de lucha contra la pobreza. El gobierno de Chile expresa
su voluntad poltica de combatir la pobreza, lleva a cabo una
poltica econmica que considera sus efectos sociales, y disea y pone
en prctica programas debidamente tinanciados que -partiendo de un
diagnstico de la pobreza y sus condicionantes- se orientan a romper
el crculo de reproduccin de la pobreza. No puede olvidarse, sin
embargo, que esta estrategia se diluye al ponerse en prctica.
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32 DAGMAR RACZYNSKI
Poltica econmica, poltica social y polticas para combatir la
pobreza
Existe una estrecha asociacin entre el crecimiento econmico y la
magnitud y la intensidad de la pobreza. La disminucin de la pobreza
requiere que la economa mucstrc tasas de crecimiento sostenidas en
el tiempo. Las tasas de crecimiento muy bajas o negativas o las
tasas muy altas seguidas por recesiones profundas no son favorables
a una disminucin de la pobreza (como es el caso de Chile en los aos
setenta y ochenta). Por otro lado, el crecimiento de la economa no
asegura una disminucin de la pobreza, de lo cual deriva la
importancia de los programas sociales.
El impacto de las recesiones y de las reformas econmicas sobre
la pobreza se transmite principalmente a travs del mercado de
trabajo y se maniliesta en las tasas de desempleo, el nivel de los
salarios y, por cndc, en el nivel de ingreso y consumo de los
hogares (Argentina, Brasil, Chile y Costa Rica). En el corto y
mediano plazo, cl incremento de la pobreza en ingreso puede ser
concomitante con un mejoramiento en indicadores agregados de
desarrollo humano y aun con un mejoramiento en los ndices de
satisfaccin de las necesidades bsicas (Argentina, Costa Rica y
Chile). En un plazo ms largo, la trayectoria de los indicadores de
desarrollo humano se estanca (Argentina) y aun retrocede
(Brasil).
La lucha contra la pobreza supone necesariamente la existencia
de un crecimiento econmico con creacin de empleo y de polticas
sociales especficas complementarias a las polticas econmicas y de
empleo, que abran oportunidades para que los sectores pobres se
inserten productivamente en el proceso de desarrollo. Ello
significa una estrategia social que asigna prioridad a la inversin
en capital humano y programas que faciliten el acceso de las
actividades productivas gestionadas directamente por los sectores
mas pobres (microempresas urbanas y rurales) a los programas
regulares y los servicios formales de apoyo tcnico y crediticio.
Los programas asistenciales de transferencias de ingresos,
alimentos y otros bienes indispensables para la subsistencia slo
deben aplicarse en situaciones lmites y por s solos no constituyen
instrumentos para combatir la pobreza.
La estrategia y los programas sociales deben respetar los
equilibrios macroeconmicos. Ello implica encontrar la adecuacin,
por un lado, entre los gastos y los ingresos fiscales y, por el
otro, entre los ingresos (recaudacin tributaria) y el crecimiento
de la economa. Este tpico remite a otro muy importante y que no ha
sido objeto de estudio en esta oportunidad: icmo financiar la
estrategia para combatir la pobreza? Kmo asegurar la equidad en el
financiamiento?
La disponibilidad de recursos liscales para inversin social y
pblica en general no constituye un problema tcnico sino poltico. En
este plano es importante encauzar procesos de concertacin social y
poltica entre los distintos sectores de la sociedad y los partidos
polticos, y evitar que los sectores medios sean los que financien
la estrategia.
-
ESTRATEGIAS PARA COMBATIR LA POBREZA EN AMERICA LATINA... 33
La lucha contra la pobreza cs prioritaria, pero no puede
constituir el nico objetivo de la poltica social de un pas. Los
pases tambin requieren programas en el mbito de la previsin social
que protejan a la poblacin de las bruscas reducciones de sus
ingresos por cnfcrmcdad, dcscmplco, incapacidad o vejez, as como
programas de educacin superior, inversin en innovaciones
tecnolgicas y otros similares.
Esfuerzos nacionales acumulativos y etapas en el desarrollo
social
Las polticas sociales y los programas para combatir la pobreza
requieren esfuerzos nacionales acumulativos para obtener resultados
positivos. Es til reconocer distintas etapas en el desarrollo
social. En una etapa inicial, una parte significativa de los
esfuerzos debe orientarse a crear oferta de servicios bsicos
(educacin, salud) y a estimular (inccntivar) la demanda por ellos
en los sectores pobres. En una etapa posterior, cuando los
servicios y los programas han adquirido una cobertura amplia,
corresponde focalizar la atencin en las zonas geogrficas, los
sectores y los grupos rezagados. La focalizacin dc los programas cs
fundamental. Por otro lado, una vez masificado un servicio y
resuelto el problema del acceso, surge el tema de la calidad del
servicio. Cuando el problema prioritario es el acceso o la
cobertura, la equidad en general se entendi (como ocurri en Chile,
Costa Rica y Argentina) como servicios y programas homogneos para
las distintas regiones y zonas a lo largo del pas. Cuando el
problema prioritario es la calidad, y las brechas sociales en la
calidad, se requiere indispensablemente contar con polticas
selectivas y diferenciadas, nico camino para responder a la
diversidad. En esta fase se hace indispensable la
descentralizacin.
Inadecuacin entre las instituciones y los programas y las
necesidades de la poblacin
Las instituciones que se crean en un momento histrico y que se
consolidan y crecen adquieren una dinmica propia de crecimiento.
Los programas y acciones que se llevan a cabo producen resultados
que a su vez modifican cl perfil de los problemas y los rasgos
sociales y culturales de la poblacin. El resultado es una
inadecuacin, que muchas veces crece en el tiempo, entre lo que las
instituciones hacen y los problemas y las necesidades de la
poblacin. Esta situacin es ms marcada cuando el sistema de polticas
sociales es vertical y centralizado; cuando est predominantemente
en manos estatales, y cuando su expansin ha obedecido a demandas y
presiones de grupos corporativos y partidos polticos. Esta es la
situacin que se observa en Argentina, Brasil y Chile y, aunque en
menor medida, en Costa Rica. Los cuatro casos ilustran las
dificultades que supone la modificacin de un sistema cor olidado,
cs decir, la introduccin dc programas innovadores que cxigcn
modificaciones en los procedimientos habituales del Estado. En
Chile, los intentos realizados en los aos cincuenta y sesenta por
introducir modificaciones institucionales o reducir
-
34 DAFMAR RACZYNSKI
gastos no tuvieron xito. Fueron ms fuertes las presiones
sociopolticas, los dcrcchos adquiridos por los diferentes grupos,
el peso de los intereses de los funcionarios y de los tcnicos y
profcsionalcs vinculados a los aspectos sociales. El gobierno
militar logr introducir profundas reformas institucionales en los
sectores sociales, pero aun en este caso tuvo que frenar sus
propuestas iniciales de reforma. El caso de Brasil ilustra con
nitidez las dificultades que enfrenta la introduccin de
reformas.
Caractersticas de una estrategia exitosa de lucha contra la
pobreza
No hay recetas ni csqucmas rgidos dc solucin. No existe una
cartilla de aplicacin universal. La traduccin mecnica de una
propuesta de una realidad a otra tiene una alta probabilidad de
fracaso. Ello ocurre porque es indispensable lograr consensos
nacionales en torno a las prioridades sociales y encarar
polticamente los programas especficos en el sentido de involucrar y
lograr el compromiso de los agcnks dc los cuales se espera
colaboracin. Tampoco existe un esquema rgido de solucin, porque la
pobreza cs un fcnmcno complejo con muchas causas diferentes, y
porque sus caractersticas y sus manifestaciones son dinmicas y van
cambiando con el tiempo. Las recomendaciones de poltica no pueden
sino plantear criterios generales y sealar tpicos que es importante
tener en cuenta al tomar decisiones pblicas cn este campo.
La experiencia de los cuatro pases permite afirmar que: La
estrategia de lucha contra la pobreza no se improvisa ni puede
consistir en una suma de programas sociales aislados.
- La reduccin de la pobreza es una tarea de largo plazo que
rcquicre polticas econmicas adecuadas orientadas al crecimiento y a
la creacin de oportunidades de empleo productivo, una tradicin
nacional de inversin en servicios sociales bsicos (salud, nutricin,
educacin) y programas so- ciales especficos dirigidos a localidades
(zonas geogrficas) y/o sectores sociales cspccialmente vulnerables
y en los que el enfoque asistencial (trans- ferencia directa de
ingresos a las personas) sea ms bien una excepcin que la regla.
- Una estrategia exitosa de lucha contra la pobreza que
necesariamente es de largo plazo rcquicrc un consenso nacional en
torno al tema, voluntad poltica y una autoridad con poder efectivo
para encauzarla. Los programas que componen dicha estrategia deben
construirse polticamente y legitimarse en los mbitos poltico,
social y econmico, y al mismo tiempo debe aislarse o protegerse de
conductas clientelsticas y tensiones polticas y partidarias.
- La formulacin y la posterior aplicacin de la cstratcgia
requiere apoyo tcnico, adems de consenso nacional y voluntad
poltica. El pas debe con- tar con una masa crtica tcnico-analtica
de profesionales de distintas dis- ciplinas (economa, ingeniera,
sociologa, ciencias polticas y admi- nistrativas, antropologa,
psicologa social) que participe en cl debate nacional sohrc el tema
y sus opciones, y que tenga conocimientos conccp-
-
ESTRAIEGIAS PAKA COMBAIIR 1.A POBREZA EN AMERICA 1 ATINA...
35
tuales e instrumentales para tareas de diagnstico, diseo,
ejecucin, seguimiento, evaluacin, construccin de indicadores y
sistemas de informacin. La estrategia tambin requiere la realiLacin
de estudios rigurosos sobre el tema, que reflejen la enorme
diversidad dc pobrezas y de los condicionantes de las diferentes
situaciones de pobreza que pucdcn afectarse a travs de las polticas
pblicas. La puesta en prctica de la estrategia requiere capacidad
gerencia1 para programas sociales, equipos de trabajo slidos en los
gobiernos regionales y locales y en los organismos de ejecucin, ya
sean pblicos o privados*.
- La estrategia debe partir de un conocimiento riguroso de los
aspectos positivos y las debilidades del marco institucional en el
cual va a operar y en el que se insertan los programas. Igualmente
debe identificar las modalidades de organizacin y las actividades
que contribuyan a superar las inevitables resistencias burocrticas
del aparato pblico y que fortalezcan la capacidad institucional
para aplicar la estrategia y los programas que la componen.
- La estrategia debe articular programas sociales dc cxcclcncia,
con diseos flexibles e interconectados entre s, de modo que los
resultados dc uno y otro puedan madurar y potenciarse. Asimismo
deben ser congrucntcs con las neccsidadcs de la economa, en
particular los equilibrios macroeconmicos, la creacin dc cmplcos
productivos y las invcrsioncs cn infraestructura. Estos programas
deben proporcionar a los scctorcs pobres herramientas y abrirles
oportunidades para insertarse productivamente en cl proceso de
desarrollo. En este contexto, las polticas asistenciales de
otorgamiento directo dc subsidios a los sectores ms pobres que sean
necesarios en caso extremos deberan constituir la excepcin y no la
regla.
- Un programa social bien diseado necesariamente conjuga
elcmcntos polticos, tcnico-analticos, institucionales y de gestin,
econmicos y de financiamiento. A modo de ejemplo, entre los
elementos tcnico-analticos es indispensable que los programas
partan de un diagnstico claro y vlido de la situacin que desean
modificar; que tengan una formulacin clara de los objetivos y su
concrecin en lneas de accin. metas y tiempos; que cuen- ten con una
definicin concreta dc los grupos objetivo y que idcntifiqucn cl
camino para llegar a ellos, y que elaboren un sistema riguroso de
scguimicn- to y evaluacin, que contemple indicadores concretos de
los resultados esperados cn las diversas etapas del programa. Entre
los clcmcntos ins- titucionales y de gestin, es importante adoptar
decisiones acerca de la insercin institucional ms adecuada del
programa; identificar los agentes que intervienen en su ejecucin y
evaluar si es necesario llevar a cabo acciones complcmcntarias dc
fortalecimiento institucional, capacitacin,
8 Vase Kliksberg (1993). 9 Como dice el Informe de Desarrollo
Humano del PNUD nara 1994 lo nrmcmal cs rrcar una
atmsfera econmica y poltlca cn que la gente pueda aumentar su
capacidad humana y usarla cn forma apropiada (PNUD, 1994).
-
36 DAGMAR RACZYNSKI
mejoramiento de los sistemas de informacin y otros similares.
TambiCn cs importante rcconoccr los estrangulamientos y las
inflexiones institucionales y buscar modos de superarlas, as como
identificar otros programas que podran incidir, entrar en conflicto
o favorecer el programa. Otro aspecto Cundamental que incide sobre
la gestin es determinar los
mecanismos que incentiven el logro de resultados as como buscar
modalidades para incorporarlos en el diseo del programa. Los
programas tambin deben contar con un financiamiento estable durante
su vigencia. Sin embargo, no todo el financiamiento debe ser
estatal. Es posible c importante complementar los recursos fiscales
con recursos provenientes de otras fuentes, incluidos los
organismos intermediarios o ejecutores y los propios
beneficiarios.
En lo que concierne a los elementos polticos, los programas
requieren voluntad poltica para llevarlos a cabo, esto es, deben
contar con legitimidad poltica y social, y su ejecucin debe
aislarse de los vaivenes polticos. - Resulta fundamental no olvidar
que las polticas sociales especficas
difcilmente pueden tener xito si la poblacin cn general y los
segmentos ms pobres cn particular no tienen oportunidades de
insercin social efec- tiva en el empleo y en las actividades
productivas. En consecuencia, los componentes sine qua non de la
lucha contra la pobreza son el crecimiento sostenido de la economa,
la creacin de empleo y un vnculo estrecho entre los sistemas
educacional, productivo y de capacitacin para el trabajo.
La importancia del seguimiento y la evaluacin de los programas
sociales
Los cuatro estudios detectaron modalidades incipientes de
seguimiento y evaluacin de resultados de los programas. En general,
el seguimiento se limita al control contable. En este mbito faltan
criterios analticos y operativos precisos que permitan vigilar los
resultados parciales y, despus de un tiempo, cl impacto de los
programas. La ausencia de estos elementos se hace ms urgente
cuando, como ocurre en los cuatro pases estudiados, los programas
se aplican en forma descentralizada y/o a travs de ejecutores
privados. Es indispensable que el diseo de los programas incorpore
indicadores claves que permitan detectar logros y dificultades en
su ejecucin, as como evaluar los resultados a corto, mediano y
largo plazo. Es imposible definir de modo abstracto estos
indicadores. Cada programa, de acuerdo con sus objetivos concretos,
deber definir los suyos.
El fortalecimiento de este aspecto reviste suma importancia para
poder aprender y construir sobre la base de experiencias pasadas, y
evitar el desperdicio de recursos y la ineficacia que supone la
proliferacin de programas sociales ad hoc que no logran sus
objetivos. En definitiva, existe una decidida necesidad de mejorar
los sistemas de informacin y reforzar su rctroalimentacin con la
toma de decisiones.
El tema se vincula con otro ms amplio: cmo definir las metas de
una estrategia para combatir la pobreza y cmo evaluar sus
resultados? En este contexto, es importante rcconoccr la pobreza de
las conceptualizacioncs y definiciones de la pobreza que se
utilizan en los pases, en las cuales se miden
-
lWRATBGIAS PARA COMBATIR LA POBREZA EN AMERICA LATINA... 37
carencias matcrialcs y rara vez cl logro de resultados en la
esfera psicosocial y cultural (cambios en las actitudes, conductas
y formas de interaccin social que facilitan u obstaculizan una
integracin mas plena en la sociedad).
Polticas focalizadas y polticas universales
La focalizacin (tu~emzg) alude al csfucrzo por concentrar cl
gasto y los programas sociales en los sectores ms pobres de la
poblacin. Las polticas focalizadas son aquellas que se canalizan
hacia grupos sociales especficos (en este sentido son selectivas) y
dentro dc estos hacia los sectores ms pobres.
La propuesta de focalizar el gasto social en la poblacin ms
pobre se propag en las ltimas dos dcadas en respuesta a dos
inquietudes: una fiscal y otra social. El planteamiento de la
focalizacin se basa en la idea de que es posible reducir el gasto
pblico y de esta manera equilibrar el presupuesto fiscal
protegiendo al mismo tiempo los segmentos ms pobres de la poblacin
y reduciendo la pobreza. Por esa razn, las polticas focalizadas
seran ms eficientes que las universales. Diversos plantcamicntos,
as como los resultados observados en Chile y Costa Rica, sugieren
que el mundo real no cs tan simple. Las polticas focalizadas no
siempre son ms eficientes y eficaces para reducir la pobreza
(Besley y Kanbur, 1988). Para ser eficientes y eficaces, con
frecuencia requieren la existencia dc programas universales
antcriorcs. Es la existencia dc estos ltimos la que permite el
diseo y la puesta en prctica de programas Cocalizados en
subsectores que enfrentan riesgos especficos. Ello ocurri en Chile
en el caso de los programas de salud y nutricin maternoinfantil
(Raczynski, 1993) y en el programa dc calidad y equidad de la
educacin bsica analizado en el estudio nacional. Vale decir, con
frecuencia los programas universales y los programas focalizados
son complementarios y no opuestos.
Por otro lado, los beneficios de los programas universales de
servicios bsicos de educacin y salud -como ha ocurrido en
Argentina, Costa Rica y Ch&-, dc acuerdo a los estudios
nacionales, llegan en mayor proporcin que las polticas focalizadas
a los sectores ms pobres. En otras ocasiones las polticas
universales no llegan a los segmentos ms pobres o vulnerables, Ello
ocurre con los programas de salud y educacin cn Brasil y con los
programas dc seguridad social cn los cuatro pases.
En sntesis, es preciso contar con polticas univcrsalcs y
focalizadas, pero para distintas situaciones. Es importante
reflexionar acerca de qu focalizar, qu no focalizar y por qu. La
experiencia de Chile puede servir como punto de partida. En ese pas
el gobierno ha planteado que no corresponde focalizar las
prestaciones de previsin social que representan derechos adquiridos
de la poblacin y para los cuales sta realiza aportes. Tampoco
corresponde focalizar los gastos de operacin de los servicios
sociales bsicos que se ofrecen masivamente de forma gratuita o
subsidiada cn materia dc educacin y salud. La cobertura universal
de estos programas es fundamental para garantizar un nivel mnimo de
oportunidades a toda la poblacin. No obstante, dentro de estos
servicios pueden y dcbcn haber programas especficos focalizados en
los grupos
-
38 DAGMAR RACZYNSKI
ms vulnerables o los servicios ms postergados. La focalizacin
ticnc que estar necesariamente presente en los programas dirigidos
a generar oportunidades para que los sectores ms postergados
superen las causas de la pobreza o la vulnerabilidad que los
afecta, as como en los programas asistenciales.
Modalidades alternativas de focalizacih
Los tres programas que se analizaron en cada estudio nacional
ilustran una multiplicidad de diferentes mecanismos de focalizacin
-zonas geogrficas, fichas socioeconmicas, diseo de autofocalizacin-
as como acerca de diversas unidades de Cocalizacin: individuo,
hogares, escuelas, unidades productivas, localidades pobres,
municipios, etc.
La informacin recopilada no permiti un anlisis acucioso de los
resultados de estas alternativas, sus bondades y limitaciones. Los
trabajos publicados sobre el tema indican que la adecuacin de su
uso depende de los objetivos y de la naturaleza de los programas
sociales, de circunstancias especficas de los pases en cuanto a la
magnitud y las caractersticas dc la pobreza, de aspectos
institucionales y de la disponibilidad y la actualizacin de la
informacin.
Por otro lado, focalizar conlleva costos administrativos y
psicosociales, en particular cuando el mecanismo utilizado se
aplica a personas u hogares. Los costos administrativos
corresponden a las tareas de elaboracin, aplicacin, actualizacin y
control de los instrumentos de seleccin de beneficiarios. LOS
costos administrativos son altos, en particular cuando el grupo
destinatario es de gran tamao.
Los costos psicosociales se han asociado a dos situaciones: la
estigmatizacin social y la dcpcndencia de la poblacin con respecto
a los programas del Estado, y el ahogo de la iniciativa y la
creatividad de los beneficiarios para buscar una solucin ms
autbnoma para superar su situacin social. El riesgo de inhibir la
iniciativa personal o comunitaria se relaciona a veces con el
mecanismo de la focalizacin y a veces con la naturaleza del
programa. Los programas de subsidio directo y transferencias de
ingresos son los ms propicios para crear este tipo de efecto.
Por ltimo, es importante sealar que existen dos errores dc
focalizacin (Cornia y Stewart, 1992): cl dc inclusin (el beneficio
del servicio o programa se filtra hacia scgmcntos sociales
excluidos del grupo destinatario) y el de exclusin (la brecha entre
el universo del grupo destinatario del programa y los integrantes
efectivamente alcanzados por l). En Costa Rica, Chile, y en forma
incipiente en Brasil, se ha estudiado cl error dc inclusin. Existe
en general una falta dc preocupacin por cl error de exclusin,
aunque el impacto de un programa sobre la pobreza depende en gran
medida de este error.
10 Vase cl anlG~ reali~adu por Grsh (1972). particularmente el
cuadro resumen Y.l sobre opcloncs de focah,acin (pgs. 162.165).
-
E.SWAIIiGIAS PARA COMBATIR LA IOIIREZA EN AMERICA LATINA...
39
Las decisiones en torno a la unidad especfica y los mecanismos
de focalizacin apropiados para un programa deben estar incorporadas
en i) los propsitos y objetivos dc la poltica o cl programa; ii) el
diagnostico de la pobreza y de sus determinantes; iii) las
caractersticas de las instituciones y de los sistemas de informacin
en los cuales puede apoyarse el programa, y iv) los costos
administrativos y de otro tipo que implica la modalidad especfica
de localizacin.
Es importante reconocer que la preferencia por una u otra
modalidad de focalizacin no es independiente de las opciones
poltico-conceptuales acerca de la pobreza y sus determinantes.
Cuando la pobreza se visualiza como un fenmeno individual, la
modalidad de focalizacin que se utiliza es la ficha socioeconmica
que identifica carencias o brechas que es preciso cubrir, y SC
disean programas de apoyo a postulantes (personas o familias)
aislados que califican como pobres.
Cuando la pobreza se visualiza como fenmeno colectivo, resultado
de la estructura dc oportunidades que cnfrcnta cl hogar (las
personas) y de las relaciones de poder en la sociedad, se asigna
prioridad a los programas que actan sobre el contexto sociocultural
y econmico en el cual se hallan los sectores pobres, y a veces cn
la sociedad en general, con cl propsito de abrirles
oportunidades.
La pobreza no es una situacin nicamente individual o familiar,
ni se debe nicamente a limitaciones del entorno. Las situaciones de
pobreza dependen de la interaccin entre el capital social de los
pobres y el contexto sociocultural y econmico en cl cual stos SC
cncucntran insertos. Es necesario abordar simultneamente ambas
dimensiones.
Oportunidades y lmites de la descentrahacih
El camino de la descentralizacin que han emprendido los pases,
con contenidos y nfasis diferentes, abre nuevas sendas para la
lucha contra la pobreza, cn particular porque facilita las
oportunidades de participacin social y de responder en forma ms
adecuada a las ncccsidadcs y prioridades de la poblacin. No
obstante, es un camino difcil, por lo que es fundamental que sea
conducido por un centro fucrtc que lo impulse y gue, y evite la
agudizacin dc las enormes desigualdades territoriales que cxistcn
en los pases, adems dc la prdida dc bcncticios de economas dc
escala.
Como lo sugiere el anlisis de Argentina y, parcialmente de
Brasil, las presiones y prcticas clientelsticas muchas veces son ms
fuertes a nivel regional, provincial o local que a nivel nacional.
Es urgente encontrar instrumentos para combatir las tradiciones
clientelsticas y la corrupcin. Los estudios sobre Argentina y Costa
Rica sugieren que la transparencia en las reglas de asignacin de
recursos y el rigor tcnico en las decisiones seran un posible
camino para aislar este tipo de presiones. Tambin sugieren que el
apoyo de organismos multilaterales constituye un factor que
contribuye a frenar estas presiones.
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40 DAGMAR RACZYNSIU
En Argentina, Brasil y Chile el fuerte centralismo y la
debilidad histrica de los gobiernos locales imponen fuertes
restricciones a un efectivo proceso de descentralizacin. Los tres
estudios recalcan la necesidad de actividades de fortalecimiento
institucional de los niveles territoriales inferiores del
Estado.
Aunque no se analiz mayormente en el estudio regional, el
resultado de la descentralizacin no depende slo del Estado sino en
gran medida del encuentro entre el ambito institucional-estatal y
la sociedad. En este sentido, los procesos de descentralizacibn
poltico-administrativa y financicra son condiciones necesarias pero
no suficientes para el desarrollo local. Tambin se requiere
capacidad de accin autnoma de los actores locales de la sociedad
civil (organizaciones de base, asociaciones gremiales,
profesionales y comerciales, organizaciones de Iglesia, etc.) y la
existencia de un encuentro positivo y potenciador (que crea
sinergia) entre stos y el gobierno local.
Las dificultades del aparato estatal y la colaboracih entre los
sectores pblico y privado
Los cuatro estudios nacionales revelan problemas de normas, de
procedimiento y de coordinacin interinstitucional que se relacionan
con la estructuracin del aparato estatal y con las prcticas que
asume la gestin pblica. Existe una inadecuacin entre cl modelo de
gestin que se consolid a lo largo de este siglo -centralizado,
dividido scctorialmente, con programas homogneos y estandarizados y
nfasis en los procedimientos y la programacin de las acciones, as
como en la fiscalizacin de los mismos- y los requerimientos que
impone un sistema dcsccntrahzado que asigna prioridad a la
colaboracin entre los sectores pblico y privado y la participacin
social.
Los estudios nacionales confirman que es posible trabajar con el
Estado cuando se crea una unidad al ms alto nivel poltico,
integrada por un grupo pequeo de profesionales altamente motivado y
convencido dc las bondades