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15 Ideas Historicas Para La Ed.

Oct 19, 2015

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Sofia Paja
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  • Lic. Roberto Aguilar GmezMINISTRO DE EDUCACIN

    Lic. Diego Pary RodrguezVICEMINISTRO DE EDUCACIN SUPERIOR DE FORMACIN PROFESIONAL

    PRODUCCIN Y EDICINTania Lily Quispe Zeballos

    DISEO Y DIAGRAMACINFranklin Nina Fernndez

    Avenida Arce N 2147Telf.: (00591-2) 244-1200/2959La Paz BoliviaJunio 2010

  • INDICE

    Vicenta Juaristi Equino Diez deMedina, conocedora de letras y artes8

    pgina 60

    Apiaguayqui Tumpa, labradorde la libertad guaran6

    pgina 42

    Juana Azurduy de Padilla,lejos de la costura y el bordado7

    pgina 51

    Julin Apaza Nina construyela historia de Tupac Katari2

    pgina 18

    Bartolina Sisa indaga y conocelas leyes de su poca3

    pgina 25

    Gregoria Apaza, el linaje de una mujer aymara que no saba leer ni escribir4

    pgina 31

    Toms Katari, el peregrinode 6.000 millas pide justicia

    pgina 9 1

    Presentacinpgina 7

    Pablo Zrate, el temible Willkaaprende a leer y escribir en secreto5

    pgina 35

  • El Libertador instruye la creacinde escuelas para nias y nios 9

    pgina 68

    10Antonio Jos de Sucrey Alcal, matemtico e ingenieropgina 83

    Andrs de Santa Cruz y Calahumana,el Mariscal de raz indgena 11

    pgina 91

    Elizardo Prez, maestro a lfabetizadorde los indgenas de Warisata 12

    pgina 97

    Avelino Siani Cosme, el amautade la escuela ayllu de Warisata 13

    pgina 105

    Jos Julin Mart Prez,el educador social 14

    pgina 112

    Ernesto Che Guevara de laSerna, la tesis del hombre nuevo 15

    pgina 123

    Bibliografa pgina 135

  • Presentacin

    El Ministerio de Educacin, a travs del Vicemi-nisterio de Educacin Superior de Formacin Profesional se complace en presentar el libro 15 ideas histricas para la Educacin.

    Es el fragmento de la vida de personajes bolivianos y la-tinoamericanos que escribieron la historia de Amrica Morena desde la Colonia, poca de sometimiento y ex-plotacin a los indgenas hasta la extinta Repblica en la que se palparon cambios importantes de escribirlos.

    Aqu relatamos procesos histricos ceidos a la pedagoga de nuestros personajes, de la hazaa por lograr la Libertad, ese tesoro preciado que posee el ser humano desde el mo-mento de su nacimiento hasta el ocaso de sus das.

    Aqu nos acercaremos al contexto histrico y social que toc vivir a cada uno de nuestros protagonistas, de cmo palpitaron la vivencia de sus pueblos exigiendo mejores das para las futuras generaciones, de cmo desterraron la opresin poniendo nfasis en la educacin.

    Hoy Bolivia se precia de ser un pas de gente letrada, atrs qued el analfabetismo, empero sabemos que to-dava hay mucho por hacer. En esa tarea estamos

    Gracias.

    7

  • Toms Katari

    No solamente el Corregidor nos saca el pellejo, sino tambin sus tenientes y caje-

    rosellos salen llenos de caudales

    9

  • 10

    los pobres indios salimos sin pellejo se lamen-taba Toms Katari ante el Virrey Juan Jos Vertiz, en Buenos Aires, tras un peregrinaje de 6.000 ki-lmetros desde su ayllu San Pedro de Macha, provincia Chayanta hoy departamento de Potos.

    La odisea de Katari y el indio Achu es nica en el mun-do, ambos emprendieron una travesa de 60 das en busca de justicia ante el abuso y la humillacin del Co-rregidor autoridad que se atribua la potestad de hu-millar, golpear y realizar cobro excesivo a los indios, apelativo de menosprecio que solan usar las autorida-des del Alto Per.

    Y es que la educacin que recibieron los habitantes de las colonias en Amrica, dependa definitivamente de su posicin social, al punto que los indios y las mujeres eran los menos privilegiados y carentes de escuelas.

    Toms Katari, el peregrinode 6.000 millas pide justicia

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  • 11

    Los indios eran considerados animales de carga y las mujeres menores de edad que dependan de sus pa-dres o esposos, y por tanto no exista escuela para ellas; el nico espacio en el que algunas privilegiadas podan aprender algo era el Convento, pero a l accedan slo quienes pertenecan a familias distinguidas y con recur-sos econmicos.

    Estamos en el siglo XVIII donde el sistema poltico, econmico y cultural en lo que hoy es Bolivia y el con-tinente era de un colonialismo despiadado y desalmado.

    La corona espaola, para garantizar el dominio y la au-toridad sobre estas tierras, cre los virreinatos a cargo de los virreyes que se desenvolvan como sus adminis-tradores territoriales y polticos ms fieles.

    Tenan adscritos a su cargo los empleos de gobernador, viceprotector de la iglesia, capitn general, presidente de la audiencia, superintendente de la real hacienda y corregidor, el cargo de este ltimo fue creado para la defensa de los usurpadores.

    En este contexto histrico nace Toms Katari el ao 1.740, desde su infancia vivi y comprendi el abuso de los corregidores con los indios de las comunidades altiplnicas, ya en su juventud se constituy en el kura-jkaj vocablo quechua que quiere decir persona mayor con autoridad, empero un corregidor de nombre Blas Bernal haba usurpado el cargo del joven.

    Es por ello que el lder indgena se present ante la Audiencia de Potos denunciando al recaudador de tri-

  • 12

    butos de su comunidad quien cometa robos y una serie de atropellos en desmedro de los comunarios.

    El 18 de febrero de 1.778 habiendo recibido la denun-cia, el corregidor de Chayanta, Nicols Ursainqui man-d a Katari y Achu a presentar lo recaudado, pero cuan-do ellos aparecieron en su pueblo fueron encarcelados.

    Se supone que la orden la dio el nuevo corregidor de Chayanta, un sujeto de nombre Joaqun Als, esto su-cedido en la transicin de mando entre corregidores.

    El 27 de marzo de 1.778, Als ya en posesin del Go-bierno, decide liberar a Katari y Achu para apaciguar los nimos de la poblacin, el corregidor saliente como el entrante no daban curso a los despachos de la audiencia y de los oficiales reales mostrando su resentimiento en actos brutales y rechazaban las pruebas de correcta re-caudacin presentados por Katari con motivos absurdos.

    La Audiencia de Charcas desde el 17 de julio de 1.778 haba dejado de pertenecer al Virreinato del Per pa-sando a jurisdiccin del recientemente creado Virreina-to del Ro de la Plata con sede capital en Buenos Aires.

    Es por ello que los abuelos, abuelas y jilacatas represen-tantes de las 365 comunidades potosinas y de todas sus dependencias realizan dos de las ms grandes reuniones en Pocoata y Macha en la que estuvieron presentes los tres hermanos Katari: Toms, Dmaso y Nicols.

    Con toda la autoridad que posean, los abuelos deter-minaron que Toms Katari deba viajar a Buenos Aires

  • 13

    a entrevistarse con el Virrey. Lo hace en compaa de Toms Achu, hijo de su compaero Isidro Achu ambos son indios, por lo tanto les estaba prohibido montar a caballo bajo pena de azotes pblicos y privados, multas y hasta la muerte. As lo hacen.

    Este periodo fue nefasto por el menosprecio hacia los indios, no solamente por su lengua: el quechua, aymara o guaran, sino por su cultura que crean firmemente deba ser exterminada.

    La iglesia catlica y los misioneros comprendieron que para evangelizar a los indios era necesario utilizar sus idiomas maternos, crean que ellos demoraran mucho tiempo en su aprendizaje, por ello emprendieron a co-nocer sus lenguas a las que consideraban simples dialec-tos carentes de gramtica y escritura.

    Cuenta la historia que el Virrey de Buenos Aires, qued impresionado por la personalidad de Katari, admir su valor por tan larga caminata e instruy una investiga-cin severa.

    No solamente el Corregidor nos saca el pellejo, sino tambin sus tenientes y cajerosellos salen llenos de caudales, los pobres indios salimos sin pellejo se la-ment Katari ante el Virrey Juan Jos Vertiz.

    De vuelta en su pueblo, Katari sigue presentando que-jas a las autoridades superiores y manda a sus comuna-rios a una resistencia pasiva ante los abusos, empero la lucha recrudece al punto que criminalizan sus reivindi-caciones.

  • 14

    Las audiencias regionales apresan cuatro veces a Katari, pero la fuerza y presin de los indios puede ms y libe-ran a su lder.

    La primera vez es apresado por los soldados y conduci-do a la comunidad de Aullagas donde es liberado por los indios y abuelos armados con palos y piedras.

    La Audiencia de Charcas acus a Katari de hablar mal de la mita (trabajo obligatorio de los indios) acusn-dolo de rebelda.

    La mita poda ser agraria, minera y pastoril de servicio domstico; consista en el establecimiento de cuotas labo-rales que deban cumplir los indios tributarios segn asig-nacin que hiciese el Corregidor, tanto para el servicio del encomendero como del poseedor de tierras o hacendado.

    Los comunarios de un determinado lugar se sorteaban peridicamente para trabajar durante un tiempo deter-minado al servicio de los espaoles mediante el pago de un salario adecuado controlado por las autoridades.

    Los propietarios de encomienda reducan de los jorna-les la cantidad que los indios deban pagar por concepto de tributo y el resto se les daba a ellos. La duracin de la mita minera se fij en diez meses dentro de cada ao y no se poda exceder de un tercio permanente de la poblacin tributaria para ser destinada a estas labores.

    Almenos 800 indios esperaban amarrados su turno para trabajar en la mita minera. La segunda vez es apresado y juzgado en Charcas. El 12 de diciembre de 1.779 ex-

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    pone sus argumentos. El 8 de enero de 1.780 cuando es trasladado de una prisin a otra, los comunarios vuel-ven a liberarlo. En la tercera es nuevamente apresado e incomunicado.

    El 23 de julio los abuelos se arman y se movilizan en el poblado de Huancarani. El 25 de agosto mientras el Corregidor asista con un grupo de soldados a la enu-meracin de los indios para que realicen el trabajo es-clavizado en las minas; Toms Achu que camin junto a Katari hacia Buenos Aires se acerc al corregidor Als y le exigi cumplir las rdenes emitidas por el Virrey de Buenos Aires. En ese intento es asesinado.

    La furia de los abuelos crece y estalla. Los soldados son derrotados y muertos. Als es capturado por una cer-tera piedra lanzada por la honda un indio esta afrenta no poda quedar sin venganza, es por ello que la cuarta vez deciden acabar con Katari.

    Las autoridades de la Audiencia de Charcas dicen p-blicamente respetar la autoridad del joven Katari, pero en secreto ofrecen recompensa ordenando su captura vivo o muerto.

    El es sorprendido en uno de sus viajes de inspeccin por las comunidades, lo captura una patrulla al mando del mi-nero Manuel lvarez Villarroel cerca de Pampa Aullagas.

    Es entregado a la Justicia Mayor de la provincia Chayan-ta; Juan Antonio Acua que se apresura a llevarlo hacia Charcas seguido por los abuelos armados el 15 de enero de 1.781, lo conduce con la orden secreta de asesinarlo.

  • 16

    Le ata las manos y le empuja al abismo en las escarpadas alturas de la Cuesta de Chataquilla cerca de la comunidad de Quila Quila, provincia Yamparez. Muere Toms Katari.

    El pueblo quechua endurece la lucha de forma ms en-carnizada a travs de la viuda Kurusa Yarwi y los herma-nos de Katari; Dmaso y Nicols que liberaron varias comunidades donde se suspendi la mita. Los indios formaron ejrcitos y sitiaron dos veces la urbe de Charcas actual ciudad de Sucre.

    Dmaso Katari sufre la misma suerte al ser delatado por el cura Francisco Javier y ahorcado en la plaza de Charcas luego de ser paseado por la calle encadenado en una mula, sangrante por los azotes soport una co-rona de espinas y plumas y un cetro de madera como burla a su raz incaica.

    Fue apedreado por la clase acomodada de espaoles y criollos, Nicols Katari quien fue delatado y torturado en la plaza Central de Charcas, fu ahorcado y descuar-tizado.

    Su cabeza fue cocida en aceite y colocada en la entrada principal de esta ciudad, sus manos y pies fueron repar-tidos a los lugares de los combates principales; Kurusa Yarwi fue perseguida hasta su ancianidad para luego ser asesinada.

    Se persigui para su exterminio los apellidos Condor-canqui, Noguera, Amaru, Bastidas, Phuyuq, Katari, Apaza, Willka, Cruz Condori justamente por eso mu-chos indios se cambiaron o deformado sus apellidos.

  • 17

    La jerarqua de la iglesia colabor estrechamente para la persecucin de los indios rebeldes, instal crceles internados donde se encerr a los jvenes originarios que se perfilaban como lideres adoctrinndolos en un proceso de aculturacin y detectaban la rebelin.

    Los idiomas aymara y quechua fueron prohibidos, se construyeron nuevas redes de destacamentos militares ms cerca de las comunidades para no perder de vista a los indios.

    Ms la ira no poda ser contenida por mucho tiempo. Los indios ya no estaban dispuestos al reparto forzo-so de mercancas que enriqueca a los corregidores en perjuicio de sus comunidades.

    Rechazaban el cobro abusivo del tributo por el Estado espaol y el diezmo por las autoridades eclesisticas, as como el mantenimiento del sistema de la mita y la creacin de aduanas y el aumento del impuesto sobre ciertos productos de consumo indgena. La lucha haba comenzado con la muerte de Katari.

    BIOGRAFA

    Toms Katari naci el ao 1.740 en el ayllu San Pedro de Macha de la provincia Chayanta, departamento de Potos. Es asesinado el 15 de enero de 1.781.

  • Tpac Katari

    A mi me matarn peromaanavolver y ser millones

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  • 19

    Un medio impreso de 1.750 deca: El pongo (indio) es el ser ms parecido a un hombre; es casi una persona, pero pocas veces hace el oficio de tal; generalmente es cosa. Es algo menos de lo que los romanos llamaban res.

    El pongo camina sobre dos pies, porque no le han mandado que lo haga de cuatro: habla, re, come y ms que todo, obedece; no estoy seguro si piensa...Pongo es sinmino de obediencia; es el ms activo, ms hu-milde, ms sucio y glotn de todos los animales de la creacin...

    En 1.750 nace el indio aymara Julin Apaza, quien construy para s un seudnimo apelando al nombre del lder Tupac Amaru y al apellido de otro hroe To-ms Katari cuya conjugacin: Tupac Katari, pasara a la posteridad.

    Julin Apaza Nina construye la historia de Tupac Katari

    2

  • 20

    La valenta de estos; Tupac Amaru y Toms Katari haba llegado a su natal Ayo Ayo donde ejerca el oficio de sacristn y panadero, se cree que su primer oficio lo habra utilizado para aprender a leer y escribir, empero no hay mayores luces de esa hiptesis.

    La educacin primaria para darle algn nombre, estuvo ntimamente asociada a la Iglesia. El escritor Gustavo Adolfo Otero refiere que los conventos, parroquias y y capillas sostenan pequeas escuelas de doctrina y de las primeras letras.

    La educacin rudimentaria en el Alto Per estaba destinada a un rgimen de castas, tenan derecho al estudio solamente los hijos de espaoles, criollos y mestizos.

    Los indios estaban privados de toda enseanza pues la tendencia era educar a los hijos de los blancos llama-da gente decente, este grupo de blancos agrupaba a los hijos de los funcionarios, comerciantes adinerados y terratenientes. La escuela estaba destinada a impartir conocimientos a criollos y mestizos.

    Por ello Tupac Katari junto a su esposa Bartolina Sisa, planifica el levantamiento indgena contra las autorida-des coloniales del Alto Per.

    El reparto forzoso de mercancas enriqueca a los corre-gidores en perjuicio de los indios, comunidades integras carecan de alimentos, en tanto que el cobro abusivo del tributo por el Estado espaol y el diezmo por las autori-dades eclesisticas era el comn denominador.

  • 21

    En la dcada de 1.770, varias manifestaciones aisladas mostraron el descontento creciente de los habitantes de Charcas con el gobierno espaol; las revueltas fue-ron muchas veces antifiscales. En la dcada de 1.780 los levantamientos se generalizaron.

    Un pasqun que apareci en 1.781 en la ciudad y Real Audiencia de La Plata deca: Nuestro Gabriel Inca viva, jurmosle ya por rey, siendo muy de acuerdo a ley, que lo que es justo reciba a defender su derecho. Porque Carlos con despecho nos aniquila y despluma y viene a ser todo suma, robo al revs y al derecho.

    Tanto dao perpetrado, vengar a gusto cumplido, pues espaoles han sido autores del mal causado, morirn con el soldado, alcaldes, corregidores, oficiales y oidores o no son Tupac Amaru, as lo juro y declaro por castigo de traidores.

    Este panorama muestra el abismo que divida a los ex-plotadores de los explotados, es por ello que Tupac Ka-tari y Bartolina Sisa junto a rebeldes de los pueblos del Oriente y la Amazona promueven, fortalecen y reva-lorizan la igualdad de los derechos humanos de comu-nidades ntegras.

    La situacin de servidumbre oblig a los indios inten-tar romper las cadenas del sometimiento y como parte del levantamiento, Tupac Katari form un ejrcito de cuarenta mil hombres y cerc la ciudad de La Paz en 1.781, pero las tropas enviadas para sofocar la rebelin consiguieron romper el primer cerco.

  • 22

    Posteriormente Tupac Amaru, desde Cusco se une a Tupac Katari para un segundo cerco a La Paz, pero maniobras polticas y militares, as como lderes ori-ginarios contrarios al levantamiento acabaron con el mismo.

    Los rebeldes asediaron La Paz desde el 13 de marzo de 1.781 durante 109 das sin xito, debido a la re-sistencia y al apoyo de tropas mandadas desde Bue-nos Aires.

    El cerco a La Paz provoc muertes y epidemias por la falta de agua, carne y verduras; en la ciudad espaoles y criollos resistan bajo la direccin de Sebastin Segurola.

    Se dice que el desabastecimiento de alimentos era tal, que tenan que hacer hervir los cordeles de cuero de los zapatos y de las maletas para comer.

    Este levantamiento indgena de finales del siglo XVIII fue el ms extenso geogrficamente, tom a los vi-rreinatos dos aos sofocarlo, cuando los espaoles re-cibieron refuerzos, su estrategia fue asaltar las comu-nidades, asesinar mujeres y nios adems de quemar las casas.

    Esto oblig a Tupac Katari a replegarse. Cuando Barto-lina Sisa, su esposa, se diriga al campamento de Pam-pahasi, sus mismos acompaantes la traicionaron entre-gndola.

    Tupac Katari que no haba aceptado la amnista, se diri-gi a Achacachi para reorganizar sus fuerzas dispersas,

  • 23

    fue traicionado por algunos de sus seguidores y luego apresado por los espaoles la noche del 9 de noviembre de 1.781.

    Fue sometido a tortura y seis das despus ejecutado atando a sus extremidades cuatro caballos para que ti-raran de ellas, siendo finalmente descuartizado y mos-trado en partes por todo el territorio de Kollasuyo, en seal de escarmiento.

    Su cabeza fue expuesta en el cerro de Kili Kili, hoy mirador de Villa Pabn, su brazo derecho en la co-munidad de Ayo Ayo, el izquierdo en Achacachi su pierna derecha en Chulumani y la izquierda en Ca-quiaviri.

    La actual tradicin oral le atribuye haber dicho a sus captores, a las tropas espaolas: Naya saparukiw jiw-yapxitaxa nayxarusti, waranqa, waranqanakaw tukutaw kutanipxani... (A mi me matarn peromaana vol-ver y ser millones).

    Para los espaoles dominar la insurreccin era cuestin de vida o muerte. Si vencan los rebeldes acababa el podero de Espaa, no slo en las colonias americanas, sino en el decadente imperio.

    Julin Apaza fue insobornable lder, gran estratega del ejrcito indgena andino y caudillo indiscutible de la re-belin, en este cerco a La Paz de hace ms de 222 aos murieron unas 10 mil personas dentro de la ciudad y otro tanto en filas aymaras.

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    BIOGRAFA

    Julin Apaza Nina o Tupac Katari, naci el ao 1.750 en Ayo Ayo provincia Aroma departamento de La Paz y muri descuartizado en la poblacin de Peas el 15 de noviembre de 1.781.

  • Que con esta son seis ocasiones, las cinco primeras aprehensiones fueron por tributo que no satisfizo a los corregido-res y esta ltima por lo que ya tiene expuesto: la libertad de su tierra

    Bartolina Sisa

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  • 26

    Una leyenda resurge en el vasto altiplano pace-o. Bartolina Sisa, lder indgena cuya sem-blanza hoy luce imponente en Palacio de Go-bierno junto al que fuera su esposo Julin Apaza, ambos revolucionarios de la liberacin indgena en los perio-dos histricos de 1.753 a 1.782.

    A Bartolina le toca vivir un tiempo de extremado ra-cismo. Si bien la situacin social de la mujer espaola o criolla se encontraba inferior a la del hombre, qu poda esperarse de las indias.

    Se murmuraba que stas carecan de espritu para su alma humillada y ofendida.

    Empero el caso de Sisa era diferente. Su espritu re-belde e inquieto hace que indague y conozca a profun-didad los documentos de la corona espaola, las cartas

    Bartolina Sisa indaga y conocelas leyes de su poca

    3

  • 27

    parroquiales, las normas y leyes de la poca las conoca al detalle pese a las limitaciones de lectura y escritura que posea.

    Conocedora de su realidad, Bartolina Sisa realizaba viajes hacia distintas poblaciones del rea rural; desde el alti-plano pasando a los Yungas llegando a las tierras bajas del trpico. El negocio de coca y textiles la requeran.

    Poseedora de una piel canela, cabellos negros recogidos en dos tranzas y ojos acaramelados; los historiadores cuentan que Sisa armoniz los ideales libertarios junto a Julin Apaza o Tupac Katari su esposo.

    Se dice tambin que provena de la lnea de las Mamatallas (mujeres con autoridad) inteligente, labo-riosa y guerrera.

    Es por ello que forma parte activa del movimiento de liberacin indgena al mando de su esposo Julin Apaza que con ms 40 mil indgenas cercan la ciudad de La Paz el 13 de marzo de 1.782 exigiendo respeto frente al yugo espaol y sus representantes.

    Centenares de indgenas llegados de Sisa Sica, Caran-gas, Pacajes, Yungas, Omasuyos, entre otras poblacio-nes asfixian la ciudad en que vivan corregidores y espaoles, en su mayora.

    El sitio a la ciudad de La Paz dur 109 das. Cuentan que esa rebelin provoc la muerte de 10 mil espao-les. El segundo cerco a la ciudad del Illimani lo realiza-ron el 4 de agosto de 1.781.

  • 28

    Decidieron elaborar un plan de acciones debidamente sistematizado que puso en pie de guerra a ms de 150 mil indgenas en la regin ms conflictiva del Per, La Paz, Oruro y los valles de Chayanta.

    El ejrcito de los Katari-Sisa que durante el inicio del cerco a la ciudad de La Paz el 13 de marzo de 1.781 contaba con 20 mil combatientes, en muy pocos das se convirti en 40 mil y al cabo de 5 meses alcanz a 80 mil.

    El ejrcito indgena se resguard en la Ceja de la ciudad de El Alto y en el cerro Killi Killi, ocup la colina de San Sebastian y San Pedro, empero los indgenas son atacados por el ejrcito espaol que por la superioridad numrica y artillera rompen el asedio.

    Cuentan los cronistas que los indios dieron dura bata-lla antes de rendirse. Disputaron la victoria palmo a palmo, cubriendo el campo de batalla de cadveres y lagos de sangre, pero privados de su jefe se dieron a la fuga

    Frente a un ejrcito destruido, los espaoles crean un mecanismo para sentar la mano a los lderes indgenas valindose incluso del indulto a los subversivos con la condicin de que estos entreguen a sus jefes cabe-cillas.

    El 2 de julio de 1.782, cuando Bartolina Sisa se diriga del campamento de El Alto al de Pampahasi, es trai-cionada por algunos indios quienes la entregan como prisionera de guerra a los espaoles.

  • 29

    Sometida a torturas, la interrogan y ella responde en idioma aymara:

    que con esta son seis (ocasiones), las cinco prime-ras (aprehensiones) por tributos que no satisfizode orden de los seores corregidores de la provincia de Sica Sica y esta ltima por lo que ya se tiene expuesto: la libertad de su Tierra

    Bartolina Sisa es sentenciada a la horca en la plaza Mayor hoy plaza Pedro Domingo Murillo por Francisco Tadeo Diez de Medina el 5 de septiembre de 1.782. La sentencia deca:

    A Bartolina Sisa, mujer del feroz Julin Apaza o Tupac Katari, en pena ordinaria de suplicio y que sacada del cuartel a la plaza Mayor por su circunferencia atada a la cola de un ca-ballo, con una soga al cuello y plumas, y una aspa afianzada

    sobre un bastn de palo en la mano y a vos de pregonero que publique sea conducida a la horca y se ponga pendiente de ella hasta que naturalmente muera; y despus se clave su cabeza y manos en picotas con el rtulo correspondiente y se fijen para

    el pblico escarmiento en los lugares de Cruzpata, Alto de San Pedro y Pampahasi donde estaba acampada y presida sus jun-tas sediciosas y sucesivamente despus de das se conduzca la cabeza a los pueblos de Ayo Ayo y Sapahagui de su domicilio y origen en la provincia de Sica Sica, con la orden para que se queme despus de tiempo y se arrojen las cenizas al aire, donde estime convenir.

    Su cadver, al igual que de Julin Apaza es despe-dazado por el verdugo para escarmiento del resto de los indios, para que no tengan la osada de su-blevarse.

  • 30

    abanderada de la Wiphala, Bartolina Sisa es consi-derada un fenmeno, no slo por sus dotes de belleza natural, sino por su inteligencia, sus caractersticas y talento innato que hacen a un comandante poltico-militar.

    Su visin, sentido de responsabilidad, disciplina, for-taleza y capacidad de tomar decisiones en el momento oportuno hicieron que se gane la confianza y seguridad de sus huestes.

    Ya muerta fue paseada desnuda montada en un burro, en la plaza Mayor de La Paz, no conforme sus verdugos descuartizaron su cuerpo y exhibieron su cabeza y ex-tremidades en distintos lugares de los ayllus y caminos donde ella resisti con su lucha.

    Sus extremidades fueron enviadas a Tinta-Marka, una comunidad situada en la actual repblica del Per, don-de tambin fueron exhibidas en sendas picotas.

    BIOGRAFA

    Bartolina Sisa naci el 24 de agosto de 1.753 en la co-munidad Sullkawi y muri descuartizada el 5 de sep-tiembre de 1.782. Existe otra versin que seala un 12 de agosto de 1.750 como fecha de su nacimiento en la comunidad Qara Qhatu departamento de La Paz.

  • Gregoria Apaza fue formando uncarcter dominante, extraordinaria

    fortaleza y salud lo que le ayud a dar un apoyo importante en la organizacin del

    cerco a La Paz y Sorata.

    Gregoria Apaza

    31

  • 32

    Los historiadores ignoran la edad de la joven Gregoria Apaza, simplemente la describen como una mujer de aproximadamente 28 a 30 aos, analfabeta, distante de las letras y los li-bros.

    Sin embargo conoca al detalle la lengua castella-na, ya para comunicarse, ya para saber qu decan los espaoles contra los que combati junto a su hermano Julin Apaza y la esposa de ste Bartolina Sisa.

    Naci en el ayllu Sulcavi del municipio de Ayo Ayo en la provincia Aroma del departamento de La Paz, cuentan que tuvo un hijo que dej al cuidado de otra persona por los afanes libertarios que inspira-ron su vida y obra.

    Gregoria Apaza, el linaje de una mujer aymara que no saba leer ni

    escribir

    4

  • 33

    Fue compaera de armas del joven Andrs Tupac Ama-ru con quien lucha en el cerco y toma del pueblo de Sorata en la provincia Larecaja de La Paz.

    Gregora Apaza organiz a las mujeres aymaras a re-coger y juntar piedras, con el fin lanzar contra los enemigos, se encarga del suministro necesaria para las tropas guerreras y despus cuentan que asume la conduccin de las tropas militares indgenas, incluso en las batallas ms peligrosas esta mujer se visti de hombre hasta ser apresada.

    El 5 de septiembre de 1.782, Francisco Tadeo Diez de Medina que no se cansa de pronunciar y dictar el fallo contra Gregoria Apaza, la sentencia a morir en la hor-ca y para su ejecucin le sacaron de la crcel montada sobre una bestia y en su cabeza estaba puesto la clsica corona de clavos y espinas.

    Tena un aspa pesada en la mano que simboliza el cetro. La pasearon junto a Bartolina Sisa por las calles y plazas de los colonos espaoles de La Paz. Hasta que fue pues-ta en le cadalso y ahorcada hasta morir.

    Sus piezas corpreas, despus de ser despedazadas tie-nen el rotulo con su nombre y son llevado a la poblacin de Achacachi; su cabeza es clavada en Sorata, en el lugar donde se asent al lado de Andrs Tupac Amaru presen-ciando el ajusticiamiento de los espaoles europeos.

    Despus de un tiempo como de costumbre, sus restos son recogidos y echados al fuego, para despus arrojar-los sus cenizas a los cuatro vientos.

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    Despus de la muerte de Tupac Katari, Bartolina Sisa, Andrs Tupac Amaru y Gregoria Apaza, los espaoles invaden las tierras indgenas, con el pretexto de pacifi-car los levantamientos de Omasuyos y Larecaja.

    Buscan tierra y cielo a los cabecillas y combatientes in-dgenas, como los Amaru, Katari, Quispe, Condoris, Apazas, Willcas y otros. Al encontrarlos mataban a toda su ascendencia y descendencia, abuelos, abuelas, nias y nios, cometan toda clase de violaciones y atropellos contra los pueblos indgena.

    BIOGRAFA

    Gregoria Apaza naci en el ayllu Sulcavi, Ayo Ayo pro-vincia Aroma del departamento de La Paz. Se desco-noce el ao de su nacimiento. Muri en la horca el ao 1.782 su cuerpo fue descuartizado en seal de adver-tencia.

  • Zrate Willka

    ...deben respetar los blancos a los indge-nas, porque somos de una misma sangre e hijos de Bolivia, deben quererse como

    hermanos con los indianos... hago preven-cin a los blancos... para que guarden el

    respeto con los indgenas

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  • 36

    Dotado de una gran inteligencia y un alto poder persuasivo. El indio Pablo Zrate Willka en el afn de conservar sus tierras de origen apren-di a leer, escribir y explorar el castellano de forma clandestina.

    El temible Willka naci en Imilla Imilla, una pequea poblacin ubicada en las cercanas de Sica Sica, provincia Aroma departamento de La Paz, nadie sabe el ao de su nacimiento ni la certeza de quines fueron sus padres.

    El trmino Willka es sinnimo de respeto y autori-dad, tal como fue edificada la vida de Pablo quien se presentaba ante la gente simplemente como Willka, natural de Sica Sica.

    Cuentan los cronistas que los primeros aos de Pablo Zrate fueron oscuros pues no existe testimonio oral

    Pablo Zrate, el temible Willkaaprende a leer y escribir en secreto

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    ni escrito que relate el despertar a la razn y a la vida de este personaje.

    Se presume que el pequeo Pablo Zrate comienza des-de temprana edad a entrenarse en las duras faenas del campo, acompaa a sus mayores en la barbecha de los campos, en la roturacin de la tierra laborable; el joven trabajador posee cierto poder econmico, pese a vivir en medio del abandono y ultraje que deban soportar las comunidades.

    El 21 de diciembre de 1.870 el caudillo Willka se en-trevist con el que posteriormente fuera el dcimo sexto presidente de Bolivia, Agustn Morales que vino a pedirle ayuda para derrocar al tirano Mariano Mel-garejo y es nombrado en ese entonces Sargento Mayor del Ejrcito.

    Esta entrevista influy mucho en Pablo Zrate y en el entonces soldado Jos Manuel Pando que fu testigo de ese encuentro, para la Guerra Federal en 1.898, Pando hizo esta promesa formal a Zrate Willka, jefe de los indios aymaras:

    ... Willka -le dijo- te doy el grado de Coronel; levanta al indio; destruye al blanco del Sud, (al blanco alon-sista). Cuando derrotemos al Ejrcito Constitucional, yo ser Presidente y t sers el Segundo Presidente de Bolivia. Y devolveremos la tierra al indio; la tierra que le ha arrebatado el Gral. Melgarejo.

    En consecuencia Willka al ingresar a la guerra exige: la liberacin de los colonos, participacin de los quechuas

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    y aymaras en el gobierno y la devolucin de las tierras comunales.

    Pablo Zrate recibe la propuesta de Jos Manuel Pando mediante la esposa de este, Carmen Guarachi, oriunda de Sica Sica quien es el enlace de los liberales con el creciente movimiento aymara.

    Carmen Guarachi hace la ofrenda de coca a la Pacha-mama y convence a Omasuyos, Pacajes, Sica Sica e Inquisivi para iniciar el hostigamiento a los conser-vadores.

    Willka organiza y dirige al Ejrcito, un conjunto de pe-queas unidades con poderosas masas humanas de que-chuas y aymaras, con guerreros de la talla de Juan Lero, Feliciano Mamani, Asencio Fuentes y Manuel Flores, gente de confianza de Pablo Zrate.

    El lder aymara us una incesante lucha de guerra de guerrillas dirigida por Mallkus que ganaron mucha ex-periencia en el enfrentamiento contra las tropas con-servadoras, algunos de ellos fueron Alonso Luciano Willka, Cruz Mamani, quien era considerado como un segundo Willka y Lorenzo Ramrez.

    Las fuerzas originarias se armaron con palos, qurawas (hondas), piedras, sables, machetes y varios con armas de fuego, marchan enfrentando a los bien armados opresores que pusieron nombre al ro Chunchullmayo (ro de tripas) de Huayllas por los restos de los descuar-tizados combatientes.

  • 39

    Al da siguiente llega Willka a la cabeza de 2.000 kataris y se enfrenta en Vila Vila a los caones sucrenses, con la tctica de no huir, sino de correr hacia el enemigo de-jando atrs las explosiones y logra un brillante avance militar.

    La ventaja que posean era el nmero, que comple-mentaba su falta de armas pesadas, granadas de mano entre otras. El manifiesto de Zrate Willka conocido como La proclama de Caracollo plantea los siguien-tes puntos:

    1.- ... deseamos hallar la regeneracin de...Bolivia.

    2.- los indgenas, los blancos nos levantaremos a de-fender nuestra Repblica de Bolivia...que quiere apo-derarse... vendindonos a los chilenos

    3.- ...deben respetar los blancos o vecinos a los indge-nas, porque somos de una misma sangre e hijos de Boli-via, deben quererse como hermanos con los indianos... hago prevencin a los blancos... para que guarden el respeto con los indgenas...

    La propuesta aymara buscaba una patria basada en la tolerancia y la equidad y no se detuvo sino hasta lograr la victoria final en Paria el 10 de abril de 1.899.

    Willka impulsa el Gobierno Comunal en Peas, nom-brando al Jatunruna (hombre con autoridad) a Juan Lero, ese levantamiento tena por objetivo lo siguiente: restitucin de las tierras a sus dueos originarios, gue-rra contra las minoras dominantes.

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    Esta medida fue tomada como amenaza a la indepen-dencia nacional ya que se planteaba a Bolivia como una administracin autnoma es por ello que Willka fue en-carcelado.

    Posteriormente entra a Oruro con 50.000 quechuas y aymaras demandando la devolucin de tierras, all es homenajeado, protegido y custodiado por el ejrcito federal que le corta posteriormente toda forma de co-municacin con las provincias.

    Junta a 90 lderes comunales, ante esta situacin los fe-derales evalan la situacin y lo ven como una amena-za a la estabilidad nacional por tantas revueltas, por tanto, todos los lderes, incluido Willka son apresados, interrogados y torturados.

    Despus fue mandado a prisin bajo cargos de sedicin de los que al final fue absuelto. Permaneci cuatro aos en la crcel de Oruro de donde sali por el amotina-miento del 10 de mayo de 1903, a partir de ah vivi en la clandestinidad.

    En 1905 es localizado y ejecutado en la hondonada de Chullunkiri en 1905.

    Con su asesinato, queda marcada otra etapa en el aniqui-lamiento indgena, por brindar ayuda a de la hegemona blanca criolla progresista de entonces, inaugurando e instituyendo el rgimen liberal. Todos los liberales asal-taron las comunidades indgenas convirtindolas en sus latifundios.

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    No hubo diputado, subprefecto o corregidor liberal que no se haya adueado de tierras comunitarias y de indios comunitarios.

    Terratenientes liberales y siervos indios aparecieron, como hongos despus de la lluvia con estos resulta-dos: matanza de indios en La Paz, cesin de Antofagas-ta, regalo del Acre, fraude electoral y caciquismo.

    BIOGRAFA

    Pablo Zarate naci en la comunidad de Imilla Imilla del municipio de Sica Sica, La Paz. Se desconoce el ao de su nacimiento y de quines fueron sus padres. Muri ejecutado el ao 1.905.

  • Apiaguayqui Tumpa

    el esperado vendr!... Ya viene!...preparaos vosotros a recibirle y seguirle

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    Apiaguayqui Tumpa labradorde la libertad guaran

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    No se sabe quin fue su madre, ni donde naci exactamente. Apiaguayqui Tumpa, el indgena guaran se cree que recibi la enseanza de algn guerrero, cazador o cultivador de maizales.

    El tiempo de Tumpa es de lenta y sutil intromisin de los misioneros que ganaron las tierras del guaran fun-dando misiones, junto a ellos llegaron los comerciantes y vaqueros desalmados.

    Una de las primeras advertencias de rebelda fue dada en 1.796 por el cacique Guarey, quien desmantel la iglesia, demoli las casas rurales y echo a los misioneros de su territorio.

    Los guaranes desde el inicio mismo de la Repblica, se encontraban en guerra contra quienes denominaban hombres blancos, karai en idioma guaran.

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    :

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    Esa cultura esperaba al Tumpa que en guaran quiere decir hombre-dios chiriguano para liberar al pueblo y acabar de una vez por todas con los enemigos.

    Despus de una batalla sostenida contra los karai, cuyo resultado fue adverso, un grupo de guaranes encuentra entre los restos de la batalla a un beb, al cual acogen en su comarca ubicada entre los ros Parapet y Pilcomayo.

    Un anciano llamado Machirope se encarg de su crian-za. Al crecer, el muchacho se caracterizaba por mostrar habilidades sorprendentes en las tareas encomendadas; ms maduro, entendi la situacin de su pueblo, dis-perso en seis regiones y decide emprender la lucha para que su pueblo vuelva a ser el mismo de antes.

    Tras visitar a las regiones chiriguanas, llega a Curuyu-qui, hoy provincia Calvo, Chuquisaca teniendo gran acogida ya que los chiriguanos lo ven como el Tumpa de las leyendas y rpidamente constituye un ejrcito para empezar la guerra en los carnavales de 1.892.

    El nombre de este lder era Apiaguaiqui o Hapiaoeki que significa eunuco por Dios.

    Los guaranes de Ivo, frontera Chuquisaca-Santa Cruz reclamaban que el Gobierno les otorgue una misin pero los hacendados se opusieron porque con ella no podran explotarlos o usurpar sus tierras; la demanda no prosper y los indgenas estaban molestos pero al saber que apareci el Tumpa, deciden apoyarlo y de-clarar la guerra a quienes consideraban como sus ene-migos.

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    Ante la amenaza guaran, fuerzas militares nacionales bajo las rdenes del teniente Simn Sanz estaban listas para enfrentarlos pero el Fraile Romualdo dAmbroggi, de la misin Santa Rosa, provincia Calvo, se ofrece como mediador y logra que ambas partes se compro-metan a firmar un tratado de paz para el 4 de enero de 1.892 en el cual se respetara las tierras chiriguanas y estos no atacaran a nadie.

    En la noche de ao nuevo de 1.892, el corregidor de umbite (Cuevo, Santa Cruz), Fermn Saldas, in-tent violar a una jovencita chiriguana que tena a su servicio y, al encontrar oposicin en ella, la mata a palazos. La muchacha result ser pariente de Asuka-ri, mburuvicha (capitn o dirigente de comunidad) de Ivo.

    La familia de la vctima exigi justicia, ms ninguna au-toridad hizo nada al respecto y el crimen qued im-pune. La noticia del asesinato lleg a conocimiento de todos los chiriguanos quienes encolerizados decidieron unnimemente empezar la guerra.

    Cuenta la leyenda que tras la muerte de la jovencita, en la plaza de Curuyuqui se reunieron todos los chirigua-nos donde la humareda se elevaba en espesas columnas; los hacendados temieron por sus vidas.

    El 6 de enero de 1.892 los chiriguanos, al mando de Apia-guaiqui Tumpa, salen desde su base en Curuyuqui con di-reccin a la Cordillera de los Chiriguanos o Chiriguana, donde asaltan y prenden fuego a todos los ranchos que encontraron no sin antes degollar a sus ocupantes.

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    En la madrugada del 7 de enero emboscan a las fuer-zas militares de Sanz en la quebrada de Mandijuty y as arrasan fcilmente con la poblacin de Cuevo extermi-nndolos.

    La noticia de los ataques lleg a Santa Cruz de la Sierra el 10 de enero pero ni el Prefecto del Departamento Gral. Ramn Pachacha Gonzles o la ciudadana en general se alarmaron por considerar que se trataba de otro levantamiento ms de los indgenas, en cambio, las autoridades chuquisaqueas s se preocuparon por la magnitud de los mismos y ese mismo 10 de enero llega a la misin Santa Rosa un contingente de 50 soldados y 400 indgenas aliados al mando del Subprefecto de Azero (Provincia Calvo) Coronel Toms Fras quien, el 13 de enero ataca e incendia el pueblo chiriguano de Ivo.

    Como las autoridades cruceas no tomaron medida alguna, los chiriguanos atacaron fcilmente Chara-gua, Gutirrez, Alto Parapet, Lagunillas y Camiri donde asaltaron haciendas y mataron a sus ocupan-tes. El avance guaran bordeaba las mrgenes del Ro Grande.

    Las comunidades blancas de Ivo, El Ingre y Guacara quedaron vacas ya que sus habitantes huyeron mientras que los de Cuevo se refugiaron en Santa Rosa y los de Charagua en Saipur.

    En Ivoka (a dos kilmetros de Ivo), un ciudadano ar-gentino de apellido Palavecino logra escapar del ataque chiriguano para esconderse en Charagua; desde all en-

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    va a Santa Cruz de la Sierra al jinete Zabuln Vaca para informar lo acontecido.

    Ante la nula intervencin del Gobierno Nacional y Pre-fectural cruceo los afectados se organizan para frenar los ataques y los vencen en algunas ocasiones; en la pro-piedad ankaroinsa, los hermanos Castillo arman a sus peones y victiman chiriguanos.

    Se rumore que los chiriguanos estaban cerca de Santa Cruz de la Sierra al ser vistos en Porongo llevando ar-mas adems que el jinete Vaca lleg a la ciudad el 15 de enero, informando lo acontecido en provincias. Recin all las autoridades y el pueblo cruceo entendieron que la ciudad estaba en peligro por lo sucedido en sus alrededores.

    El Prefecto cruceo como primera medida dicta un Auto de Buen Gobierno; al no haber dinero en las arcas prefecturales convoca para el 16 de enero a una Asam-blea donde el pueblo cruceo decidi aportar armas y municiones para defender la ciudad ante un posible ata-que, adems de ayudar a las poblaciones afectadas.

    Mientras los cruceos se armaban la maana del 17 de enero lleg la noticia que umbite fue arrasada y al da siguiente el Prefecto Gonzles parte al campo de ba-talla con 150 hombres, muchos de los cuales pelearon contra los chilenos en la Guerra del Pacfico, por lo que tenan experiencia en combate.

    A las seis de la maana del 21 de enero, Apiaguaiqui Tumpa con 1.300 indgenas ataca la misin Santa Rosa

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    en el momento en que sus ocupantes estaban en misa, pero debe replegarse en vista de las numerosas bajas causadas por los defensores. Al da siguiente, las fuerzas de Gonzles estn en Lagunillas, el 25 en Cuevo y el 27 se unen con las de Fras, haciendo un total de 2.000 hombres quienes deciden terminar con ellos atacando directamente la base chiriguana de Curuyuqui.

    Gonzles y Fras atacan Curuyuqui a las ocho de la ma-ana del 28 de enero encontrando gran resistencia y deben retroceder ante la muralla de trincheras; Gon-zles es herido y Fras asume el mando de las tropas. Al medio da, las trincheras defensivas estaban repletas de cadveres de guaranes y a las cuatro de la tarde se con-sumara la derrota de este pueblo valiente y guerrero.

    Se constata que las mujeres chiriguanas mostraban el cuello a los soldados en seal de que preferan ser de-golladas antes que rendirse. Apiaguaiqui y otros jefes indgenas logran escapar.

    Fras envi una misiva al Ministro de Guerra que de-ca: ...Han quedado en el campo de batalla... 900 a 1.000 indios entre hombres, mujeres y nios... sera conveniente... terminar por completo esta raza infame y feroz, llegando as tres contingentes militares que empez a victimar a los chiriguanos heridos y prfugos.

    Fras degollaba a cuanto indgena encontraba, el 18 de febrero fusil en Santa Rosa a varios de ellos. Gonzles no queda atrs ya que antes de regresar a Santa Cruz de la Sierra, saquea e incendia aldeas chiriguanas, ex-

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    termina indgenas, destruye sus siembras y ganados; su actuar fue tan terrible que el Gobierno Nacional enva un Delegado para detener estos actos. Los propios cru-ceos le dieron el mote de Matacambas debido a que el trmino camba era para referirse a los indgenas del lugar.

    Apiaguaiqui estaba huyendo de la persecucin; en marzo se encuentra con Guatinguay, el cacique de Caruruti quien lo acompa en toda la guerra y por eso tena ganada su confianza y promete ayudarle a escapar por un camino seguro ubicado en las laderas de un valle.

    Cuando Apiaguaiqui recorra tal camino, es capturado por un grupo armado que estaba al mando del hacenda-do Jos Martnez. Esto result ser una trampa tendida por Guatinguay quien prefiri traicionarlo a cambio de que le perdonen la vida.

    El Tumpa es conducido a Sauces (hoy Monteagu-do, Chuquisaca) y entregado al Coronel Melchor Chavarra ordena su tortura y fusilamiento el 29 de marzo de 1892, a las cuatro de la tarde en la plaza principal, atado a un poste de madera. Con esto concluy definitivamente las insurrecciones chiri-guanas.

    Los chiriguanos se denominaban entre s ava (hom-bre libre). Fueron grandes guerreros que combatieron a otros indgenas orientales y a los espaoles, por eso el Rey Felipe II dict la Clula Real del 19 de diciembre de1568 declarndoles la guerra.

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  • 50

    Tuvieron la virtud de resistir, durante ms de tres si-glos, cualquier intento de reduccin sea por parte de los misioneros o soldados espaoles sin embargo, veni-da la Repblica son diezmados.

    Muchos fueron ajusticiados en la plaza principal. Poco antes de ser sacado Apiaguayqui Tumpa de prisin, el padre Quiroga acudi para llevarle los auxilios de la iglesia. Ms como no era cristiano, el sacerdote intent darle la absolucin sin lograrlo.

    Con la altivez de un gran caudillo que haba camina-do con su pueblo, emiti con voz tranquila y segura: Achenga pini ma cuya traduccin del guaran al espa-ol quiere decir: Ahora ya estoy satisfecho

    Su cadver estuvo expuesto en el patbulo hasta el da siguiente. Hecho una masa sangrante, atado al madero del suplicio, caan de su cuerpo gotas de sangre por los grumos de las heridas abiertas. Fue odiado y temido por el enemigo. El hombre que electriz a multitudes y despert fervores de libertad.

    BIOGRAFA

    No se sabe dnde ni en qu ao naci. Apiaguayqui Tumpa, el indgena guaran que defendi sus tierras de la invacin. Fu ejecutado luego de la guerra de 1.892.

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  • Juana Azurduy

    Sobre la propuesta de dinero y otros intereses, slo deben hacerse a los infames que pelean por su esclavitud, no a los que

    defienden su dulce libertad como yo lo hago a sangre y fuego.

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  • 52

    Un da de invierno del 12 de julio de 1.780 nace Juana Azurduy en el seno de una familia distinguida e ilustre con mucho poder econ-mico, el cantn Toroca en las cercanas de Chuquisaca es su pueblo natal.

    Cuando apenas tena siete aos, Juana queda hurfana a cargo de su ta paterna Petrona Azurduy con quien tena una muy mala relacin y quien intenta en vano mantener a la nia cerca de los bordados y la costura, actividades de la sociedad aristocrtica a la que perteneca.

    Y es que Juana viva en una sociedad esencialmente masculina. La mujer representaba la fuerza conserva-dora y su nacimiento no era bien recibido pues no po-da adems el hombre prolongar su apellido, tal cual lo hara con un hijo de sexo masculino.

    Juana Azurduy de Padilla,lejos de la costura y el bordado

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  • 53

    La familia colonial tardaba mucho en demostrarse a s misma la decepcin del nacimiento de una nia y haba que prepararla para que asistiera al convento o desti-narla al matrimonio.

    El mundo de la nia era su casa, la cocina, el patio y la servidumbre. En materia de educacin los paps po-nan nfasis en que las nias tengan conciencia de la superioridad de su alcurnia y su apellido.

    La nia deba ser humilde, recatada y triste, exigencias que Juana no cumpla, es por ello que su ta Petrona decide internarla en el Monasterio de Santa Teresa de la ciudad de Sucre, con el fin de domar la tentacin de una vida aventurera con las que soaba Juana.

    Los rezos deba aprenderlos de memoria en el oratorio, durante las misas o en el rosario nocturno, deba contar como aprendizaje necesario para los asuntos domsti-cos. Aprender a leer ya era una muy alta funcin que corra a cargo de las monjas aunque no se vea bien en adiestrarlas a escribir.

    El tiempo de Juana es de intensa lucha por la Indepen-dencia de Amrica; el dominio espaol tena bajo su yugo a los indios; la tirana de la quietud y la falta de movimiento comienzan a oprimir cada vez ms el ca-rcter de la joven adolescente.

    El silencio, la limpieza y la disciplina. Los rezos y ora-ciones matinales no logran evitar que Juana cuestione la utilidad de la vida en el claustro y opine sobre el apoyo

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    de la Iglesia a los poderosos, por lo que su estancia en Santa Teresa no llega a completar un ao. Su ta Petrona la saca del Monasterio.

    Ya en Toroca, Juana vuelve a entrar en contacto con los indios, recupera el quechua de la infancia y aprende el idioma aymar. Trabaja en el campo, en las tareas de la casa y de vez en cuando visita a Eufemia Gallardo, la madre del que posteriormente ser su esposo Manuel Ascencio Padilla.

    All escuchar los relatos de Manuel Padilla, los cuales ejercern una enorme influencia sobre su formacin. Juana tiene 25 aos y Manuel 30 cuando deciden con-traer nupcias.

    Lejos, muy lejos de las enseanzas del bordado, el pun-to hilvn y la pata de gallo, Juana vive de cerca los ideales de su esposo. El ao 1.805 Manuel Ascencio Pa-dilla ya est participando de grupos que influidos por la Revolucin Francesa, planean la revolucin ante tanta opresin de la que eran objeto los indios y criollos.

    La principal preocupacin de los revolucionarios era movili-zar a los indios para que entre todos se destruya la estructura feudal en la que estaba sumida la sociedad Altoperuana.

    El 25 de mayo de 1.809 una agitacin popular en Chu-quisaca destituye al virrey; levantar al indio y ganarlo para la causa de la independencia era uno de los ideales de mayo; hasta esos momentos criollos e indios se ha-ban sublevado por separado.

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    Si bien comenz a circular algunos pasquines con tinte subversivo, esta forma de difusin no pudo se decisiva en la revolucin bajo el rgimen de la Colonia, el anal-fabetismo de las masas coloniales fue como una cober-tura impermeable a la accin escrita.

    Atraer al indio, conquistar su simpata para unirlo al criollo en la lucha revolucionaria fue el objetivo central de la Primera Junta. En ese contexto comienza a escri-birse la historia nmada de los amantes guerreros. Jua-na tena cuatro hijos que llevaba consigo a las batallas en las que participaba junto a Manuel, su esposo.

    En el mes de marzo de 1.814 Juana y Manuel vencen a los realistas en varias batallas y esperan el contraataque. Las tropas revolucionarias deben dividirse: Manuel se encamina hacia La Laguna y Juana se interna con sus cuatro hijos pequeos y un grupo de guerrilleros en un refugio cercano al ro, en el valle de Segura de la provincia Tomina.

    A Juana le han dicho que Padilla est en peligro. Sale en su auxilio pero debe volver pronto: los espaoles avanzan hacia el valle de Segura donde han quedado sus nios.

    Entonces llega el momento ms crucial, Juana se in-terna con sus cuatro hijos en el monte desconocido, no hay alimentos, no hay ms adultos que ella: sus soldados escoltas han huido asustados. No hay caminos conoci-dos; no hay refugio posible a los vientos y a la plaga de insectos que llenan de pestes el cuerpo de los infantes.

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    Es ah donde enferman cada uno de sus cuatro hi-jos; mueren Manuel y Mariano antes de que Padilla llegue en auxilio de la madre guerrera. De vuelta en el refugio del valle de Segura mueren Juliana y Mercedes, las dos hijas quienes enferman de fiebre paldica y disentera.

    Pero tanta muerte insoportable trae la vida: Juana est nuevamente embarazada cuando combate el 2 de agosto de 1.814 con Padilla y su tropa, en el cerro de Carretas.

    Da a luz a Luisa Padilla junto al Ro Grande cuando est comenzando el ataque realista. Los hombres que la cus-todiaban presumieron que su jefa estaba dbil y que era el mejor momento para arrebatarle el botn de guerra con el que cuentan las tropas revolucionarias y que la Flor del Alto Per custodiaba con celoso fervor.

    Adems, la cabeza de Juana tena precio, 10 mil pesos en plata.

    Los traidores complotan y arremeten contra la teniente coronela, que se alza frente a ellos con su hija en brazos y la espada obsequiada por el General argentino Manuel Belgrano, tendida hacia adelante en ademn de ataque.

    Algunos cuentan que orden el ataque en quechua a su tropa de indios amigos.

    La madre y guerrera monta a caballo con la pequea Luisa en brazos y juntas se zambullen en el ro, logran llegar con vida a la otra orilla.

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    Restan todava algunos desprendimientos y varias pr-didas: la hija recin nacida se queda a cargo de una india de confianza que la cuidar durante el resto de los aos en que su madre contine luchando por la independen-cia americana.

    La presencia de Juana en la Guerra de la Independen-cia haba acercado a otros pueblos de indgenas de la regin. La valenta de la guerrillera hizo que establezca amistad con muchas personas, entre ellos el indio poe-ta y guerrero Juan Huallparrimachi, descendiente del inca Huscar.

    Entre ambos surge una amistad y un cario muy espe-cial. El soldado poeta le dedic una serie de poemas en idioma quechua a la herona:

    Manamin wiy saqenchu, hay unu para waqayta (hasta ahora en mis ojos no han podido agotarse la lluvia de las lgrimas)

    La terrible muerte de su esposo y las travesas para res-catar su cabeza, incrustada por el enemigo en una pica, en la plaza pblica, afectan seriamente a Juana.

    Restan sus esfuerzos por reorganizar una tropa sin re-cursos, que ha perdido toda colaboracin de los porte-os. Tras la muerte de su esposo, Juana combate en el norte argentino junto a las tropas del general Martn Miguel de Guemes.

    Tras la muerte de ste, sin ms combate y sin recur-sos para volver a la patria, Juana escribe a las Juntas

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    provinciales una carta impresionante desde Formosa, Argentina reclamando ayuda para volver a su tierra Chuquisaca.

    El gobierno salteo se conduele y le da cuatro mulas y cincuenta pesos.

    Regresa a la recin estrenada Repblica de Bolivia. Dis-fruta del sueo de libertad realizado y vive unos pocos aos junto a Luisa, quien se alejar de Juana tras con-traer nupcias.

    Cuando la ciudad de Sucre se encontraba celebrando el 53 aniversario del primer Grito Libertario de Amrica, en la calle Espaa, en una pequea habitacin cuyo piso era de tierra, fra y hmeda, muere Juana en la absoluta soledad y miseria.

    Despus de haber ganado 33 batallas liderando su ejr-cito de leales, despus de haber sido reconocida por Bolvar y concederle una pensin que a los dos aos es ignorada, Juana muere a los 82 aos.

    Para su pesar fallece un 25 de mayo de 1.862 en Chu-quisaca, la fecha no la ayuda: cuando su sobrino va a reclamar honras fnebres para la libertadora, le dicen que estn muy ocupados con los festejos del aniversario libertario.

    La naciente Bolivia - escribe Coco Manto- no se acor-d ms de Azurduy ni de sus proezas independentistas. Nadie musit ni medio padrenuestro por la muerte de sus cuatro hijos en la guerra de guerrillas.

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    Un cura y dos indios jalkas, que eran todo el cortejo fnebre, dejaron el cuerpo de la guerrillera en la fosa comn de un panten cenizal de la periferia.

    Despus de 100 aos, los restos de la herona Juana Azurduy de Padilla fueron exhumados de la fosa comn para ser depositados en un mausoleo que se construy en su homenaje en la ciudad de Sucre.

    BIOGRAFA

    Juana Azurduy de Padilla naci en el cantn Toroca el 12 de julio de 1.780. Muri el 25 de mayo de 1.862. Acompa a su esposo Manuel Ascencio Padilla, en las luchas por la independencia del Alto Per.

  • La sangre que reg el suelo que pisises la savia que da vida al rbol de la

    libertad.

    Vicenta Equino

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    Vicenta Juaristi Equino Diez de Medina, conocedora de letras y artes

    La participacin de la mujer en la emancipacin de los pueblos de Amrica Latina fue trascen-dental al punto que algunos cronistas las ubican despus de los indios, por su valenta y coraje.

    Vicenta Juaristi Eguino, naci el 3 de abril de 1.785. Hija de Mara Antonia Diez de Medina quien falleci al darle a luz; su padre era un vasco recin llegado a La Paz, Francisco Eguino.

    Vicenta estaba muy ligada a un medio hermano, Pedro quien fuera su maestro, gua y cmplice, tuvo el privi-legio de ser educada e instruida en letras y artes, en esa periodo los padres se negaban a iniciar a su hijas en la caligrafa porque alimentaba el temor de que este dia-blico instrumento les sirviera para comunicarse con la figura tambin satnica del varn.

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    Quiz fue el contacto con autores que contaban sobre otras tierras y sueos de libertad que forjaron la natu-raleza indomable de Vicenta; su medio hermano Pedro relataba para ella historias de libertad.

    Desde muy pequea escuchaba las ideas polticas que en su hogar expona su padre, Don Pedro Eguino, es por ello que creci y madur en el anlisis del cuadro general poltico del siglo XIX e influy hasta dejar im-presa su huella en toda una poca.

    Mientras Vicenta se casaba a los 14 aos en 1.799, el movimiento independentista se profundizaba debido a un fenmeno de acumulacin y maduracin de expe-riencias que cuestionaba el sistema poltico de la coro-na espaola.

    La pasin de su inteligencia, la fuerza de su audacia, el ejemplo de sus sacrificios son parte de la personali-dad de Vicenta, la inquietud de su carcter indomable la condujeron a relacionarse con los movimientos de discusin, crtica y anlisis de una parte de la sociedad que anidaba la revolucin.

    Este grupo buscaba el cambio en el manejo del siste-ma administrativo institucional de los criollos, toda vez que los impuestos eran excesivos, seguido posterior-mente de una autonoma total de la corona espaola.

    Vicenta se cas por segunda vez a los 17 aos en 1.802, luego de quedar viuda de su primer esposo, las obliga-ciones de su hogar no pudieron reducirla al mundo de

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    la cocina y el traspatio de su casa; supo darse modos para tejer la trama de la Revolucin del 16 de Julio de 1.809.

    Con el pretexto de festejar el cumpleaos de su me-dio hermano Pedro, el 29 de junio de 1.809, invit a Pedro Domingo Murillo y los dems conjurados para informarles de la fabricacin secreta de municiones en las alturas de Santa Brbara tarea que estaba a cargo de una de sus servidoras y amigas ms ntimas, la hermosa mestiza doa Josefa Manzaneda y de Mara Nieves Li-nares.

    El riguroso secreto con que fue organizado y planifica-do los movimientos subversivos permiti que la Inde-pendencia de la Gobernacin no conociera el da y la hora que estallara la revolucin del 16 de julio.

    La vspera de la revolucin, Vicenta convoc a su servi-dumbre, incluyendo a sus colonos y les reparti armas. Fueron ellos junto a otros patriotas, a la cabeza de Ma-riano Graneros quienes embriagaron a los soldados de la guardia y luego irrumpieron en el cuartel.

    El momento que se inici la gesta libertaria se conme-moraba la procesin de la Virgen del Carmen, en pocas horas se tom el cuartel y la plaza principal. Las cam-panas de la ciudad tocaban sin cesar, el pueblo sali a las calles, desarmaron a los soldados.

    Las mujeres a la cabeza de Vicenta, armadas con cuchi-llos y piedras hicieron huir a los realistas, se realiz un

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    cabildo en el que se rechaz al gobierno colonial, que-mando los documentos de deudas y tributos y llamando a los indios y negros sumarse a la revolucin.

    Conseguida la victoria los dirigentes patriotas se apresura-ron a organizar y mantener un ejrcito de defensa y con-solidar un gobierno. Un aspecto importante que se tom en cuenta fue la necesidad de involucrar en el gobierno a otros sectores sociales como los mestizos e indios.

    Sin embargo no se reconoci ni permiti la partici-pacin de la mujer como tal en la Junta Tuitiva de los Derechos del Pueblo liderada por Pedro Domingo Murillo, ms de 15 varones entre vocales y secretarios conformaban la directiva.

    La proclama de la Junta tuitiva deca a la letra: Compa-triotas: Hasta aqu hemos tolerado una especie de destierro en el seno mismo de nuestra patria; hemos visto con indiferencia por ms de tres siglos sometida nuestra primitiva libertad al despotismo y tirana de un usurpador injusto que, degradn-donos de la especie humana, nos ha mirado como a esclavos; hemos guardando un silencio bastante parecido a la estupidez que se nos atribuye por el inculto espaol, sufriendo con tran-quilidad que el mrito de los americanos haya sido siempre un presagio de humillacin y ruina.

    Ya es tiempo, pues, de sacudir yugo tan funesto a nuestra feli-cidad, como favorable al orgullo nacional espaol. Ya es tiempo, en fin de levantar el estandarte de la libertad en estas desgra-ciadas colonias, adquiridas sin el menor ttulo y conservadas con la mayor injusticia y tirana.

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    Valerosos habitantes de La Paz y de todo el Imperio del Per, revelad vuestros proyectos para la ejecucin; aprovechaos de las circunstancias en que estamos; no miris con desdn la fe-licidad de nuestro suelo, ni perdis jams de vista la unin que debe reinar en todos, para ser en adelante tan felices como desgraciados hasta el presente. En la ciudad de Nuestra Seora de La Paz, a los 27 das del mes de julio de 1.809.

    Un recibo militar escrito por el Gral. Pezuela en 1.813, relata los sucesos del 16 de julio de 1.809 refirindose al comportamiento de la mujer.

    Fue la ms acrrima defensora de la independencia, llegando a tal extremo que las mujeres tomaron el ms acalorado partido, abandonaron la religin, prostituye-ron el poder y finalmente vivieron con el mayor desen-freno hasta el 11 de octubre

    En el mes de octubre la contrarrevolucin se aproxi-maba a la ciudad de La Paz a la cabeza del presidente interino de la Real Audiencia del Cuzco, brigadier Jos Manuel de Goyeneche.

    La traicin de Indaburo a los revolucionarios provoc el desbande de las tropas en Chacaltaya siendo derro-tados en 25 de octubre de 1.809. Abatida y aplastada la defensa se incrementaron los apresamientos, el juicio y la sentencia de los lderes.

    El 26 de enero de 1.810 se conden a pena de muerte a los principales lderes como Pedro Domingo Murillo, Gregorio Garca Lanza, Jimnez Catacora y otras 86 personas.

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    Pedro Domingo Murillo, antes de su ejecucin en la horca pronunci las siguientes palabras: Compatrio-tas, yo muero pero la tea que dejo encendida nadie la podr apagar. Viva la Libertad!

    En plena clandestinidad, doa Vicenta Juaristi Egui-no tuvo el nacimiento de Flix, su segundo hijo sin estar casada.

    La historia menciona tambin la valenta y el coraje de ilustres damas de la talla de Simona Josefa Manzaneda, Mara Manuela Campos y Seminario, Mara Nieves Li-nares, rsula Goyzueta, Manuela Sagrnaga, Juana Sota y Parada, Manuela Uriarte, Ramona Sinozain y Paliza, Romualda de Herrera y Mara Magdalena Rocha, entre muchas otras.

    En el ao 1.812 Vicenta Juaristi recibi con su tercera pareja a Jorge, su tercer hijo.

    El segundo ejrcito a la cabeza de Belgrano lleg en 1.813, que luego fueran derrotados en octubre. El pro-ceso independentista no pudo ser frenado. En 1.820, Vicenta trajo al mundo con su cuarta pareja a su cuar-to hijo de nombre Benita.

    En 1.822 naci su quinto hijo a quien llam Jos Mara. En 1.823 ingres al pueblo de Laja el Ejrcito Indepen-diente encabezado por Andrs Santa Cruz para derro-tar al Gral. Pedro Antonio Olaeta.

    Juaristi Eguino fue a recibir a Santa Cruz, llevando a los dos hijos mayores:

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    Seor General presento a mis dos hijos y estos ocho colonos como el ltimo contingente a la causa nacio-nal, desde ese momento, Vicenta segua de cerca la ac-tuacin de sus hijos en el proceso libertario, la respues-ta que reciba en muchas ocasiones era esperanzadora.

    Doa Vicenta tena 40 aos cuando la Patria era libre. El 14 de marzo de 1.857 a la edad de 72 aos falleci en La Paz, en el cementerio se oyeron siete caonazos, luego un corneta dobl rodillas en tierra y toc el cla-rn de la ltima despedida.

    BIOGRAFA

    Vicenta Juaristi Eguino naci el 3 de abril de 1.785, hija de Mara Antonia Diez de Medina y Francisco Ja-vier Juaristi Eguino. Muri el 14 de marzo de 1.857 en la ciudad de La Paz.

  • Simn Bolivar

    Un ser sin estudios, es un ser incompleto.

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    El Libertador instruye la creacin deescuelas para nias y nios

    Simn Jos Antonio de la Santsima Trinidad Bo-lvar y Palacios, naci en Caracas, Venezuela un 24 de julio de 1.783 en el seno de la aristocracia caraquea, su padre era Juan Vicente Bolvar y Ponte y su madre Mara de la Concepcin Palacios y Blanco.

    Cuando se casaron el ao 1.773, haba una gran dife-rencia de edad entre ambos; Juan Vicente tena 47 aos y Concepcin 15, tuvieron cuatro hijos, tres de ellos mayores que Simn y una menor.

    En enero de 1.786, cuando Simn contaba con dos aos de edad, su padre muri de tuberculosis, doa Concep-cin qued como cabeza de familia, velando eficiente-mente por los intereses de la familia hasta su muerte.

    Sin embargo las responsabilidades hicieron que su salud tambin decaiga, enferma de tuberculosis doa Con-

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    cepcin muri el 6 de julio de 1.792, cuando Simn tena nueve aos, pero tom la precaucin de hacer un testamento en el que dispuso quin debera hacerse cargo de sus hijos.

    Los hermanos Bolvar pasaron a la custodia de su abue-lo, don Feliciano Palacios, pero al sentirse enfermo ste tambin prepar su testamento para designar un susti-tuto como tutor de sus nietos.

    Simn fue confiado a su to don Esteban Palacios y Blanco, pero como ste se encontraba en Espaa per-maneci baj la custodia de don Carlos Palacios y Blan-co, otro de sus tos.

    Era un hombre con el que no se llevaba bien tosco de carcter duro; se ausentaba frecuentemente de Caracas para atender sus propiedades y que por lo tanto sola dejar a su sobrino atendido por la servidumbre y asis-tiendo por su cuenta a la Escuela Pblica de Caracas.

    En aquel entonces, Simn Rodrguez era maestro de Bolvar y don Carlos, su to pensaba enviarle a vivir con l porque no poda atenderlo personalmente y las pro-testas de su sobrina Mara Antonia sobre la educacin y atenciones que reciba su hermano eran frecuentes.

    Ante la perspectiva de vivir con su maestro, Simn es-cap de la casa de su to el 23 de julio de 1.795, para refugiarse en la de su hermana Mara Antonia, que ejer-ci su custodia temporal, hasta que se resolvi el litigio judicial en la Real Audiencia de Caracas que devolvi a don Carlos la custodia de Simn.

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    Simn trat de resistirse pero fue sacado por la fuerza de casa de su hermana y llevado en volandas por un esclavo hasta la vivienda de su maestro.

    Al poco tiempo, Rodrguez renunci a su cargo de maestro para irse a Europa y la Real Audiencia de Ca-racas determin que Simn fuera trasladado a la Acade-mia de Matemtica, dirigida por el padre Andjar y que funcionaba en casa de su to Carlos.

    En esta Academia la formacin de Bolvar mejor no-tablemente en calidad y cantidad y fue complementa-da con lecciones de Historia y Cosmografa impartidas por don Andrs Bello hasta su ingreso en el Batalln de Milicias de blancos de los Valles de Aragua el 14 de enero de 1.797.

    Bolvar fue enviado a Espaa a los 15 aos para con-tinuar sus estudios. En Madrid en 1.800 conoci a la joven Mara Teresa Rodrguez del Toro, l tena 17 aos de edad y ella 20.

    En agosto de ese mismo aos Mara Teresa acept el no-viazgo con Simn Bolvar que tena 19 aos y Mara Te-resa 21, contraen matrimonio el 26 de mayo de 1.802.

    El 15 de junio de ese ao los recin casados partieron ha-cia Caracas, desembarcando el 12 de julio en La Guaira. Despus de una corta estada en Caracas se trasladaron a la Casa Grande del ingenio Bolvar en San Mateo.

    Mara Teresa enferm y muri el 22 de enero de 1.803 en Caracas. El joven Bolvar se dedic a viajar, abruma-

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    do de dolor, para mitigar la pena que le caus el falleci-miento de su esposa.

    A mediados del ao 1.807, cuando Bolvar volvi a Caracas se encontr con una ciudad sumergida en un ambiente de gran agitacin social y poltica y que era gobernada por personajes interinos bajo la supervisin de un regio Regente visitador visto con malos ojos por la colectividad caraquea, llamado Joaqun de Mosque-ra y Figueroa.

    ste era un ambiente poco propicio para enfrentar situa-ciones de crisis y fue una circunstancia que ayud a pre-cipitar los acontecimientos a favor de la Independencia.

    Volvi adems convencido de la imperiosa necesidad de independencia para Amrica y trat de convencer a sus parientes y amigos de que sta era la mejor opcin pero, salvo la excepcin de su hermano Juan Vicente, no pudo hacerlo fcilmente debido a que las noticias de Europa llegaban muy tarde y con pocos detalles, por lo que el pblico se enteraba de las acontecimientos slo de una forma general e inexacta y esto limitaba su capacidad para evaluar la situacin.

    Pero las cosas cambiaron repentinamente en pocos das, tras una serie de acontecimientos que causaron una conmocin general en Caracas. A principios de julio de 1.808, el Gobernador encargado de Caracas, Juan de Casas, recibi dos ejemplares del diario londinense The Times que el Gobernador de Trinidad remiti antes al de Cuman y que relataban la noticia de la renuncia del trono de Espaa en favor de Napolen.

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    De ah en adelante comienza una vida intensa de bata-llas; el Libertador de Bolivia, Colombia, Ecuador, Per y Venezuela vio en la educacin un instrumento para la unidad de los pueblos que libert.

    Las naciones marchan hacia el trmino de su grandeza con el mismo paso en que camina la educacin, ste fue uno de los objetivos que muy tempranamente se propuso en las nuevas repblicas; los antiguos sbditos del imperio espaol deban transformarse en ciudada-nos dignos.

    A travs de discursos, cartas, proclamas, leyes y escri-tos expuso sus ideas acerca de la educacin que deba darse a las nuevas repblicas; hay prrafos, frases y has-ta pginas enteras tanto en su aspecto doctrinario o terico y prctico.

    Bueno es que el ciudadano sea un literato, un sabio deca Bolvar pero antes de eso debe ser un ciudadano. Saber sus obligaciones sociales es el primer deber de un republicano; la primera de sus obligaciones es vivir de una industria que no le perjudique a otro, directa ni indirectamente.

    Ya en su tiempo Bolvar consideraba la educacin como una alta funcin del Estado: el Gobierno debe ser maestro y la educacin literaria y civil de la juventud es uno de los primeros y ms paternales cuidados del Gobierno.

    Es lgico que en esa poca no se pensara en una edu-cacin para las mujeres, exactamente igual a la que re-

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    ciben los varones, como sucede hoy; pero es preciso tener presente que tanto los pensadores obscurantistas del feudalismo con los mismos liberales menosprecia-ron a la mujer negndole el derecho a una educacin esmerada.

    Sin prdida de tiempo se proceda a establecer en cada ciudad capital de departamento una escuela primaria con las divisiones correspondientes para recibir a todos los nios de ambos sexos.

    Se preocup por todos los aspectos de la enseanza, desde la Matemtica hasta el Lenguaje, sin olvidar la Educacin Fsica, la disciplina, la recreacin y castigos a los educandos, la formacin de los educadores, a los que llam directores como una manifestacin que dispensaba a quienes se dedican a la labor docente.

    El discurso pronunciado por Bolvar ante el Congreso de Angostura, en febrero de 1.819 se considera como memorable porque contiene un esbozo de las ideas po-lticas, sociales y econmicas.

    Hay valiosos prrafos sobre la educacin que siguen sien-do vlidos para las naciones democrticas: Un pueblo ignorante es instrumento ciego de su propia destruc-cina la sombra de la ignorancia trabaja el crimen.

    Fue la principal figura de la emancipacin de los pueblos sudamericanos respecto del poder colonial espaol, el ca-raqueo se engrandece a medida que se profundiza en la colosal empresa llevada a cabo con la ayuda de su empeo. Su obra le llev a recibir el sobrenombre de Libertador.

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    La influencia de Bolvar alcanz no slo los pases liber-tados por su genio, sino que lleg a todas las naciones de Iberoamrica en algunas formas y se sinti tambin en Estados Unidos y Europa.

    La vida intensa de Bolvar se apaga el 17 de diciembre de 1.830 en la Quinta San Pedro Alejandrino, cerca de Santa Marta, Colombia. Dej de existir el Genio de la Libertad, el ms Grande Hombre de Amrica.

    Despus de haber dado libertad a millones de sudame-ricanos, Bolvar en los ltimos instantes de su vida se halla solo rodeado apenas de unos cuantos amigos.

    Destituido de todos sus cargos por la oligarqua Gran-colombiana - asesinado, antes su noble amigo el Ma-riscal Antonio Jos de Sucre que ganara en los Andes, en 1.824, la ltima batalla de la Independencia - fue abandonado, Bolvar, a su suerte.

    Los ltimos dos aos de la vida de Bolvar estn llenos de amargura y frustracin. Hizo un balance de su obra, comprobando que lo ms importante qued sin hacer mientras lo hecho se desmoronaba.

    Tradicionalmente se ha dicho que Bolvar estaba tuber-culoso, pero algunos mdicos sostienen hoy en da que una amibiasis le atac el hgado y los pulmones. Dict testamento el 10 de diciembre de 1.830.

    Ese mismo da emiti su ltima proclama pidien-do, rogando por la unin. Siete das despus, a la una de la tarde, como dijo el comunicado oficial,

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    muri el Sol de Colombia. Vivi 47 aos, cuatro meses y 23 das.

    Un recuento de su obra militar no encuentra similar en la historia de Amrica.

    Particip en 427 combates, entre grandes y pequeos; dirigi 37 campaas, donde obtuvo 27 victorias, ocho fracasos y un resultado incierto; recorri a caballo, a mula o a pie cerca de 90 mil kilmetros, algo as como dos veces y media la vuelta al mundo por el Ecuador.

    Escribi cerca de 10 mil cartas, segn clculo de su mejor estudioso, Vicente Lecuna; de ellas, se conocen 2.939 publicadas en los 13 tomos de los Escritos del Libertador; su correspondencia est incluida en los 34 tomos de las Memorias del general Florencio OLeary; escribi 189 proclamas, 21 mensajes, 14 manifiestos, 18 discursos y una breve biografa, la del general Sucre.

    Personalmente o bajo su inspiracin, se redactaron cua-tro Constituciones, a saber: la Ley Fundamental del 17 de diciembre, creadora de Colombia (Angostura); la Constitucin de Ccuta (1.821); el proyecto de Cons-titucin para Bolivia (1.825) y el decreto orgnico de la dictadura (1.828).

    En 20 aos de intensa vida poltica, 7.538 das de acti-vidad revolucionaria, a partir de su misin diplomtica a Londres en 1.810 y hasta su deceso en Santa Marta, casi no hubo da en que no redactara una carta o emi-tiera un decreto o recorriera 13 kilmetros diarios en promedio.

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    Amrica ha reconocido a Bolvar como el paradigma y smbolo ms querido de su identidad y soberana. En 1.842 el Congreso de Venezuela dispuso que las cenizas del Libertador fueran trasladadas de Santa Marta a Ca-racas y reposan hoy en el Panten Nacional.

    En 1.846 Colombia puso la estatua de Pietro Tenerani en el centro de Bogot. En 1.858 Lima le erigi una estatua ecuestre, reconocindolo como Libertador de la nacin peruana.

    En 1891 Santa Marta puso una estatua de mrmol junto a la Quinta de San Pedro Alejandrino. Ya desde la segun-da mitad del siglo XIX se le levantaron monumentos en casi todas las ciudades importantes de Amrica y en muchas de Europa.

    Tres son esencialmente los cauces formativos de la per-sonalidad cultural del Libertador: los maestros, los via-jes y las lecturas.

    Bolvar fue educado como poda serlo un nio rico en la Amrica bajo el dominio hispano, nunca le faltaron instructores de calidad ya que su madre y su abuelo busc para su enseanza inicial a los instructores Jos Antonio Negrete, Guillermo Pelgrn, Fernando Vides entre stos tambin se cont Andrs Bello como maes-tro de literatura y geografa.

    Empero fue don Simn Rodrguez el ms influyente maestro de Bolvar; a ningn otro en todo instante -y especialmente en los aos de gloria y de altura- le reco-noci tanto poder sobre su corazn.

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    Don Simn Rodrguez precursor y animador de la in-quietud bolivariana es por antonomasia el Maestro del Libertador; antes de que ste independizara a Amrica, -su maestro universal- hace su tarea: independiza a Bolvar.

    Lo divorcia de la realidad tradicional y lo acerca a la verdad futura; le ayuda a conseguir la perspectiva pro-pia de un creador a intuir su faena y a calcular las fuer-zas de sus auxiliares y sus enemigos.

    Simn Rodrguez llama a Bolvar a ser terriblemente cuerdo entre aquellos mediocres que se autoestiman depositarios del buen juicio y de la sensatez, y a los ojos de los cuales la Independencia tena que ser una locura singular.

    Por el carcter independiente y rebelde de Rodrguez se comprende que cale tan hondo en el espritu del jo-ven. Adems de sus maestros cuya enseanza se des-envolva sin mtodo y con irregularidades motivadas por circunstancias propias de un alma inquieta y mima-da, hay que sealar como estudios sistemticos realiza-dos por Bolvar los de Matemtica en la Academia de San Fernando de Madrid, desde nio recibi adems lecciones de esgrima, equitacin y baile.

    Tres viajes realiz Bolvar a Europa con motivos di-versos, pero tcitamente con un solo fin: construc-cin de su personalidad, bsqueda y acumulacin de experiencias, elaboracin de un destino. El primer viaje, siendo nio, es de estudios y culmina con su matrimonio.

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    Pasa por Mxico y Cuba, se sita en Espaa y conoce Francia. Tiene oportunidad de presenciar la coronacin de Napolen y de sentir desprecio por primera vez por la actividad que responde nica y ciegamente a la am-bicin de poder.

    El segundo viaje lleva por propsito la distraccin de la viudez temprana, dura tres aos en los cuales disipa una cuantiosa fortuna material, culmina en el Monte Sacro y en el Juramento definitivo: es el viaje de aprendizaje con Rodrguez.

    Visita Espaa, Inglaterra, Francia, Portugal, Italia y par-te de Austria y Alemania; a su regreso desembarca en los Estados Unidos. La visin de los diversos pueblos europeos, colectividades con tradicin, lo har ser ms comprensivo con su pueblo. Europa lo incita a la re-flexin.

    Desde su adolescencia Bolvar tuvo el hbito de la lectura; el suyo fue un proceso continuo de vigoriza-cin y renovacin de su personalidad intelectual. Es imposible construir una lista exhaustiva de los auto-res ledos por Bolvar, pero sus bigrafos enumeran a Homero, Polibio, Plutarco, Csar, Virgilio; todos los gneros. Clsicos modernos de Espaa, Francia, Italia e Inglaterra.

    Igualmente de los ms diversos sectores intelectuales: desde filsofos y polticos como Hobbes, hasta poetas como Tasso y Camoens, pasando por naturalista como Buffon, astrnomos como Lalande, economistas como Adam Smith.

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    En sus cartas pueden hallarse muchos nombres re-gados con espontaneidad: Montesquieu, Rousseau, DAlambert, Condillac, Voltaire. Adems Cervantes, Locke, Helvetius, Ossian, Goguet, Llorente, Napo-len, Rollin, Berthot, De Pradt, Filangieri, Mahon, La Fontaine, Constant, Madame Stal, Grotius, Humbol-dt, Ramsay, Beaujour, Mably, Dumeril, Delius, Mon-tholon, Arrien, Sismondi, etc.

    Fue la suya una pasin de cultura que no conoci tr-mino; en todos y cada uno de los maestros del saber universal quiso aprender siquiera una idea que sirviera a la perfeccin de la obra de su vida: la creacin de su Amrica, su programa revolucionario.

    Bolvar es el primer hombre moderno, quiz el nico que haya sido educado para hombre libre, as como a los prncipes los educan para Reyes, a Bolvar lo educan para vivir libremente. El exager un poco y se convir-ti en Libertador, sealan los cronistas.

    Rodrguez le hizo cerrar los libros de texto y le abri el gran libro de la naturaleza, le ensea antes que nada a ser fuerte de alma y de cuerpo, convivir con la natura-leza sin ser vctima de ella.

    Le ensea a dar grandes caminatas, a cabalgar das ente-ros, a nadar, saltar. En los estanques, ros y lagunas del campo nativo, le transmite oralmente cuanto el disc-pulo puede asimilar.

    Gran conocedor de los hombres y del corazn humano, comprenda a primera vista para qu poda servir cada

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    cual; muy rara vez se equivoc. Hablaba y escriba fran-cs correctamente e italiano con bastante perfeccin; de ingls saba poco, aunque lo suficiente para entender lo que lea. Conoca a fondo los clsicos griegos y lati-nos que haba estudiado y los lea siempre con gusto en las buenas traducciones francesas.

    Hay hombres -deca- que necesitan estar solos y bien retirados de todo ruido para poder pensar y meditar; yo pensaba, reflexionaba y meditaba en medio de la so-ciedad, de los placeres del ruido y de las balas. S, me hallaba solo en medio de mucha gente, porque me ha-llaba con mis ideas y sin distraccin.

    Por esta caracterstica, su pensamiento ha sido objeto de las ms diversas interpretaciones; algo parecido a lo que, salvando la distancia, ocurre con versculos bblicos.

    La vida entera de Bolvar fue fiel a la idea de la nece-sidad de la accin permanente; reconoca en todo ins-tante la creadora proyeccin de la energa, sin ella no resplandece nunca el mrito, y sin fuerza no hay virtud, y sin valor no hay gloria. En la historia halla asideros, recuerda que ms le vali a Cicern un rasgo de valen-ta que todos los prodigios de su genio.

    Si se investiga el perfil de su deber, se comprende por qu existe en Bolvar junto a un carcter generoso un hombre riguroso e inexorable, terrible cuando las cir-cunstancias son terribles.

    Don Vicente Lecuna, sabio en materia bolivariana, re-cogi en forma que obliga la gratitud del mundo, la obra

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    escrita del Libertador. La honestidad y competencia del eminente compilador es garanta suficiente de que no ha habido lagunas convencionales, ni ocultamientos, ni tergiversaciones, ni cortes ni enmendaturas.

    Mas no es necesario buscar en los libros la dimensin moral de Bolvar, ms que en palabras ella consta en hechos, est en la vida de quien pudo decir: Para qu necesitar yo de Colombia! Hasta sus ruinas han de au-mentar mi gloria! Sern los colombianos los que pasa-rn a la posteridad cubiertos de ignominia, pero no yo.

    Ninguna pasin me ciega en esta parte y si para algo sirviera la pasin en juicios de esta naturaleza, sera para dar testimonios irrefragables de pureza y despren-dimiento. Mi nico amor siempre ha sido el de la Pa-tria; mi nica ambicin, su Libertad.

    BIOGRAFA

    Simn Jos Antonio de la Santsima Trinidad Bolvar y Palacios naci en Caracas, Venezuela el 24 de julio de 1.783 y muri en Santa Marta, Colombia el 17 de di-ciembre de 1.830.

  • Antonio Jos de Sucre

    Aun pedir otro premio a la Nacinentera y a sus administradores: no

    destruir la obra de mi creacin; de conservar por entre todos los peligros

    la independencia de Bolivia.

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    Antonio Jos de Sucre y Alcal pas a la poste-ridad con el ttulo de Gran Mariscal de Aya-cucho, empero fue un ilustre matemtico y estudiante de Ingeniera aunque esta carrera qued trunca.

    Naci en Cuman, Venezuela el ao 1.795 en el seno de una familia independentista de gran riqueza y distin-cin, sus padres fueron el teniente Vicente de Sucre y Urbaneja y Mara Manuela de Alcal, esta muri cuan-do Antonio Jos tena apenas siete aos.

    A los 15 aos se alist en el ejrcito patriota y particip en la campaa del Generalsimo Francisco de Miranda en 1.812 contra los realistas, durante la cual ascendi a Teniente. Tras el fracaso de este primer intento liber-tario se refugi en la isla Trinidad. En 1.813 regres a Venezuela.

    Antonio Jos de Sucre y Alcal,matemtico e ingeniero

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    Casado con Mariana Carceln, IV Marquesa de Solan-da, Antonio Jos tuvo una hija que muri a muy tem-prana edad: Teresa Sucre y Carceln.

    Ese tiempo comenz la campaa de liberacin de Ecuador, que tuvo su culminacin en la batalla de Pi-chincha librada el 24 de mayo de 1.822 con esta victo-ria de Sucre se consolid la independencia de la Gran Colombia y qued el camino listo para la liberacin del Per.

    Sucre entr en Lima en 1.823, precediendo a Bolvar. El 1 de diciembre de 1.823 lleg a Yungay, establecindo-se en l por ser el punto cntrico del acantonamiento. Acomod en sus inmediaciones a los batallones Volti-geros y Pichincha a los que la poblacin avituall y pertrech hasta ponerlos en condiciones de marchar el 25 de febrero hacia Hunuco.

    Particip junto a Simn Bolvar el 6 de agosto de 1.824 en la batalla de Junn y, el 9 de diciembre del mismo ao, venci al virrey La Serna en Ayacucho, accin que signific el fin del dominio espaol en el continente sudamericano. El Parlamento peruano lo nombr Gran Mariscal y General en Jefe de los Ejrcitos.

    Al frente de stos se march al Alto Per, donde, jun-to a los lderes libertarios, fund la Repblica de Bo-lvar (despus denominada Repblica de Bolivia) en homenaje al Libertador, a quien encarg la redaccin de su Constitucin, la cual fue promulgada en 1.826 bajo la premisa de ser la Constitucin ms liberal del mundo.

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    Al frente del Gobierno boliviano, Sucre promulg le-yes progresistas; ejecut la divisin poltica del pas de acuerdo a la Constitucin propuesta por Simn Bol-var; impuls la instruccin pblica; organiz el aparato administrativo; y, encamin ambiciosos programas para la recuperacin econmica. El 18 de abril de 1.828, estall un motn en Chuquisaca.

    El Mariscal Sucre fue herido de dos balazos. Este inci-dente ocasion que el Mariscal tomara la decisin de abandonar el cargo de Presidente de Bolivia para evitar rencillas y contribuir a la pacificacin de la Repblica.

    La Asamblea local lo nombr presidente vitalicio, pero dimiti en 1.828 a raz de los motines y la presin de los peruanos opuestos a la independencia boliviana. Se retir entonces a Ecuador acompaado de su hija y de su esposa, la marquesa de Solanda.

    Intent crear una repblica independiente en el Alto Per, ya que no quera depender ni de Per ni del Ro de la Plata.

    Es significativa la obra que cumpli en Bolivia, en espe-cial en la organizacin de la Hacienda Pblica y la Ad-ministracin general. Se empe en promover la liber-tad de los esclavos y el reparto de tierras a los indios y sobre todo realiz labores en beneficio de la educacin y la cultura.

    Se empe en promover la libertad de los esclavos y el reparto de tierras a los indios, y sobre todo realiz labores en beneficio de la educacin y la cultura.

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    Antonio Jos de Sucre y Alcal, considerado el militar ms completo de todos los prceres de la Patria, parti-cip desde muy joven en la gesta emancipadora de His-panoamrica.

    Su desempeo en la Batalla de Ayacucho fue de las ms brillantes de la guerra y le vali el ttulo de Gran Ma-riscal de Ayacucho.

    Fue General en Jefe del Ejrcito de Venezuela, Colom-bia y Ecuador. Gran Mariscal de Ayacucho, Presidente de Bolivia, poltico y estadista.

    Es considerado como el militar ms completo y cabal de los prceres de la independencia sudamericana. Fue un paradigma en el estricto cumplimiento de su deber; era inflexible, duro y justo.

    Combati una efectiva representacin de la unidad continental en oficiales provenientes de Venezuela, Co-lombia, Ecuador, Panam, Guatemala, Per, Bolivia, Chile, Argentina, Uruguay, Paraguay, Brasil, Curazao, Puerto Rico y Mxico; adems de algunos oriundos de naciones europeas.

    En 1825, Bolvar redacta y publica su Resumen sucinto de la vida del General Sucre, nico trabajo en su gnero realizado por el Padre de la Patria. All, no escatima elo-gios ante la hazaa culminante de su fiel lugarteniente:

    La batalla de